Hasta cuando le pega mal a la bola, Yordan Álvarez es vital para los Astros. ¿Cómo fue la venganza del cubano?

Cuando Yordan Álvarez conectó un batazo impresionante solo sirvió al final para llenar de gloria al jardinero central de los Rangers.

En un turno posterior le pegó mal a la pelota y remolcó un par de carreras que fueron como una estocada mortal en el corazón de Texas.

Álvarez fue parte integral de una ofensiva que despertó de manera potente para que los Astros vencieran 8-5 a los Rangers, en el tercer encuentro de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, y comenzaran la difícil tarea de la remontada tras perder los dos primeros encuentros en el Minute Madi Park.

Mucho se comentaba de la atrapada de Leody Taveras en la sexta entrada para robarle un casi seguro cuadrangular a Álvarez con un salto exacto y preciso sobre la cerca de la pradera central, que le permitió capturar la conexión del antillano antes de que fuera demasiado tarde.

El tunero solo atinó a reírse por lo bajo y no pudo dejar de admirar cómo Taveras recorría a toda velociddad 88 pies desde su posición inicial para despojarle del que hubiera sido su séptimo palo de vuelta entera en esta postemporada.

La venganza llegaría una entrada más tarde cuando Álvarez hizo un swing violento sobre un envío del zurdo Will Smith, quien veía con resignación como la bola -mal conectada- desplegaba una parábola lenta y extraña para caer en territorio de nadie entre los patrulleros derecho y central, que se habían retirado porque se trataba, nada más y nada menos, que del poderoso slugger cubano.

Esa conexión escuálida de Álvarez que remolcó dos anotaciones en el séptimo inning probaría ser muy importante, porque los Rangers siguieron luchando hasta el final y en la parte baja de ese mismo capítulo ripostaron con el segundo jonrón de Josh Jung en el choque para poner la pizarra 7-4, y en el octavo descontaron otra con un sencillo del cubano Adolis García.

Para este desafío los Rangers apostaron a Max Scherzer y la jugada no les salió bien.

El veterano lanzador subió al montículo, pero no contó con el veneno usual de sus envíos y fue aprovechado por los Astros cuyo ataque despertó con un José Altuve que disparó cuadrangular en el tercer capítulo, como muestra de que lo peor podría haber terminado.

Scherzer, quien fue adquirido en un acuerdo con los Mets, había estado fuera desde el 13 de septiembre con una distensión en los músculos del hombro derecho, pero tras una fuerte tarea de rehabilitación se declaró listo para volver a la acción en esta instancia de los playoffs.

Pero después de 36 días de su última presentación era evidente que los lanzamientos de Scherzer -solo se mantuvo cuatro entradas- no llevaban la movilidad acostumbrada y la ofensiva moribunda de los campeones defensores de la Serie Mundial comenzó a carburar de manera diferente, al punto que Álvarez, Altuve y Martín Maldonado remolcaron dos carreras cada uno.

Por su parte, los campeones contaron con un buen trabajo de Cristian Javier, quien no permitió un imparable hasta la quinta entrada y que solo toleró tres hits, incluido el primer vuelacerca de Jung, y dos anotaciones antes de darle paso al bullpen.

Como dice un viejo refrán del béisbol: no hay serie hasta que se gana en casa del equipo contrario, y los Astros al menos podrán respirar con cierta tranquilidad porque si en Houston las cosas no salieron como ellos querían, ahora hasta un batazo mal conectado de Álvarez les sirve para la victoria.