Película de la semana: 'Nosferatu', ¿una exhumación que vale la pena ver?

Película de la semana: 'Nosferatu', ¿una exhumación que vale la pena ver?

A Robert Eggers le gusta reivindicar cosas.

En 'The Witch' (La bruja), de 2015, recuperó la figura de la bruja de todas las versiones "Disneyficadas" de brujas y representaciones populares de adolescentes, remontándose a supersticiones folclóricas de los primeros colonos americanos, utilizando una meticulosa precisión de época para hacer justicia a la hechicera.

En 'The Lighthouse' (El faro), de 2019, recuperó y reinterpretó el espíritu de Edgar Allan Poe encerrando a dos fareros del siglo XIX en el mismo espacio que un monstruo lovecraftiano con tentáculos para orquestar mejor un sueño febril sobre la masculinidad frágil y la amenaza del aislamiento.

Y en 'The Northman' (El hombre del norte), de 2022, recuperó los mitos nórdicos simplificados en la serie 'Thor' de Marvel investigando meticulosamente la mitología elemental y haciendo que su viaje al Valhalla fuera lo más preciso posible.

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No se equivoquen: cuando Eggers se pone manos a la obra en un proyecto, lo investiga, lo detalla y se lo toma muy en serio. En su cuarto largometraje, no sólo rescata a los vampiros de la era sexy de la literatura juvenil y los devuelve a sus raíces góticas, sino que también exhuma un preciado cadáver cinematográfico.

'Nosferatu'
'Nosferatu' - Universal Pictures

Como indica el título, 'Nosferatu' es un 'remake' del clásico mudo del expresionismo alemán de 1922 'Nosferatu: Una sinfonía del horror' de F.W. Murnau, que se basaba en el 'Drácula' de Bram Stoker (y que también inspiró la versión de Werner Herzog de 1979). Fiel a su estilo, Eggers explora con diligencia la tradición vampírica para volver a contar la historia del Conde Orlok, un antiguo chupasangre rumano cuya obsesión por la esposa de un agente inmobiliario enviado a Transilvania para encontrarle una nueva propiedad causará estragos sangrientos.

En una de las raras desviaciones del material original, la apertura de este cuento de hadas gótico presenta al conde (Bill Skarsgård) mientras es despertado por Ellen (Lily-Rose Depp). Se establece una conexión espiritual involuntaria, y Orlok regresa años después para reclamar carnalmente a la doncella recién casada.

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Eggers da más protagonismo al personaje de Ellen en su versión, mientras que su marido Thomas Hutter (Nicholas Hoult) asume el papel de damisela en apuros. Funciona, pero aparte de ese retoque -así como el hecho de que Orlok tenga ahora bigote y el detalle, fiel a los mitos, de que los vampiros no van al cuello sino al pecho cuando se trata de saciar su sed- el resto de la película es extremadamente fiel al original. En cierto modo, hasta el punto de que el 'Nosferatu' de 2024 no es una ruptura radical, sino una narración bastante directa.

Mientras que los fans de Eggers pueden lamentar esta pronunciada reverencia por el material original, sobre todo porque el sentido único de la creatividad del director nunca se ha sentido restringido antes, la mordedura de Nosferatu satisfará a aquellos que deseen un folclore vampírico purista, más connotaciones sexuales, y un montón de primeros planos de Lily-Rose Depp en estados tanto de euforia como de agonía.

'Nosferatu'
'Nosferatu' - Universal Pictures

El colmillo más afilado de la película son sus efectos visuales y el diseño de producción. Dulce súcubo de los muertos vivientes, 'Nosferatu' es una gran fiesta para los sentidos. Cada escena es un cuadro escalofriante, en el que Eggers vuelve a trabajar con su director de fotografía Jarin Blaschke y el diseñador de producción Craig Lathrop. Sus esfuerzos combinados producen una asombrosa iluminación claroscura, siniestros juegos de sombras y composiciones detalladas que hacen de ésta una experiencia asfixiantemente bella.

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En cuanto a las interpretaciones, el reparto está repleto de estrellas (Aaron Taylor-Johnson, Emma Corrin, Willem Dafoe, habitual de Eggers), pero son Lily-Rose Depp y Bill Skarsgård los que más impresionan. Depp acalla por completo a los que temían que su (nefasto) papel en la (igualmente nefasta) serie El ídolo significara que no estaría a la altura, así como a los que hubieran querido que Anya Taylor-Joy (otra habitual de Eggers) interpretara a Ellen. Su físico es particularmente impresionante, ya que consigue contorsionar su columna vertebral y sus rasgos faciales de formas realmente espeluznantes.

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En cuanto a Skarsgård, completamente irreconocible, deja su propia huella como el hipnótico gul. Su Orlok no es un calco del de Max Schreck o Klaus Kinski, y su interpretación es, como habrán adivinado, lo más alejado de un seductor suave. Está podrido, es amenazador y realmente aterrador.

Ambas interpretaciones refuerzan la exploración de Egger de la pasión tóxica, en la que Eros y Tánatos se entrelazan, se vuelven indistinguibles y se vuelven francamente extraños. La actuación también refuerza los temas de control y compulsión, que culminan en algo incómodamente primario.

'Nosferatu'
'Nosferatu' - Universal Pictures

Aunque el meticuloso enfoque de Eggers pueda alienar a algunos espectadores, así como a los fans preexistentes que anhelan menos familiaridad, 'Nosferatu' sigue siendo un tour de force atmosférico. Es cierto que es más una "sinfonía de estilo" que una "sinfonía de terror", pero nadie más podría haber recuperado una de las mejores películas de terror de todos los tiempos con tanta seguridad.

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Ah, y por el amor de los cadáveres de vampiros que se marchitan al amanecer, sucumbe a la oscuridad en una sala de cine. Esa angustiosa partitura provoca pavor y requiere el mejor sistema de sonido. "Ven a mí", suplica entre lágrimas Ellen. Podría ser el mismo grito que sale del cine.

'Nosferatu' ya se ha estrenado en Estados Unidos, Francia y España, y llegará a los cines del Reino Unido, Irlanda y toda Europa continental el 1 de enero de 2025.