Pese a dos jonrones de cubano, los Mets vapulean a los Dodgers y mantienen viva la llama en Nueva York

Minutos antes del comienzo del juego, Derek Jeter y David Ortiz, comentaristas de la cadena FOX Sports, fueron preguntados sobre que debía cambiar en los Mets si es que querían evitar el descanso adelantado en un choque decisivo donde se jugaban la supervivencia.

Ambos miembros del Salón de la Fama coincidieron en una frase: “Pete Alonso debe liderar la ofensiva’‘, y como si los estuviera escuchando, el primera base abrió las compuertas de un ataque brutal para que los Mets vencieran el viernes por la noche 12-5 a los Dodgers.

Con dos hombres en circulación, Alonso sacudió un breve letargo que se extendió en el inicio de esta Serie de Campeonato y pegó un cuadrangular que fijó el tono agresivo de una alineación que hundió al pitcheo de Los Angeles al ritmo de 14 imparables, siete de ellos extra bases.

Tal vez solo en el Citi Field existía la creencia de que los Mets podrían renacer antes de la serie se trasladara a California, pues los Dodgers habían lucido inmensos 24 horas antes y solo una victoria los separaba de alcanzar el gran Clásico de Octubre por primera vez desde el 2020.

La otra pista positiva para los angelinos era que en el montículo estaba Jack Flaherty, quien había estado brillante en el primer juego de este enfrentamiento particular, cuando lanzó siete episodios inmaculados de solo dos imparables permitidos a estos mismos Mets.

Todavía muchos se preguntan qué pudo pasar de una apertura a la otra, porque en esta ocasión Flaherty fue vapuleado de tal manera que al marcharse, luego de tres entradas de faena, ya la pizarra reflejaba la debacle de los visitantes con ocho carreras, todas ellas limpias.

El manager Dave Roberts quizá demoró en extraerlo pensando que en algún momento podría recuperar su mejor forma, pero cuando lo hizo ya era demasiado tarde, porque el castigo de los locales resultaba demasiado extenso pesado.

Y menos mal que los Mets continuaron poniendo carreras en el marcador ante los relevistas para poner el choque a buen recuado, porque los Dodgers descontaron cinco apoyados en dos cuadrangulares -en el cuarto y quinto innings- del novato cubano Andy Pagés, quien también remolco cuatro rayitas para su equipo.

El acercamiento de los angelinos continuó en el sexto con otro palo de vuelta entera de Mookie Betts, pero esa fue la última acción importante de los visitantes que siguen en comando de esta serie y esperan finalizarlo todo en el Dodger Stadium.

Pero la promesa de los Mets sigue viva: no nos vamos a despedir sin dar pelea hasta el final en un enfrentamiento que ha sido un verdadero carrusel de emociones, lleno de juegos contrastantes donde un equipo sobresale un día y otro brillo alto en el otro.