La participación demócrata experimentó una gran caída en 2024. ¿Qué pasó?
Muchos demócratas no acudieron a votar al ritmo que lo hicieron en 2020, cuando desbancaron a Donald Trump, según un análisis de los datos electorales.
Los votantes de los bastiones liberales de todo el país, desde el centro de las ciudades hasta las zonas suburbanas, no acudieron a votar por la vicepresidenta Kamala Harris al mismo nivel que lo habían hecho por Joe Biden hace cuatro años, lo que colaboró significativamente a su derrota frente a Donald Trump, según un análisis del New York Times de los datos electorales preliminares.
Las cifras ayudan a completar el cuadro de la contundente victoria de Trump y muestran que no representaría el rotundo respaldo a su agenda que sugiere la votación final del Colegio Electoral. Trump ganó la Casa Blanca no sólo porque hizo que sus partidarios salieran a votar y convenció a los escépticos, sino también porque muchos demócratas se abstuvieron de participar en estas elecciones, presumiblemente desanimados por ambos candidatos.
Los condados con las mayores victorias demócratas en 2020 dieron 1,9 millones de votos menos a Harris que a Biden. Los condados más republicanos del país dieron 1,2 millones de votos adicionales a Trump este año, según el análisis de los 47 estados en los que el recuento de votos se ha completado en gran parte.
La caída abarcó aspectos demográficos y económicos. Fue evidente en los condados con mayores tasas de crecimiento del empleo, en los que enfrentan más pérdidas de empleo y en los de mayor porcentaje de votantes con estudios universitarios. La participación también bajó en grupos tradicionalmente fuertes para los demócratas, como las zonas con un gran número de votantes cristianos negros y judíos.
El descenso en ciudades clave, como Detroit y Filadelfia, hizo excepcionalmente difícil para Harris ganar los estados disputados como Míchigan y Pensilvania.
Esta caída es un cambio extraordinario para los demócratas, quienes, motivados por la sorpresiva victoria de Trump en 2016, habían participado en las urnas en cantidades asombrosas en las tres elecciones posteriores. Redujeron su poder en Washington en 2018, lo destituyeron en 2020 y derrotaron a muchos de los candidatos que él había escogido personalmente para las contiendas electorales de 2022.
Los demócratas dijeron que necesitan una nueva forma de volver a atraer a los votantes que están fatigados por el mensaje anti-Trump y desconfían de ambos partidos.
Las razones detrás de la caída son diversas. Por un lado, se podría esperar un cierto retroceso tras la participación récord en 2020, a la que contribuyeron los cambios en las reglas por la pandemia que aumentaron el voto por correo.
Algunos analistas señalan que Harris fue simplemente la última víctima política de una tendencia global pospandémica que favorece a los contrincantes, sin importar su orientación política, en lugares como Japón, Sudáfrica, Corea del Sur y el Reino Unido.
Pero los estrechos resultados en los estados clave indican que los demócratas tuvieron la oportunidad de hacer retroceder a Trump una vez más. Algunos funcionarios del partido dijeron que Harris no tuvo tiempo suficiente para revisar la campaña después de reemplazar a Biden, cuya popularidad se ha desplomado desde su victoria en 2020.
Otros fueron más críticos con el mensaje de la vicepresidenta y sugirieron que la campaña estaba persiguiendo fantasmas al intentar atraer a los votantes republicanos transversales haciendo campaña con conservadores como Liz Cheney y hablando de amenazas a la democracia. En cambio, dijeron estas personas, la campaña de Harris debería haber dedicado más tiempo a hablar de cómo sus políticas económicas afectarían a una parte importante, pero descontenta, de su partido.
Las diferencias estructurales entre las operaciones republicanas y demócratas también pueden haber influido. La campaña de Harris, que disponía de abundante dinero, se basó en un programa tradicional de participación electoral que situaba a miembros del personal de campo en oficinas de campaña en todo el mapa de los estados en disputa. Hasta cierto punto, los datos sugieren que el programa funcionó; Harris ganó más votantes que Biden en cuatro de los seis estados en disputa donde el recuento está casi completo. Pero ese aumento se vio eclipsado por los avances de Trump.
El expresidente aprovechó las nuevas normas electorales federales que, por primera vez, permitieron que las campañas se coordinaran directamente con grupos externos enfocados en impulsar a los votantes a las urnas. Elon Musk, el hombre más rico del mundo, invirtió 175 millones de dólares en campañas para America PAC, cuyo equipo en realidad siguió las órdenes de la campaña de Trump.
“Es realmente una cuestión de estrategias”, dijo Donna Brazile, expresidenta del Comité Nacional Demócrata. “Trump tenía material más atrevido y contundente que comunicaba constantemente en mítines, pódcasts y otras apariciones. Los demócratas intentaron competir en siete estados en disputa y dar por terminado el proceso”.
Abrumados en los estados disputados
En Pensilvania, el mayor premio electoral en el mapa de los estados disputados, la victoria de Trump recibió un impulso descomunal e inesperado en los cinco condados con el mayor porcentaje de demócratas registrados: Allegheny, Delaware, Lackawanna, Montgomery y Filadelfia.
Harris ganó en estos condados, pero no por los márgenes necesarios para superar las zonas del estado con predominio republicano. La participación total fue inferior a la de 2020 en los cinco bastiones demócratas, lo que podría explicar en parte por qué Harris recibió 78.000 votos menos que Biden. Trump sumó 24.000 votos a su total en estos mismos condados.
Esta diferencia dejó a Harris con pocas posibilidades de ganar en Pensilvania. El margen de victoria de Trump en el estado, hasta el domingo, era de unos 145.000 votos.
En Wisconsin, la tasa de participación de los votantes en general estaba entre las más altas de cualquier estado. Pero los votantes de los condados con mayoría demócrata simplemente no pudieron seguir el ritmo de las ganancias de sus contrapartes republicanas.
En los ocho condados que incluyen Milwaukee, Madison y los suburbios circundantes, Harris superó los totales de Biden por unos 20.000 votos. Pero Trump obtuvo aproximadamente la misma cantidad. En el resto de Wisconsin, los demócratas fueron derrotados.
En Míchigan, la victoria de Trump fue principalmente resultado de la caída en el condado de Wayne, donde se encuentran Detroit y suburbios diversos como Dearborn y Hamtramck, que suministran al estado su fuente más importante de votos demócratas.
Aunque Harris ganó fácilmente en el condado de Wayne, lo hizo con 61.000 votos menos que Biden, una caída de alrededor del 10 por ciento, mientras que Trump sumó 24.000 votos, un salto de alrededor del 9 por ciento.
Ese cambio limitó las esperanzas de Harris de ganar en Míchigan, donde Trump llevaba una ventaja de unos 81.000 votos.
Branden Snyder, un organizador liberal en Detroit, dijo que había tenido conversaciones con otros activistas en las últimas semanas de la contienda sobre lo extraño que les parecía que Harris llevara a Cheney, una exmiembro republicana de la Cámara de Representantes de Wyoming, a la campaña electoral en Detroit. Muchos votantes progresistas de la ciudad veían a Harris como una centrista, dijo, y tal vez les hubiera ido mejor escuchando a un compañero liberal que pudiera explicar por qué deberían estar entusiasmados por apoyar a la vicepresidenta.
Dijo que recordaba vívidamente haberse dado cuenta de que los demócratas estaban en problemas durante el último fin de semana de la contienda, cuando estaba tocando puertas en el lado este de Detroit y no pudo persuadir a una mujer negra de mediana edad para que emitiera su voto. Las mujeres negras han sido durante mucho tiempo algunas de las votantes más confiables del Partido Demócrata.
“Cuando hay mujeres negras que no votan porque dicen que no pasará nada, que ninguno de los candidatos cambiará, ese es el día del juicio final para los demócratas”, dijo Snyder.
Una tendencia nacional
Las alarmas están sonando para los demócratas mucho más allá de los estados disputados. Harris obtuvo menos votos que Biden en 36 de los 47 estados (los resultados seguían incompletos el domingo en Alaska, Arizona y California).
En los condados predominantemente urbanos de todo el país en los que se habían escrutado la mayoría de los votos, Harris recibió dos millones de votos menos que Biden cuatro años antes. El total de votos en estos condados se redujo en cerca de 1,7 millones.
La tendencia fue especialmente llamativa en el condado Cook en Illinois, donde se encuentra Chicago, la tercera ciudad más grande del país. La participación total en ese condado bajó un 20 por ciento. Trump obtuvo más o menos el mismo número de votos que en 2020, pero Harris se quedó a más de 417.000 votos de Biden.
En los suburbios del país, sin embargo, hubo pruebas más claras de que Trump había persuadido con éxito a los votantes de Biden. La participación en los condados predominantemente suburbanos se mantuvo estable respecto a 2020, pero Harris obtuvo unos 940.000 votos menos que Biden, mientras que Trump sumó 1,3 millones de votos.
En los condados donde al menos el 40 por ciento de los adultos blancos tienen un título universitario, la participación total disminuyó en unos 230.000 votos, o un 3 por ciento, desde 2020. Harris obtuvo 271.000 votos menos en esos lugares, mientras que Trump sumó 61.000.
En Texas, el sueño de una década del partido de convertirlo en demócrata sufrió un revés significativo. Si bien la participación total fue aproximadamente la misma que hace cuatro años, Harris obtuvo unos 450.000 votos menos que Biden. Trump aumentó su margen en 485.000 votos.
En Nueva Jersey, donde los candidatos presidenciales demócratas suelen ganar por unos 15 puntos porcentuales, Harris se impuso por solo cinco puntos. Fue el margen más estrecho en más de tres décadas, cuando el entonces gobernador de Arkansas, Bill Clinton, superó al presidente George Bush por dos puntos porcentuales.
Este año en Nueva Jersey, la participación total bajó en unos 442.000 votos, justo por debajo del descenso de 475.000 votos de Harris frente a Biden.
Trump, una vez más, ganó a pesar del descenso de la participación, aumentando su total en el estado en 26.000 votos.
Robert Gebeloff colaboró con reportería.
Michael C. Bender
es corresponsal político del Times y se ocupa de Donald Trump, el movimiento Make America Great Again y otras elecciones federales y estatales. Más de Michael C. Bender
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