Peculiar ‘platillo volante’ descoloca a los astrónomos
Los astrónomos acaban de anunciar un peculiar hallazgo al que han llegado con la ayuda de la agrupación de telescopios ALMA, con sede en el desierto de Atacama (Chile) y la del telescopio de 30 metros IRAM en Sierra Nevada, Granada (España). Esa mancha lenticular doble y luminosa que véis aumentado en el recuadro de la imagen superior, corresponde a la joven estrella 2MASS J16281370-2431391, a la que por su peculiar forma han bautizado como “platillo volante”. Obviamente el objeto nada tiene que ver con una nave alienígena, en realidad muestra un disco protoplanetario ‘frío’, y esto es lo que ha llamado la atención de los científicos.
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Como es común en estrellas jóvenes, a alrededor de esta lejana estrella, situada a unos 400 años luz de la Tierra, pulula una nube compuesta por polvo a partir del cual, por agregación y coalescencia, irán formándose los futuros planetas que completarán su sistema solar.
Un equipo internacional de astrónomos, con el francés Stéphane Guilloteau a la cabeza, se encargó de medir la temperatura de los granos de polvo que rodean a esta estrella. Para ello observan el resplandor de las moléculas del monóxido de carbono presentes en el disco protoplanetario. Para su sorpresa se encontraron con algo extraño y físicamente imposible, señales negativas.
La estrella 2MASS J16281370-2431391 no se observa del todo nítidamente, por no tener detrás una región negra que la haría resaltar. En lugar de eso la silueta de la estrella se interpone entre nosotros y la visión que tenemos de la nebulosa Rho Ophiuchi, que está detrás. De alguna forma, el disco protoplanetario absorbe el resplandor difuso de la nebulosa dando lugar a la señal negativa. Esto significa que algunas partes del disco están más frías que el fondo.
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Y cuando decimos frias, debemos decir muy frías. Las temperaturas medidas por ALMA hablan de -266ºC, es decir apenas 7 grados por encima del cero absoluto. Los modelos que los astrónomos manejaban hasta ahora estimaban que la temperatura debería ser entre 8 y 15ºC más caliente. Puede parecer una diferencia pequeña, pero para los modelos que emplean los astrónomos ahora en el campo de la formación planetaria, en realidad es enorme.
¿De donde procede esta discrepanacia? Los astrónomos creen que es demasiado pronto para saberlo pero teorizan que podría tener que ver con el tamaño de los granos que forman el disco protoplanetario, donde cuanto más grande más frío.
Está claro que toca revisar los modelos. Los astrónomos aún desconocen el impacto de su descubrimiento, podría ser que la temperatura del disco protoplanetario tuviera una relación con el tamaño y características de los planetas que finalmente acaban formándose, e incluso con la distancia a la que estos se forman de su estrella madre.
De momento y por hacer un juego de palabras, lo medido alrededor de esta estrella ‘ha dejado frios’ a los astrónomos. Está claro que hacen falta más estudios sobre la materia.
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Me enteré leyendo la nota de prensa de ESO (Observatorio Austral Europeo).