¿Perdiste la libreta? Qué podés hacer para saber si te aplicaste todas las vacunas previstas en el Calendario Nacional

En la Argentina aún hay un porcentaje importante de personas que no cuenta con todas las vacunas del Calendario Nacional
En la Argentina aún hay un porcentaje importante de personas que no cuenta con todas las vacunas del Calendario Nacional

“La Argentina tiene uno de los calendarios de vacunación más completos del mundo”, señala Elena Obieta, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI). Ese calendario cuanta con 18 vacunas, que pueden ser de dosis única o, como sucede con la Hepatitis B, pueden requerir de tres dosis para completar el esquema. Son muchas aplicaciones, sí. Y en tiempos donde la gran mayoría de las personas acostumbra tener su información personal digitalizada, muchos no tienen ni la más remota idea de dónde está su libreta de vacunación para poder chequear si tienen todas las aplicaciones necesarias.

Para resolver el misterio, existen algunos análisis serológicos (de sangre) que detectan los anticuerpos para la hepatitis A, B, el sarampión, la rubéola y la varicela, es decir, solo algunas pocas enfermedades si se tiene en cuenta el enrome abanico que abarca el Calendario Nacional de Vacunación. Las otras opciones para determinar las vacunas que se aplicó una persona son más detectivescas.

Las autoridades sanitarias recomiendan acudir, en caso de recordarlo, al vacunatorio donde se inoculó la persona, consultarle al pediatra de cabecera o preguntar en la escuela si no han sacado una fotocopia de la libreta cuando se anotó al niño para iniciar la cursada. Pero, si esa búsqueda no diera resultados, los especialistas señalan que será necesario volver a iniciar el proceso de inoculación.

“Los estudios disponibles no logran diferenciar si te vacunaste o si tuviste la enfermedad y, por lo general, los análisis para detectar si la persona cuenta o no con una vacuna se piden solo en casos puntuales. Por ejemplo, muchas embarazadas solicitan los estudios para viruela o rubéola. Otros que piden este tipo de exámenes son los que van a viajar a otros países en donde te piden la libreta de vacunación o un certificado de anticuerpos. La otra opción es volver a vacunarse”, explica Virginia Barrios Millán, directora del laboratorio Biorossi, donde se realizan los test serológicos.

Fuentes del laboratorio no precisaron el precio de dichos estudios porque cada reactivo tiene un valor diferente.

Por su parte, fuentes del Ministerio de Salud bonaerense señalan que solo en casos puntuales en los que la familia recuerde claramente haberse aplicado las dosis completas del calendario nacional, el médico será quien evalúe la situación y podría optar por realizarle un análisis de sangre para investigar si esa persona tiene evidencias de estar protegido.

Las autoridades recomiendan acudir a los centros de vacunación, al pediatra de cabecera o a las escuelas para rastrear las vacunas que se le aplicaron a una niño en caso de haber perdido la libreta de vacunación
Las autoridades recomiendan acudir a los centros de vacunación, al pediatra de cabecera o a las escuelas para rastrear las vacunas que se le aplicaron a una niño en caso de haber perdido la libreta de vacunación

“Cuando ocurre la pérdida de la libreta, lo más probable es que haya que reiniciar la vacunación porque no hay otra manera de asegurarnos que ese niño esté protegido contra diversas enfermedades”, indican fuentes de la cartera sanitaria bonaerense.

Pero, antes de iniciar todo el proceso de revacunación, las autoridades sanitarias recomiendan intentar recabar datos de todos los lugares en donde, posiblemente, se haya dejado una constancia de vacunación. Por ejemplo, retornar a los vacunatorios donde el niño se vacunó inicialmente (cuando se cuenta con ese dato), y obtener la información de los registros. En ese caso el vacunador deberá certificar un nuevo carnet.

Otra opción es recurrir al pediatra de cabecera o al centro de salud donde el niño realiza habitualmente sus controles y obtener los datos de vacunación de la historia clínica (en el caso de que figuren). Será entonces en médico quien acredite la vacunación realizada, firmando el carnet de vacunación.

Por último, existe la posibilidad de pedir el legajo o los registros en la escuela, ya que es frecuente que algunos establecimientos soliciten fotocopias del carnet de vacunación al inicio del ciclo lectivo. De igual manera podrá consultarse en clubes u otros establecimientos deportivos que pudieran haberle solicitado el carnet de vacunas al niño. La fotocopia que se obtenga de dichos registros, podrá adjuntarse al nuevo carnet de vacunas como medida de acreditación de las vacunas que el niño recibió previamente.

La importancia de estar vacunados

Para el año 2000, el sarampión era una enfermedad que ya no tenía circulación endémica del país. Pero en 2020, se notificaron 5000 casos de sarampión, aunque luego solo se confirmaron 144, mientras que 1311 se mantuvieron como “sospechosos” (sin un análisis de laboratorio que lo confirme o lo descarte). Pero también hubo 2162 considerados “no concluyentes”.

Pocos meses después, se conoció la primera muerte por esta enfermedad desde 1998. Se trató de una mujer de 50 años que vivía en La Matanza.

Obieta advierte que actualmente la Argentina no está dentro del nivel optimo de cobertura de vacunación contra el sarampión como para evitar un brote. “No llegamos al 90% de cobertura contra el sarampión y estamos dentro de los cinco países de América Latina donde puede reingresar la polio”, sostiene Obieta.

Según las cifras de 2020 del Ministerio de Salud de la Nación, que son las últimas disponibles, solo el 77% de los niños se había aplicado la primera dosis de la SRP (triple viral), que es la vacuna contra el sarampión, la rubéola y paperas en tiempo y forma, es decir, al año de vida. Mientras que solo el 72% de los niños había iniciado su esquema de vacunación contra la poliomielitis.

La Comisión Regional para la Certificación de la Erradicación de la Poliomielitis (RCC, por su sigla en inglés) de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ubicó a la Argentina entre los países con riesgo alto, junto con Brasil, Panamá, Bolivia, Ecuador y Paraguay, en su última validación de la preparación sanitaria para enfrentar la enfermedad. Otros cuatro países —Haití, Venezuela, Perú y República Dominicana— fueron considerados de muy alto riesgo.

Vacunas obligatorias o recomendadas

Las vacunas del Calendario Nacional son obligatorias y gratuitas en todo el país. Sin embargo, algunas, como la de la fiebre amarilla o la fiebre hemorrágica argentina, solo son obligatorias en algunas zonas de riesgo de la Argentina. Para la fiebre amarilla esas zonas son la provincia de Misiones, Corrientes y Formosa y algunos departamentos de Chaco, Salta y Jujuy. Mientras que para la fiebre hemorrágica son Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y La Pampa.

También existen vacunas dentro del Calendario Nacional que son obligatorias y gratuitas, pero solo durante un período de la vida. Por ejemplo, cita Obieta, el caso de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). “Esa vacuna en el calendario está indicada a los 11 años y se aplica de manera gratuita hasta los 26. Luego, hasta los 40 años pasa a ser una vacuna recomendada y hay que abonarla, aunque hay un debate sobre si debería ser gratuita a cualquier edad”, explica Obieta.

La especialista agrega que otros ejemplos de vacunas recomendadas son aquellas que las personas se dan previo a un viaje. “Hay lugares, como la India, en donde recomendamos vacunarse contra la rabia. Otra es la del Herpes Zóster para personas de 55 a 65 años, que es cuando más posibilidades hay de responder activamente con anticuerpos. Pero este es una vacuna muy cara. Por otro lado, también hay personas que deciden aplicarse la vacuna antigripal sin tener factores de riesgo”, señala Obieta.