Cómo fue que el patinaje sobre ruedas impulsó la carrera artística de Maxwell Alexandre

Con la agilidad y la velocidad del patinador en línea profesional que fue, el pintor brasileño Maxwell Alexandre, de 32 años, ascendió rápidamente en el mundo del arte. Creció en la favela Rocinha de Río de Janeiro, donde sigue viviendo, le mostró su obra al público por primera vez en una exposición colectiva en la sucursal carioca de la galería Fortes d’Aloia & Gabriel en agosto de 2017.

Apenas cinco años más tarde, después de exposiciones individuales en el Palais de Tokyo de París y en la galería David Zwirner de Londres, tendrá su primera exposición individual en Norteamérica en el Shed de la ciudad de Nueva York, que se podrá visitar del 26 de octubre al 8 de enero de 2023.

“Pardo é Papel: The Glorious Victory and New Power” muestra figuras negras a gran escala, trazadas con nitidez, vestidas por lo general con prendas urbanas y a menudo con el cabello rubio decolorado. Alexandre incluye referencias a la cultura local, como los dibujos de las albercas inflables, conocidas como “albercas Capri”, que se encuentran en los patios y tejados de Rocinha. Con un estilo pictórico que recibe la influencia de sus predecesores estadounidenses, Barkley L. Hendricks y Kerry James Marshall, prefiere los pigmentos económicos y fáciles de conseguir: crema para calzado, barras de óleo pastel, pintura para paredes y carbón.

Además de formar parte de un grupo de jóvenes artistas figurativos negros de Brasil, entre los que se encuentran Antonio Obá, Dalton Paula y Hariel Revignet, trabaja con rapidez sobre papel de estraza, conocido como pardo, una palabra en portugués que también tiene un significado con carga racial. En una sociedad en la que históricamente se ha discriminado a la piel más oscura, los afrobrasileños se autodenominan pardos… no negros, sino morenos.

Alexandre, quien lleva un arete en el tabique y rastas, estuvo en Nueva York este verano para estudiar el espacio de la exposición en el Shed y decidir cómo dispondría sus ilustraciones de 3 metros de altura con pinzas desde el techo para crear pasillos. Los visitantes avanzarán a través de estos corredores bordeados de papel y se encontrarán cara a cara con figuras dibujadas en tamaño natural, en una instalación que Alexandre considera parte de la obra. Con uno de los responsables de su estudio, Raoni Saporetti, como intérprete, Alexandre (cuyo dominio del inglés es lo suficientemente bueno como para corregirlo de vez en cuando) habló de su vida y su carrera.

A continuación, presentamos extractos de nuestra conversación.

P: ¿Cómo te convertiste en artista?

R: Antes de empezar a pintar, patinaba. Es una de las cosas más difíciles de identificar en mi infancia, el momento en el que empecé a sentir esas ganas de ser diferente a los demás. En Rocinha, les gusta el fútbol o el bodyboard y la patineta. Los patines no son populares. A mí me gustaban los videojuegos y jugaba “Sonic Adventure” de Dreamcast. Había un erizo negro llamado Shadow y usaba unos patines futuristas. Yo me consideraba un personaje. Desde que era niño, nunca quise reducir mi vida a conseguir un trabajo, casarme y tener hijos e ir a trabajar todos los días. Una manera de eludirme eran los videojuegos.

P: ¿Por qué te identificas con Shadow?

R: Uno de los aspectos por los que me gusta que Shadow sea negro es que de pequeño no era muy consciente de ser negro. Mi madre solía decir que nací blanco y me fui oscureciendo. De pequeño, decía, tenía el cabello lacio y los ojos azules. Empecé a ponerme cada vez más negro y mi cabello empezó a rizarse.

P: ¿Cómo describirías Rocinha?

R: Como una comunidad independiente. Puedes trabajar, comer e ir de compras, hacer de todo en Rosinha. En los últimos 20 años, las relaciones laborales la han abierto. La gente empezó a trabajar en un restaurante de Leblon [un vecindario de playa acaudalado y situado debajo de la favela de la ladera] y se inauguró un restaurante japonés en Rocinha. Una mujer joven regresa y conoce distintas maneras de vestirse. Los 12 años de gobierno de izquierda con un obrero en el poder [el Partido de los Trabajadores gobernó Brasil desde 2003 hasta 2016] también cambiaron las cosas con tantas políticas de inclusión de los negros. El internet empezó a darles acceso a ideas e ideales más universales. Se escuchaba lo nuevo en cuanto a feminismo o racismo. Cada vez más personas alzaban la voz.

P: ¿Estas inquietudes políticas te motivaron a retratar temas concernientes a la población negra?

R: No fue una elección política, sino un autorretrato. Soy negro, pinto a gente negra. Las cuatro primeras pinturas que hice respecto al tema pardo fueron autorretratos hechos antes de conocer el significado de pardo. Nunca quise tener una bandera de identidad de persona negra en la favela, sino que se trataba de mi propia identidad. Después de hacerlo, me quedé anclado en esta categoría.

P: ¿De qué manera influyó Kerry James Marshall en ti?

R: Solo estudiando las obras y las charlas de Kerry James me di cuenta de que había una falta de representación. Si le pedías a un niño negro que dibujara a una persona, él dibujaba a una persona blanca. Me di cuenta de la violencia de no ver la representación del cuerpo negro en el arte, en los videojuegos y en los muñecos. Solo con ver su obra, en la que todos los personajes son negros, detonó algo en mí. Yo sabía que Marshall no era el primero, pero que lo hacía con una gran intensidad y minuciosidad y una comprensión de la pintura.

P: ¿Te parece bien que te relacionen con otros pintores de la representación negra en Brasil?

R: Me gusta el término “representación negra”. Está cambiando a diario, me gusta pensar que es casi como un movimiento y me gusta ser un tipo importante en la vanguardia de este. Veo que hay un momento previo a la representación negra en Brasil y uno posterior. Ahora todos los pintores negros de Brasil pintan así.

Q: ¿Hay algún inconveniente en formar parte de un grupo?

R: Me he beneficiado porque la representación negra es una tendencia, llega en un buen momento y ha hecho avanzar mi carrera; sin embargo, me siento avergonzado e incómodo por todas las expectativas. Quiero seguir adelante. Por un lado, el mercado está preparado para recibir y vender a los artistas que abordan estos temas, porque se trata de un hueco que hay que llenar, y es mucho más probable que tengas éxito si trabajas este tema que si quieres abordar el ritmo y el vacío. No obstante, limitas la posibilidad expresiva de los jóvenes artistas negros. No hay representación blanca; no existe porque las personas blancas han representado a la imagen de la gente blanca durante tanto tiempo que pueden avanzar hacia lo sublime.

Q: ¿Hacia dónde se dirige tu obra?

A: The Shed ya muestra mi nueva dirección. Las primeras pinturas en la sección “New Power” abordan la tranquilidad y soledad con tus pensamientos y con la ensoñación. En las pinturas nuevas hay menos cuerpos. Tal vez será más pardo, habrá más imágenes blancas, y luego habrá crema para calzado que cubra la tranquilidad y el poder blancos. Se convierte en algo abstracto, que me gustaría hacer con más frecuencia.

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