Los "baños vaginales de vapor", una moda con consecuencias peligrosas
Una nueva tendencia de higiene personal, los llamados “baños vaginales de vapor”, ha ganado gran visibilidad en los últimos años gracias a famosas como Gwyneth Paltrow y Chrissy Teigen.
Pero ahora, después de publicarse el caso médico de una mujer de 62 años que terminó con quemaduras de segundo grado en la vagina, los expertos afirman que se trata, de hecho, de una práctica potencialmente peligrosa.
Según recoge el portal del Journal of Obstetrics and Gynecology de Canadá, la paciente sufría de prolapso vaginal -uno o varios órganos de la pelvis, como el útero o la vejiga, se deslizan de su posición normal y se abultan en la vagina-, e intentó salvarse de una intervención quirúrgica con estos baños.
El tratamiento en cuestión consiste en sentarse sobre un recipiente con agua hirviendo y una infusión de hierbas. Según afirman sus promotores, estos vapores serían efectivos para limpiar, refrescar e incluso “apretar” más la vagina.
Pero lo peligroso está en que ahora los baños de vapor vaginales no son solo un remedio casero, sino que muchos spas también ofrecen una versión del mismo, afirmando que ayuda a tratar problemas relacionados con la menopausia, los fibromas y la vaginosis bacteriana.
No hay estudio científico que los avale
“No hay estudio científico que respalde esto ... no hay evidencia de ningún beneficio”, dijo a Global News la Dra. Yolanda Kirkham, profesora asistente en el Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Toronto.
De acuerdo con la doctora, el vapor no puede penetrar realmente en la vagina, “y mucho menos en el útero”. Además puede dañar la piel.
La investigación muestra que las quemaduras causadas por el vapor de agua “a menudo son particularmente maliciosas” y el vapor no tarda mucho en causar daños. Estos tipos de quemaduras también son difíciles de detectar.
“Sabemos que el nivel superior de la piel, la epidermis, no previene contra el vapor de agua, por lo que puede causar inflamación y daño a los niveles inferiores (de la piel) muy rápidamente”, agregó Kirkham.
Por qué no necesitas limpiar “exhaustivamente” tu vagina
La Dra. Vanessa Mackay, portavoz del Royal College of Obstetricians and Gynecologists, explicó en declaraciones a The Independent que esta tendencia alimenta la noción equivocada de que las mujeres deben someterse a tratamientos “clandestinos” para limpiar sus vaginas.
“Es un mito que la vagina necesita una limpieza exhaustiva, ya que está diseñada para limpiarse con secreciones naturales”, dijo Mackay.
Según la doctora, la vagina contiene bacterias buenas, que están ahí precisamente para protegerla. “ Si se altera esta bacteria, puede provocar infección, como vaginosis bacteriana o aftas, e inflamación”, agregó.
Además, el vapor puede simplemente secar la piel, insiste por otro lado la Dra. Caroline Mitchell, directora del programa de trastornos vulvovaginales en el Hospital General de Massachusetts en Boston.
De acuerdo con la especialista, el agua caliente en general no es muy buena para la piel. Aunque parezca humedecerla, en realidad la reseca aún más.
“Incluso el jabón es perjudicial para la una flora bacteriana saludable”, dice Mitchell. “La vulva, o la piel exterior, se puede lavar con agua y jabón. Pero para las personas que tienen irritación vulvar, a veces incluso el jabón es demasiado irritante”.
Los tejidos vaginales son similares a los de los ojos: mantén el jabón alejado
La Dra. Yolanda Kirkham recalca que nada debe entrar dentro de la vagina para limpiarla. “Comparo la vagina con las membranas mucosas de nuestro ojo; cuando te pones jabón o champú en los ojos, te pica. Los tejidos vaginales son similares”.
La experta considera que existen muchas más personas que deben haber sufrido quemaduras con estos baños vaginales, pero que probablemente estén avergonzadas. “Al igual que con las quemaduras por cera para depilar que vemos en la sala de emergencias... la gente está avergonzada o simplemente no se estudia”, dijo.
Kirkham asegura que existe mucha información errónea sobre la salud vaginal, así como la creencia social de que la vulva está “sucia”. Los spas aprovechan esto e intentan vender servicios y productos para mujeres que realmente no los necesitan.