"Peor que nunca": Israel desoye a EE.UU. y apenas mejora la entrada de ayuda en Gaza

Jerusalén, 12 nov (EFE).- Cuando se cumple hoy el ultimátum de 30 días dado por EE.UU. para que Israel mejore la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, ocho organizaciones humanitarias afirmaron este martes que la situación en el enclave está "peor que nunca".

"Israel no ha cumplido con las demandas de su aliado, con un enorme coste humano para los civiles palestinos en Gaza", aseguran en un informe conjunto las organizaciones Anera, Care, MedGlobal, Mercy Corps, el Consejo Noruego de Refugiados (NRC), Oxfam, Refugees International y Save the Children.

El pasado 13 de octubre, en una carta, el secretario de Estado, Antony Blinken, y el de Defensa, Lloyd Austin, instaron a Israel a permitir la entrada de 350 camiones diarios en Gaza; abrir un quinto cruce de acceso, permitir que los desplazados en tiendas vayan de la costa de Mawasi al interior antes del invierno; y garantizar el acceso de los grupos de ayuda a la asediada zona norte.

También pidieron a Israel que suspenda las dos leyes que restringen las operaciones de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), la principal entidad humanitaria que opera en el enclave para casi dos millones de gazatíes.

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De no hacerlo, el Gobierno estadounidense advirtió que podría verse obligado a reducir su apoyo militar a Israel, imprescindible para la continuación de la guerra. Austin fue contundente en su primera llamada al nuevo ministro israelí de Defensa, Israel Katz, el pasado viernes y le exigió "pruebas creíbles".

El gabinete de seguridad israelí se reunió anoche y aprobó una serie de medidas para mejorar la situación humanitaria en Gaza, según medios hebreos, aunque no especificaron cuáles.

De un total de 19 medidas demandadas por EE.UU. Israel ha incumplido 15 y solo ha respondido parcialmente a cuatro, según el informe conjunto publicado este martes por las ocho ONGs.

Según estas organizaciones, Israel no sólo no cumplió con los criterios de Estados Unidos sino que tomó medidas que "empeoraron dramáticamente" la situación, en particular en el norte de Gaza.

Alrededor de 1.500 camiones han entrado en Gaza desde octubre, según cifras de la ONU, muy lejos de esos 350 diarios que demandó EE.UU y de los quinientos que accedían cada día antes de la guerra.

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El Cogat -organismo militar que gestiona los asuntos civiles en los territorios ocupados- anunció este martes una entrega “táctica” de alimentos y agua a Beit Hanoun, una de las urbes asediadas en el cercado norte, que se suman a los once camiones con comida y medicinas que habrían entrado al campo de refugiados de Yabalia la semana pasada.

Israel asegura que, desde octubre, han entrado al norte de la Franja 741 camiones de ayuda -muchos camiones que el Cogat contabiliza no pueden ser distribuidos por falta de garantías de seguridad-, 50.000 litros de combustible y 180 bolsas de sangre; aunque la cifra difiere de la de las agencias humanitarias.

Apertura de nuevo cruce en el sur

Además, Israel confirmó hoy la apertura del cruce de Kisufim, en el sur a unos 35 kilómetros del norte del enclave, como "parte del esfuerzo y compromiso para aumentar el volumen y las rutas de ayuda a la Franja", con la entrega de suministros médicos, alimentos y agua en el centro y sur.

Según fuentes locales, diez furgones fueron saqueados en la ciudad de Gaza antes de alcanzar Beit Hanoun, donde solo llegaron tres camiones con comida enlatada, harina y agua, insuficientes para una población de unas 7.500 personas.

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“Apenas llega ayuda a Gaza. La poca que lo logra suele ser saqueada, ya que la potencia ocupante (Israel) ha aniquilado a la Policía palestina y se niega a proteger o a proporcionar rutas de acceso seguras a lugares donde las organizaciones humanitarias podrían distribuir ayuda a una población hambrienta”, denunció hoy el secretario general del NRC, Jan Egeland.

El acceso a los trabajadores humanitarios al norte de Gaza sigue restringido, después de que Israel diera inicio a una cruenta reofensiva a principios de octubre en la que ya han muerto más de 1.800 personas, según datos de Hamás, mientras que al menos 75.000 gazatíes siguen allí, dice la ONU, pese a las órdenes de evacuación.

"Los claros y transparentes fracasos a la hora de cumplir con los propios estándares de los Estados Unidos deben desembocar ahora en una acción mayor, o corremos el riesgo de empujar a millones de personas a un sufrimiento y una muerte evitables", lamenta en el informe la directora ejecutiva de Mercy Corps, Tjada D’Oyen McKenna.

Patricia Martínez Sastre

(c) Agencia EFE