La patria llora por sus hijos, un reflejo del dolor

Juan Carlos Cortés

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 19 (EL UNIVERSAL).- Ante las más de 100 mil personas desaparecidas en el país, la Iglesia católica develó en la parroquia de los Santos y San Damián, en la Ciudad de México, la escultura La patria llora por sus hijos.

Esta sombría y nostálgica escultura, arrodillada en la entrada de la parroquia, representa a una mujer de rostro triste que se lleva una mano al pecho mientras la otra la estira al aire. La pose reflexiva asemeja una oración, pero al mismo tiempo proyecta cansancio al estar buscando a alguien bajo tierra.

En palabras del padre José de Jesús Aguilar, subdirector de Radio y Televisión del Arzobispado de México, esta escultura representa a todas las madres y familiares de personas desaparecidas, que con un destino incierto al que nunca llegaron, y que con esperanzas de volverlos a encontrar, recorren hospitales, clínicas, delegaciones, e incluso, funerarias.

Sin embargo, el padre resaltó que al constatar que no están sus seres queridos, con dolor e incertidumbre e impotencia se preguntan: "¿Qué les pasó?".

"¿Fueron víctimas de un secuestro?, ¿fueron raptados por tratantes de personas?, ¿fueron obligados a unirse a redes del narcotráfico o prostitución?, ¿fueron víctimas del algún asalto o violación?, o finalmente asesinados.

"Con un corazón destrozado dolor, incertidumbre e impotencia se preguntan si aún viven, ¿dónde están? Y si fueron privados de la vida, ¿dónde se encuentran los restos?, ¿de qué manera fueron sepultados", mencionó.

Con esas duras palabras, el padre Jesús Aguilar, después de la homilía de este domingo, explicó a los asistentes a la misa el motivo de la develación de la sombría escultura.

Con paso lento, atravesó el pasillo central de la parroquia, acompañado de un trompetista, quien antes de la develación y bendición de la pieza, hizo sonar su instrumento.

El acto, con la nostalgia que evoca recordar a personas desaparecidas, estuvo acompañado las decenas de creyentes que acudieron a la misa, quienes junto al padre, oraron en voz alta un Padre Nuestro, para dar paso a la develación y bendición de la escultura.

"No se trata de una acto político, es un acto de conciencia y solidaridad con los familiares, porque si bien no todos los desaparecidos son católicos, muchos de sus familiares sí necesitan de un apoyo más allá del legal, de búsqueda, es algo que los fortalezca en su interior", comentó a EL UNIVERSAL.

Resaltó que la escultura representa a todas las madres, esposas, hijas, hermanas, familiares o compañeras, pero al mismo tiempo, a la patria que llora por sus hijos desaparecidos y por los hijos de otras naciones que desaparecieron en territorio mexicano.

Explicó que está orientada hacia la puerta de la iglesia en representación de tantas oraciones elevadas al cielo para encontrar al ser querido, vivo, pero si no fuera el caso, por lo menos, muerto para darle una digna sepultura.

Durante la celebración religiosa, el padre José de Jesús Aguilar pidió a los asistentes orar por las personas desaparecidas en el país.

"No podemos ir a buscar como sus padres o madres en los estados, pero por lo menos nos unimos en una acción de oración para la gente que desaparece: niños, niñas, padres, madres, abuelos y por lo menos que encuentren los restos de quien están buscando", mencionó.

En el acto religioso, el padre también pidió orar por el Presidente, gobernadores y alcaldes, para que realicen un mejor gobierno en sus dependencias.

"Pedimos por el Presidente, gobernantes y representantes de las alcaldías para que hagan lo que tienen que hacer, cuestiones como la del Metro, las violencias o desapariciones, y hagan lo que tengan que hacer", expresó.

Dijo que no podemos permanecer insensibles, ajenos y pasivos ante esta realidad, y por ello, develó la escultura como testimonio y denuncia de lo que se vive.