Patricia Bullrich: “No veo un dilema entre Pro y la UCR, sino sobre gobernar con firmeza y no volver a quedarnos cortos”

La líder del Pro Patricia Bullrich, en LN+
"Hubo una enorme tristeza por la sensación de que nosotros [por el gobierno de Cambiemos] nos quedamos muy cortos, que no nos animamos a un cambio contundente", dijo Patricia Bullrich durante su recorrida por Uruguay

PUNTA DEL ESTE.– “Personalidad”, “carácter” y “firmeza”: para la presidenta del Pro, Patricia Bullrich, eso es lo que demanda el electorado del cambio y eso es lo que definirá la próxima elección. Ella aclara –y dice que sin soberbia– que es quien cuenta con las características necesarias para cumplir ese rol. Afirma que el cambio deberá ser duro y rápido, para no caer en lo que sufrió el gobierno de Mauricio Macri: “quedarse corto”. Sin gre-gre para decir Gregorio, la exministra de Seguridad transmite esa visión a muchos argentinos que se fueron de su país y están conformes con las condiciones que les ofreció Uruguay, tanto para vivir como para manejar sus negocios desde esta república.

Mientras avanzaba el escrutinio de Brasil, Bullrich habló con LA NACION de su recorrida por Punta del Este y Montevideo, de la interna de Juntos por el Cambio y la próxima elección para el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, donde quiere que Pro no ceda su lugar a otros socios de la coalición.

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Durante la tardecita gris de un día para estar encerrado en casa, Bullrich aprovechó para mantener reuniones con argentinos que se han mudado a Uruguay pero que de alguna manera tienen un pie de uno y otro lado del río. Son argentinos que dijeron basta a “la grieta”, a la distorsión de una economía enredada y que sienten tóxica, según expresan en las reuniones sociales que se repiten en el este uruguayo.

–¿Sobre qué hablaron en estas reuniones?

–En primer lugar, acá en Punta del Este estamos teniendo una serie de reuniones con el objetivo de que todos los argentinos que han venido a radicarse a Uruguay sepan que hay una alternativa para su país. Y poder contarles el plan de trabajo y los objetivos que tenemos para la Argentina. Hablarles sobre las propuestas y el plan, y sobre el equipo de gobierno que estamos armando. Queremos entusiasmarlos para que comiencen a mirar la posibilidad que tienen en el futuro de la Argentina y así llegar a muchos que se han venido a Uruguay para que piensen en su país.

–¿Con qué empresarios pudo reunirse?

–Nos piden cuidar el nombre y quiénes son, y tenemos que respetar eso, pero son reuniones con muchos argentinos, como para trabajar ese conocimiento.

–Más que atraídos por Uruguay, se han ido escapando de la Argentina; ¿le comentan eso?

–¡Huidos! Claro. Salieron huidos de la Argentina. Estamos en una situación del país muy mala, y lo que vinimos a hacer es que conozcan de primera mano nuestro objetivo, que es lograr una Argentina que tenga una simplificación y lograr un desmalezamiento (normativo). Hoy, con una Argentina muy corporativa, que está hecha a medida de intereses concretos y eso precisa que haya tabla rasa para simplificar, porque eso influye mucho en el costo argentino. Tenemos que ir a un panorama impositivo favorable a la inversión y bajar los desfavorables, como los de Ingresos Brutos, las retenciones, los que van sobre las transacciones bancarias.

–Los argentinos que se mudaron sienten que no será fácil cambiar eso.

–La Argentina precisa aumentar la tasa de empresas por habitante. Un cambio en la judicialización laboral, las reglas sobre los pasivos laborales, para ir a un modelo de simplificación que permita tomar trabajadores, que haya más empleo. Porque hoy el que toma personal tiene mucho miedo a las consecuencias judiciales. El cálculo que tenemos es que hay dos millones de puestos laborales que no existe la capacitación necesaria o porque lo frena la judicialización.

–¿Es un problema de reglas y de formación laboral entonces?

–Hay que mejorar la formación y hacer un macheo entre lo que se necesita para el mercado laboral y lo que se forme en el país. Los comentarios de los argentinos son que se han sentido expulsado del país, que el país los ha perseguido por distintas cosas, que los han engañado. Por ejemplo, con lo del plan de blanqueo y el posterior cambio en las condiciones. Trabajar es mucho más difícil. ¡Es lo mismo que te dicen los que están allá! Los que se vinieron, salieron por sufrir lo mismo que dicen los que se quedaron. En las reuniones he viso que hubo una enorme tristeza por la sensación de que nosotros [por el gobierno de Cambiemos] nos quedamos muy cortos, que no nos animamos a un cambio contundente .

–¿Eso se lo reprochan?

–Sí, totalmente. Eso lo dicen así. Aunque muchos de los que están acá en Uruguay son amigos de Mauricio (Macri), o tienen una relación tan cercana, pero eso te lo dicen, lo sienten así.

–Ante la baja popularidad del Gobierno, se notó que la oposición se entusiasma con volver y comienza a mostrar roces, choques, fisuras. ¿No le cuestionan eso?

–Pero también yo les cuento que nosotros hemos salido al primer plano con mucha anticipación por el deterioro muy rápido del Gobierno. Es tan inexistente el Gobierno que nos lleva a aparecer fuerte . Y ante la mínima apreciación nuestra, alguien sale y otro comenta. Pero hay que entender que dentro de la coalición hay distintas corrientes, que se dan dentro de programa común, y con diferentes ideas sobre cómo se ha de encarar la salida. Por eso, para definir eso, están las PASO, con una selección de candidatos y eso es bastante claro.

–En ese sentido, su propuesta es de cambio fuerte

–Hay que desplegar el cambio desde el principio; hay que generar leyes que deroguen las trabas que tiene Argentina. Hay que hacer cambios en el Banco Central, porque precisamos certeza económica, protección a las inversiones, condiciones favorables al campo, a la energía y el gas, donde hay oportunidades enormes para Argentina. Hay que lograr condiciones favorables con la región, porque hoy hay desventajas con el tipo de cambio y con normas que traban las inversiones. Es necesario generar un horizonte claro. Con el bimonetarismo, Argentina es el primer país con billete dólar del mundo y va a permitir una posibilidad de lograr transacciones que se hacen en dólar hoy, pero que tienen riesgo por lo que establece el Código Civil.

–En estas horas se da un debate sobre las candidaturas para la ciudad de Buenos Aires. ¿Usted cree que si Larreta apoya a Martín Lousteau está “entregando la Ciudad”?

–Pienso que no se trata de entrega o no, sino que que para el Pro la ciudad de Buenos Aires es muy importante, porque ahí comenzó la carrera de Mauricio y porque además hay que trabajar para la continuidad y profundización de la gestión. Para nosotros es importante que Pro continúe y eso hay que defenderlo como partido. No sé cuál será la decisión que va a tomar Larreta, pero creo que [el apoyo a Jorge Macri] le generó a Larreta un adelantamiento de sus decisiones y Lousteau salió amenazando con que puede ser candidato a presidente

–Usted apoya a Jorge Macri

–Yo apoyo que sea alguien de Pro; que la definición sea del partido. El que mejor asoma es Jorge Macri, pero lo que me interesa es que el distrito siga en manos de Pro, de la misma manera que Gerardo Morales quiere que Jujuy siga siendo del radicalismo. Todos estamos en ese juego, pero respetando una línea política común, que es lo importante.

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–¿Qué opinión tiene del acto de la UCR de este sábado?

–No lo pude ver (estaba en Uruguay), pero hoy he hablado con Gerardo Morales, le mandamos una carta. El radicalismo está en posición de fortalecerse y de mejorar el “animus societatis”. Están muy en la defensa de sus banderas y me parece que ese juego es comprensible, más allá de que siempre tiran alguna chicanita, pero ellos están tratando de pararse y uno entiende . Ahora, también siento que el elector que viene del radicalismo está muy cerca de mí y veo que gran parte del radicalismo va a trabajar con nosotros. Ya tenemos mucho y cada vez más. No veo un dilema entre Pro y la UCR, sino sobre cómo se gobierne el país, con qué personalidad, con qué carácter, con qué firmeza . Esa es la discusión, no tanto de si hay extremos o no, sino sobre la necesidad de una Argentina que cambió, pero no tuvo personalidad y carácter, y entonces volvió al peronismo .

– En estas conversaciones con argentinos en Uruguay, ¿le transmiten esa inquietud?

–¡Claro! Esa es la base, esa es la inquietud y la preocupación. Yo creo que he demostrado fortaleza, de que no me doblan, no me quiebran . Tengo una fortaleza distinta, quizá por historia, y lo digo sin soberbia. Pero siento que eso le importa al electorado y que al final será lo que marcará la elección.