Parques públicos de Hialeah reservados por entidades privadas. ¿Cómo aqueja a los residentes?

Una denuncia del lanzador de Grandes Ligas, Néstor Cortés, sobre su expulsión de un parque de la Ciudad de Hialeah, el pasado 18 de enero, evidenció cómo los espacios públicos de la municipalidad han sido limitados por actividades de entidades privadas.

En esa ocasión, el beisbolista de los Yankees de Nueva York y orgullo de Hialeah criticó que empleados municipales lo expulsaron de Goodlet Park por “la seguridad de los niños” del equipo de fútbol infantil que entrenaban en su mismo campo.

Hialeah alberga a lo largo de su territorio 15 parques públicos de diversos tamaños y capacidades deportivas. Goodlet Park, de 28 acres, es el más grande. Sin embargo, la mayoría de los campos son multiuso, es decir, no tienen áreas designadas a cada disciplina deportiva.

De acuerdo con registros públicos del Departamento de Parques y Recreación obtenidos por el Nuevo Herald, en el primer cuatrimestre del año las instalaciones de Goodlet Park se alquilaron 64.9% de las noches y fines de semana para entrenamientos de fútbol. La organización Hialeah City FC reservó todos estos turnos.

De hecho, la noche en que el Grande Ligas fue expulsado por empleados de Goodlet Park, el campo estaba alquilado por esta organización.

Las actas públicas muestran que en el primer cuatrimestre, 11 organizaciones privadas y dos individuos particulares, reservaron más de 364 sesiones de entrenamiento que oscilan entre dos a tres horas en horario nocturno cada día, o los fines de semana, en nueve de los 15 parques de la ciudad.

“Aunque los parques estén reservados, siempre tratamos de dejar disponible un área para todo público, pero como nuestros campos son multiuso, sí están practicando fútbol no se puede jugar béisbol en todo el terreno, solo en el diamante, para proteger la seguridad de todos los presentes”, indició William Sánchez, director de Parques y Recreación, en declaraciones a el Nuevo Herald.

Pero algunos residentes de Hialeah no coinciden con el funcionario.

“Ya no quieren que nadie juegue béisbol gratis. Los campos son de pago para jugar ligas y torneos”, sostuvo James Pérez, un residente que critica el alquiler de los campos de los parques públicos con semanas de antelación y por varios meses.

A juicio de Pérez, de 42 años, quien creció jugando béisbol en Hialeah “es terrible” que no pueda ir a jugar “pelota” con sus hijos y sobrinos sin limitación de horarios.

¿Malentendido o incidente frecuente?

El alcalde de la ciudad, Esteban Bovo Jr., aseguró a el Nuevo Herald que el beisbolista fue sacado del parque porque “estaba en riesgo la seguridad de los niños de 6 años que practicaban fútbol en el campo”.

Cortés rechazó esas declaraciones oficiales, asegurando que él “era lo bastante profesional para saber cuando un niño o cualquier persona está en peligro por su preparación” deportiva.

Posteriormente, Bovo explicó que hubo una confusión en el parque, asegurando que Cortés estaba practicando lanzamientos, sin bates, como inicialmente se argumentó, por lo que nunca estuvo en riesgo la integridad de los niños en el campo.

“Nosotros queremos que los parques los use todo el mundo, lo que sucedió con Cortés fue un malentendido. Uno de los padres aseguró que estaban bateando, pero después verificamos que eso no era así”, indicó Sánchez.

El incidente con Cortés, que provocó un escándalo a raíz de su renombrada figura, no es un hecho aislado en la ciudad.

Cuando el Grandes Ligas se quejó públicamente del hecho, varias personas revelaron sus experiencias en los parques de la ciudad.

Mark Pérez, de 35 años, quien nació en Hialeah, lamentó que los empleados de los parques “solo impongan restricciones a las personas para ejercer su poder y expulsarlos”, dijo. “En mi época, los niños jugaban béisbol en los parques de la ciudad. Es muy triste que eso ya no suceda”.

Cuatro parques dedicados a la práctica de fútbol

Los parques Goodlet, Cotson, Southeast y Casas fueron reservados principalmente para actividades futbolísticas.

En el caso de Cotson Park, de cuatro acres, se han alquilado 90 turnos nocturnos y de fines de semana, para 185 sesiones que incluyen fútbol, béisbol y otros juegos.

Seis organizaciones: Atlético de Madrid Miami, Miami United FC, la escuela chárter iMater, Hialeah Heat, Miami Skies y 365 Flat Footbal, reservaron 93.75% de los turnos nocturnos y fines de semana disponibles en Cotson Park durante el primer cuatrimestre de 2023.

El Southeast Park, de cuatro acres, estuvo reservado 6.77% de dichos turnos. Mientras que Casas Park, la instalación más nueva de Hialeah con cinco acres de terreno, fue reservada solamente en marzo por PV International Sports Kids, para entrenar fútbol 58.06% de las noches y fines de semana.

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Retomando la pelota en Hialeah

En cuanto a los parques reservados para jugar béisbol y softball, Sparks Park ha sido el que más tiempo ha pasado alquilado en marzo de este año. La reservación de 46 sesiones en campos juveniles fue hecha por un individuo: Franyer Medinaun, ocupando todas las noches de lunes a viernes de las cinco semanas del mes, según registros públicos de la ciudad.

En menor medida, también fue alquilado Bucky Dent Park 35.09% de las tardes y noches del primer cuatrimestre, por dos organizaciones: la escuela chárter Mater Academy y Adult Sports Federation, para jugar softball. Este parque tiene un terreno de 25 acres.

Mientras que en Babcock Park tres organizaciones reservaron 17.59% de las tardes y noches para practicar béisbol y softball: Hialeah Ballers, United House of Prayers y Miramar Canes Elite 12U.

En este parque, de 18.5 acres, se ubican siete campos de béisbol juvenil, donde ha comenzado la práctica infantil a cargo de los Marlins de Miami como parte de un plan piloto que busca reactivar la motivación infantil y juvenil en este deporte.

También estuvieron reservados Bright Park, 12% de las tardes y noches, por Legend Baseball. Mientras que en Slade Park, la organización Miramar Canes Elite 12U alquiló 5.9% de esos turnos.

La oficina del alcalde explicó que es común que los parques de la ciudad se alquilen, así como los del resto del Condado Miami-Dade. Sin embargo, esta es una práctica reciente en Hialeah y parece contradecir la propuesta oficial de “crear espacios memorables que den la bienvenida a los visitantes y les refleje la identidad de Hialeah”.

De hecho, son muchos los padres que se quejan ante la dificultad para encontrar espacios libres para jugar o entrenar con sus hijos.

Justin Álvarez es uno de ellos. Tras el episodio de Cortés dijo que había “estado tratando de conseguir un campo para que mis hijos jueguen durante semanas, pero la política de jugar béisbol en Miami-Dade es un chiste”, comentó.

“La ciudad y el condado deben dejar de hacer del béisbol infantil un objeto de favoritismo político”, dijo Álvarez.

Hasta el momento, la ciudad ha recibido $30,474.5 por el alquiler de los nueve parques mencionados. Dichos fondos sirven para el mantenimiento parcial, así como para el pago de empleados, acotó Sánchez.

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