Perspectiva de género en la planificación familiar: es un derecho de todos y todas

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La planificación familiar es parte fundamental del derecho a la salud de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud,  además ayuda a reforzar otros derechos humanos como el derecho a la vida y a la libertad. 

Consiste en el conjunto de prácticas para poder decidir cuándo y cuántos hijos tendrá una persona o pareja, así como la protección contra enfermedades de transmisión sexual. 

Sin embargo, la desigualdad en términos de género es notoria. De los doce métodos anticonceptivos modernos descritos por la OMS, diez se emplean con el aparato reproductor femenino, y sólo dos, el condón masculino y la vasectomía, son para el aparato reproductor masculino.

La ginecóloga Marlhen Treviño explicó a Animal Político que quién carga con la mayoría de los costos, debido a nuestras prácticas culturales, es la mujer, pero debería de ser una práctica compartida tanto de hombres como mujeres.

La salud reproductiva en México

La Organización Mundial de la Salud clasifica los métodos anticonceptivos entre tradicionales y modernos. 

Los métodos tradicionales son los utilizados históricamente sin intervenciones médicas, como el coito interrumpido, la amenorrea de la lactancia y el método del ritmo. Estos métodos no son del todo confiables y vienen con tasas de embarazo más altas que los métodos modernos.

Los métodos modernos son aquellos que nos ha dado la ciencia y la medicina moderna, entre ellos: píldoras anticonceptivas orales, implantes, inyectables, parches, anillos vaginales, dispositivos intrauterinos hormonales y de cobre, condón masculino y femenino, esterilización masculina y femenina.

El Consejo Nacional de Población reconoció en 2022 que “en la actualidad existe poca información sobre la vida sexual y reproductiva de los hombres, ya que por factores sociales y/o culturales, se les ha asignado primordialmente a las mujeres la responsabilidad de protegerse sobre todo de ITS y embarazos no planeados con el uso de métodos anticonceptivos”.

Renata, por ejemplo, tiene 22 años y es usuaria de un dispositivo intrauterino.“Fue un shock total para mí, una contradicción si lo podemos decir así. Por un lado me sentí empoderada, y libre de tomar esta decisión sobre mi cuerpo”.

Pero por otro lado expresó que se sintió sola, “fui a ponerme el DIU completamente sola. Creo que mi novio no sabía ni qué era, y entendí que en mi relación, la responsabilidad de cuidarnos, de prevenir un embarazo no deseado, era mía”.

El 53.4% de las mujeres en edad fértil usa algún tipo de método anticonceptivo, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) que estudia temas como preferencias reproductivas, sexualidad y uso de métodos anticonceptivos. 

De acuerdo con los últimos datos, el 53.4% de las mujeres en edad fértil usa algún tipo de método anticonceptivo, comparado con el 51.6% reportado en 2014. 

El 73.1% de las mujeres que usan métodos anticonceptivos son mujeres casadas o unidas en edades de 15 a 49.

Mientras que el método menos utilizado es la vasectomía, pues sólo el 2.7% de las mujeres reportó que su pareja es usuaria de este método. Vale la pena señalar que dicha encuesta está dirigida a mujeres. 

Brandon, de 24 años, es una de las personas que se ha realizado la vasectomía. Lo hizo en una clínica del IMSS, y nos contó que llevaba pensando en la decisión desde que estudiaba la preparatoria, pues nunca ha querido tener hijos. 

Para él fue una decisión fácil, sin embargo a su consideración, aún existen muchos tabús en el caso de la vasectomía que se encuentran ligados a la sexualidad masculina.

Aún existe resistencia para que los hombres hablen acerca de su sexualidad y de sus derechos reproductivos. También entran en cuestión estereotipos patriarcales ligados a la masculinidad, que hacen sentir a algunos hombres como si perdieran una parte de su hombría al realizarse el procedimiento.

En este tema, la Dra. Treviño declaró que aún falta camino por recorrer en cuanto al desarrollo de más métodos de planificación para hombres, pero que sí existen investigaciones activas.

En contraste, el método más común es la ligadura de las trompas de falopio, que es un procedimiento permanente e irreversible. Por el contrario de la vasectomía, que sí se puede revertir.

Está recomendado para mujeres que no desean tener más hijos y es el método preferido por el 48.5% de las usuarias de anticonceptivos.

Mayor impacto en las mujeres

El costo en este rubro suele recaer principalmente en las mujeres, como es el caso de Isabel, quien nos contó que para ella la anticoncepción significa un gasto importante porque tiene que considerar otras preocupaciones como despensa, gasolina, y servicios de vivienda por lo que el costo del método sí genera un impacto en sus finanzas. 

Además de que ha probado distintos métodos y todos han tenido un impacto físico. Con la pastilla del día siguiente tuvo mareos, dolores de cabeza y fatiga, y con el parche tuvo acné en la cara y espalda.

Relató que ella y su pareja han hablado varias veces del impacto que las hormonas generan en ella, y él ha expresado su interés en utilizar algún método no permanente para hombres si llegara a haberlo en el futuro.

Pero por el momento, la vasectomía y el condón masculino son los únicos métodos disponibles para hombres.

Además, Treviño afirma que se tiene que mejorar el equilibrio en cuanto al acceso a la información sobre la anticoncepción, ya que suelen ser en su mayoría mujeres quienes están mejor informadas, pero los hombres corren mayor riesgo de ser transmisores de infecciones, y son parte del riesgo de embarazar a otra persona.

Por lo tanto, hace falta tener más iniciativas para realizar estudios sobre la población masculina y distribuir equitativamente la responsabilidad, así como mejorar los programas de educación sexual. 

Acceso a servicios de planificación

El acceso a consultas y métodos de planificación familiar en México se encuentra de manera gratuita en los servicios de salud públicos como ISSSTE, SEMAR y SEDENA.

En el IMSS, el acceso a la planificación familiar y anticoncepción es gratuito para la población general. Es decir que tanto derechohabientes como no derechohabientes pueden solicitar métodos anticonceptivos sin costo alguno.

Además, la Secretaría de Salud y el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva  (SEDESA) ofrecen educación sexual y métodos anticonceptivos de manera gratuita, a través del programa “Servicios Amigables para Adolescentes” para mujeres y hombres de  10 a 19 años.

También es posible acceder a métodos de anticoncepción en el sector privado. De acuerdo con Treviño una consulta de planificación familiar, con un especialista en ginecología y obstetricia, en este sector, cuesta entre mil y mil 400 pesos. 

Los precios de los anticonceptivos varían dependiendo del método seleccionado, que puede ir desde 65 pesos por una caja con tres condones masculinos, hasta 3 mil 777 pesos por un dispositivo intrauterino como el Mirena. Los precios suben aún más cuando se trata de un procedimiento quirúrgico como una vasectomía o la ligadura de trompas.