Una patada infernal fue lo que necesitó el campeón ligero para retener su corona en la UFC 294 ante el Grande

Alexander Volkanovski creía firmemente que había vencido a Islam Makhachev la primera vez que se enfrentaron. El australiano afirmaba que en su segunda cita no quedaría duda sobre quién era el mejor peleador libra por libra de las artes marciales mixtas.

Pero las cosas no pudieron ser más diferentes en Abu Dhabi, cuando Makhachev se impuso el sábado en la tarde por nocaut en el primer asalto para retener su faja ligera en el evento UFC 294, empujando al abismo al todavía rey del peso pluma.

“Obviamente, una gran preparación y una buena patada”, comentó Volkanovski sobre Makhachev. “Claro que es duro. No me gusta perder. Me hace daño. Es un gran campeón. Me respaldo a mí mismo cada vez, siempre apóyate a ti mismo’‘.

Sin duda, Volkanovski tenía atenuantes como haber tomado la pelea con 11 dias de antelación, después de que el rival original de Makhachev, Charles Oliveira, se viera obligado a abandonar el combate por lesión encima del ojo que requirió varios puntos de sutura.

Por otra parte, Volkanovski se arriesgó mucho al aceptar el combate contra alguien que ya le había ganado en su casa para conseguir una pelea que deseaba desde que a Makhachev le levantaron la mano victoriosa en febrero pasado.

Ambos se trabaron en el clinch durante gran parte del combate, en el que Makhachev se mostró mucho más eficaz que en la primera pelea que terminó de manera favorable al “Grande’‘, que en aquella ocasión luchó con más inteligencia.

En esta ocasión, Makhachev fue capaz de forzar a Volkanovski y asestar algunos buenos golpes, incluidos rodillazos a la cabeza que tal vez apresuraron demasiado el plan de trabajo del australiano, decidido a forzar la acción en busca de alguna sorpresa temprana.

Pero para pesar de Volkanovski, después de que se separaran, Makhachev asestó una gran patada en la cabeza y una ráfaga de golpes en el suelo para forzar la detención del combate a los 3:06 del primer asalto y confirmar al ruso como el legítimo rey de las 155 libras.

“Primero le enseñé las patadas bajas y las patadas al cuerpo, y luego cambié a las patadas altas”, explicó Makhachev sobre el final. “Este es todo el plan que hemos entrenado. Este tipo es un verdadero campeón. Va a pelear los cinco asaltos, nunca se rinde. Es un auténtico campeón. Gracias, Alex”.

Con este capítulo completamente cerrado, Makhachev dejó claro que él no elige oponentes y le dijo al presidente de la UFC, Dana White, que “me den a alguien”, que bien pudiera estar en la reanudación de la revancha contra Oliveira o el campeón BMF Justin Gaethje, quien también asistió a Abu Dhabi.

Mientras tanto, un decepcionado Volkanovski por la forma en que se desarrolló la pelea, pero dejó en claro que quería volver a pelear tan pronto como se curaran los cortes en su rostro, aunque eso es algo que no depende enteramente de él.

“Sólo quiero decir a la UFC, por favor, mantenganme ocupado’‘, agregó el australiano, a quien se le vincula con un choque frente a Ilia Topuria a principios del 2024. “No me va bien cuando no estoy luchando. Tenía que aceptar esta pelea porque no pelear me estaba haciendo polvo la cabeza”.