Yahoo Noticias Pelayo Díaz: cuando las buenas intenciones se vuelven polémicas
El influencer Pelayo Díaz está injustamente en el centro de la polémica por una publicación de Instagram que ha sentado mal a algunos de sus seguidores. Junto a una foto en la que se muestra una conocida marca de cava, el exnovio de David Delfín ha hecho alusión al asesinato homófobo de Samuel, el joven de Barcelona al que han matado de una paliza por su tendencia sexual.
A algunos usuarios les ha parecido frívolo que Pelayo hable de un tema tan serio mostrando una marca y le han criticado por ello hasta que él ha decidido dar una explicación y aclarar también que la publicación no estaba patrocinada, es decir, que no era un anuncio ni cobraba por ella además, dicho sea, el mensaje positivo y de sensibilización estaba presente desde el inicio por parte del influencer.
Pelayo ha comentado que su intención era positiva y que si ha hecho aparecer la marca de cava es para “crear unión en una firma tan fuerte que apoya al colectivo LGTBQ+” y, aún así, ha pedido disculpas a todo aquel que se haya podido sentir ofendido.
Díaz ha sabido reaccionar rápido en esta ocasión y disculparse a las pocas horas además de editar el texto junto a la foto consciente de que ha podido dañar la sensibilidad de algunas personas aún sin mala intención.
Desde que es famoso, Pelayo se ha enfrentado a infinidad de polémicas y, a medida que las ha ido sufriendo, ha ido bajando el nivel de ego y asumiendo su parte de responsabilidad y es que, cuando eres personaje público, tienes que ir con mil ojos con aquello que expensas o publicas.
Su mayor polémica tuvo lugar en el programa ‘Cámbiame’ durante la transformación de Toya, Pelayo se mostró muy frívolo respecto al uso de animales por su piel y la condena que eso conlleva par ellos.
Díaz dijo sin tapujos algo que levantó ampollas en la audiencia: “Amo las pieles. Vivas o muertas. En abrigos”. Obviamente, esta frase no pasó desapercibida y Natalia Ferviú, amiga y coach en el mismo programa además de defensora de los animales, se la recriminó a lo que el asturiano respondió con un “Los visones de los que se obtienen esas pieles viven mejor que tú”.
Su desconocimiento sobre la crueldad animal que soportan dichos visones le hizo meter la pata hasta el fondo pero, gracias a la intervención de Frank Cuesta, Pelayo se dio cuenta viendo vídeos de la atrocidad que padecían esos animales explotados y pidió perdón públicamente por sus desafortunadas declaraciones.
En 2017 Pelayo volvió a estar en boca de todos por sus críticas a las actrices españolas durante la gala de los Goya: “Qué petardas sois, vestidas de firmas internacionales a las que no importáis una mierda.”
Cuando le reclamaron el hecho de que ellas podían ir vestidas como quisieran y que él era el primero en usar marcas extranjeras como D&G, entre otras, Díaz quiso defenderse en su blog con un escrito en el que aclaraba su postura.
“No me parece bien que no se apueste por la moda Española tanto como se debería. Seguimos sin estar suficientemente orgullosos de nuestro país. El problema es que no sabemos vendernos, y creemos que haciendo lo que hacen las actrices extranjeras seremos más importantes".
Además, también apuntaba a que si las actrices "unieran fuerzas con la industria de la moda española, no solo lanzaríamos un mensaje menos hipócrita sino que juntos podríamos hacer algo con más identidad”. Eso sí, Díaz pidió perdón por las formas y retiró lo de “petardas”.
El pasado año, 2020, tampoco fue tranquilo para el diseñador y es que él y su marido, Andy McDougall, recibieron un ‘regalo’ que sentó fatal a los amantes de los animales. La pareja mostraba en sus redes sociales un cachorro de raza Pomerania que provenía de un criadero de perros de lujo.
La gente se le tiró al cuello reclamándole la explotación que suponen los criaderos y la cantidad de animales que esperan una oportunidad en las perreras y protectoras sin que haya dinero de por medio dado que las vidas no se deberían comprar sino adoptar.
Lejos de disculparse y entender el error, Pelayo contraatacó a sus haters del momento cuestionando el animalismo: "Me gustaría ver si en vuestras casas tenéis zapatos o cinturones de piel, si en vuestra nevera hay carne, si el pollo y los huevos que compráis son campero (que cuestan mucho más)”.
Eso sí, la presión siguió creciendo y no le quedó más remedio que aclarar que Vidu, que así se llama el perro, había sido un regalo: “"Vidu fue un regalo, no una compra. Un regalo esperado porque hacía mucho tiempo que deseábamos tener un perrito”.
También se tomó su tiempo para aclarar que “Ni Andy ni yo fomentamos la compra ni el tráfico animal, solamente compartíamos de una manera transparente nuestra ilusión por tener a Vidu. No estoy a favor de los criaderos crueles. Estoy a favor de los criaderos que cumplen con la ley y con la ética, es decir, se dedican a perpetuar las razas. La palabra “criadero” tiene una connotación negativa pero lo cierto es que la gran mayoría de los criadores se desviven y cuidan con mucho amor sus caballos, perros o cualquier especie animal.”
Y prosiguió: "Las razas no son algo malo. Los Labradores o Golden ayudan a los invidentes o diversidad funcional, los Pastores Alemanes trabajan con la policía y así un sinfín de ejemplos. Sin las razas tampoco existirían perros mestizos. Creo que deberíamos fomentar el “NO ABANDONO”. Quiero aprovechar para pedir disculpas, nunca fue nuestra intención ofender a nadie. Somos dos personas que se aman y que dieron la bienvenida en su hogar a un perrito con toda la ilusión del mundo.”.
Ese mismo año y con la llegada de la pandemia un jabón de manos le volvió a situar en el centro del huracán y es que, junto a la foto de un jabón de marca Hermés, Pelayo pretendió recordar que debemos lavarnos las manos para evitar posibles contagios.
La frivolidad de la marca de lujo levantó ampollas y más con la crisis que conlleva el coronavirus pero, en realidad, esta pastilla de jabón es la que el estilista tiene en su casa ya por nivel de vida y poder adquisitivo y eso, sinceramente, no es reprochable: “Lávate las manos y sé amable con la gente”, escribió.
La verdad es que Pelayo tiene buenas intenciones pero su manera de comunicarse genera muchas polémicas y es que, quitando el tema de los animales que fue por pura ignorancia al respecto de su maltrato, sus mensajes suelen ser positivos y con buena intención pero, a veces, su propio ego y el lujo en el que vive, le juega malas pasadas y por eso genera tantos escándalos en redes.
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