Yahoo Noticias ¿Quién dijo que todo está perdido? Pero el Big Boy cubano deberá trabajar muy duro en la UFC
Fraude, hombre de un solo pulmón o que no ha visto un video de jiu-jitsu en su vida.
Las críticas no solo vinieron de aficionados, sino de otros peleadores de la UFC que a veces suelen ser los más crueles con sus colegas. Lo cierto es que la corriente optimista en torno a Robelis Despaigne se ha detenido por el momento.
La pregunta es, entonces, ¿se habrá detenido para siempre? No es primera vez que algún prodigio llega la empresa con ánimos de convertirse en campeón mundial y termina siendo tragado por esa vorágine de talento y retos, como bien lo demuestra el caso de Edmen Shahbazyan, quien fuera protegido de Ronda Rousey y ahora está prácticamente al borde del adiós.
La UFC es así. No suele perder tiempo con quienes considera figuras que pueden ser relevantes a corto plazo para la empresa.
A veces va demasiado lento y basta mirar el caso de Bo Nickal. A veces sube demasiado la parada, a juzgar por lo sucedido a Despaigne.
Porque de Josh Parisian a Waldo Cortés-Acosta había un buen trecho de experiencia y habilidades.
Pero si la UFC le había dicho a Despaigne que iba a enfrentar a Derrick Lewis significa que ellos mismos erraron el cálculo de la curva ascendente del cubano. La entidad, primero que nadie, se montó en el “Hype Train’’ solo para verlo detenido en una pelea que levanta muchas dudas.
El Big Boy cubano no puede despegar su espalda de la lona y sufre su primera derrota en la UFC
Ciertamente, Robelis cometió graves errores y no solo por haberse dejado derribar con absoluta y entera facilidad por un oponente que ni siquiera es de los mejores grapplers de la división pesada, porque cuando estuvo de pie tampoco tuvo bien claro cuál sería su plan.
En ocasiones se precipitó repetidamente hacia delante con golpes algo desordenados que encajaron perfectamente en los esfuerzos de derribo de un Cortés-Acosta mucho más experimentado y que para nada cumplió su promesa de pararse en medio del octágono a intercambiar. Hombre, claro que no iba a hacerlo.
¿Puede recuperarse Despaigne de este mal momento? Absolutamente. Todavía tiene unas herramientas físicas ridículas y es de esperar que aprenda otras lecciones aquí.
Se las arregló para sobrevivir en el suelo con una técnica absolutamente nula, por lo que un campamento orientado con mucho enfoque a la defensa de taekdowns pudiera hacer maravillas en su caso.
La historia de Robelis Despaigne se parece a la mía. Otro cubano muy cerca de entrar en la UFC
No se está hablando de que Despaigne deba convertirse en un dechado de virtudes en el grappling, sino de contar con los utensilios para rebatir cualquier intento de derribo y, de ser llevado a la lona, intentar los scrambles que le permitan levantarse y continuar la pelea.
Pero está obligado a hacerlo. Su permanencia en la empresa depende de ello porque no hay que ser un conocedor profundo para imaginar el resultado de un combate contra un Curtis Blaydes, un Jailton Almeida o un Tom Aspinall, para no blasfemar hablando de Jon Jones.
Ciryl Gane no ha sido campeón por su incapacidad para sumar una defensa de derribos decente a su juego de pelea, pero Francis Ngannou mantuvo su título ante el francés por desarrollar un estilo de lucha que jamás había advertido anteriormente en el “Predator’’.
Ya Despaigne está advertido. Su capacidad atlética y su físico impresionante por sí solos no harán la diferencia a medida de que el nivel de competencia aumente.
Los caminos están delante de él, pero sobre todo ese que ha permeado la vida del hombre en cualquier ámbito de la vida: adaptarse o morir. Seguir camino y sortear este escollo o decirle adiós a las Grandes Ligas de las MMA.
Y sí, los aficionados -los cubanos los primeros, faltaba más- han acudido al corte de leña del árbol caído, pero eso también es parte de la naturaleza humana. Que el tronco vuelva a levantarse dependerá enteramente de los próximos pasos que Despaigne y su equipo sean capaces de dar.
