‘Esto pasa en Cuba, tengo derecho a hablar’: Acalorada discusión en Hialeah termina en expulsión
Las sesiones del Concejo del Hialeah suelen tener poco debate, pero la noche del martes 12 de diciembre, bajo la nueva presidencia de Jesús Tundidor, se distinguió por gritos, improperios y la expulsión de un residente del Ayuntamiento.
José Azze, activista de Hialeah y ex empleado de la ciudad, tiene meses quejándose frente al Concejo municipal y la Comisión de Ética de Miami-Dade de que la ciudad “mintió” al intercambiar el parque Three Friends por una vivienda unifamiliar, como concesión a un proyecto de Navarro CVS que promete mejorar la zona sur de la municipalidad.
En dicha sesión, Azze acompañado de su madre Justa y su hermana Elisa, quería exponer que el parque está abierto para los residentes y representa un valor incalculable para la comunidad, pese a que la administración aseguraba que el lugar está “abandonado”.
En un intercambio de palabras, el alcalde Esteban Bovo Jr., le dijo a Azze que no iba a alentar “su juego”, que siguiera yendo a la Comisión de Ética de Miami-Dade, que “visitaba con frecuencia”, donde habían “desestimado sus alegatos”.
Azze, de 59 años, ex empleado del Departamento de Parques y Recreación, le respondió “no mientas, está en los registros públicos”, a lo que el alcalde le gritó: “tú eres el mentiroso, tú eres el mentiroso, tú eres el mentiroso”.
Luego Bovo se levantó de su asiento y se retiró momentáneamente.
El residente continuó increpando al alcalde, “si eres una persona tan honorable por qué no hablas con el Nuevo Herald, con Univision, con Telemundo, así de honesto eres, ¿verdad?”.
Durante varios minutos Azze dijo a los concejales que quería exponer cuatro fotos que tenía del parque, imágenes que Brigette Leal, asistente de la Secretaría Municipal, en sustitución de la titular, Marbelys Fatjo, dijo que su oficina no había recibido.
Azze aseguró que era un plan de la ciudad para evitar que él expusiera su opinión sobre el parque. El concejal Tundidor le pidió que le diera la oportunidad a otros residentes de hablar, pero este se negó.
El jefe de la Policía de Hialeah, George Fuente, se acercó junto con otros agentes mientras Azze gritaba “no me voy a ir, tengo derecho a la Primera Enmienda (libertad de expresión), esto pasa en Cuba, tengo derecho a hablar”.
La concejal Mónica Pérez, que hasta la sesión anterior fue la presidenta del cuerpo legislativo, intercedió por Azze para poder visualizar los archivos que había enviado. Sin embargo, eso no impidió que la policía lo expulsara.
Azze dijo a el Nuevo Herald posteriormente que el intercambio del parque no era beneficioso para los residentes.
“Van a pavimentar el parque, no hicieron un estudio de la biodiversidad, los animales que hacen vida en ese parque no van a poder seguir allí cuando lo conviertan en un estacionamiento”, argumentó Azze.
En la audiencia de la Comisión de Ética condal del 10 de octubre a la que el alcalde y Azze hacen referencia, uno de sus comisionados, Nelson Bellido, dijo “al final el comité de planificación y zonificación tomó la decisión de proceder con el derecho que tiene, pero obviamente, parece ser (una batalla de) David contra Goliat”.
Antes de que el altercado ocurriese, Elisa Azze, la hermana del ex empleado municipal, dijo que presentarían una moción judicial preliminar contra la ciudad, que detendría cualquier acción sobre el parque en disputa.
“Le pediremos a un juez que investigue los hechos, documentos y falsos actos asociados con la adquisición de Three Friends Park por parte de CVS”, leyó Elisa Azze.
A su juicio, dicha medida servirá para que los los tribunales devuelvan el parque Three Friends a sus propietarios, “los residentes que han estado pagando impuestos desde 1925, y a las generaciones futuras”.
Por qué expulsaron a un residente de la alcaldía de Hialeah
Al finalizar la sesión, el Nuevo Herald conversó con tres de los siete concejales, para entender lo que había ocurrido.
Tundidor explicó que ellos tienen reglas para dirigir el Concejo. “Azze se estaba convirtiendo en un obstáculo para manejar la reunión que tenía una agenda larga”.
El presidente del Concejo enfatizó que en el momento “en el que dejas que una persona así falte el respeto y tome control del Concejo, todos van a pensar igual”.
De acuerdo con Tundidor, el único deber que tiene el presidente de Concejo es mantener orden en la reunión. “No voy a dejar que una persona venga con insultos a impedirme hacer el trabajo, él se estaba burlando del protocolo y las reglas de Hialeah”, dijo.
El concejal Bryan Calvo salió de la sesión luego de que Azze fuese expulsado y conversó con él en el vestíbulo mientras esperaban conocer que pasaría con él.
Azze no fue detenido aunque se le abrió un expediente policial por acciones “disruptivas” y perder el “decoro”, según la policía.
Calvo considera muy desafortunado lo que pasó.
“Este es un país de libertad de expresión, tantas personas de Hialeah vinieron a este país para escapar de ese mismo tratamiento del gobierno”, dijo Calvo.
El concejal cree necesario que el alcalde y el concejal Tundidor “le pidan disculpas públicas al señor Azze”.
Por su parte, la concejal Angélica Pacheco se mostró en contra de la manera en la que fue tratado Azze por sus colegas dirigentes.
“Fue tratado como un criminal, cuando es un residente que está defendiendo un parque que le pertenece a todos los contribuyentes”, dijo Pacheco. “Estamos para representar y ayudar a la comunidad, no para silenciarlos y humillarlos”.