Paro en Aerolíneas: incertidumbre, enojo y caos en Aeroparque y Ezeiza frente a la séptima protesta en menos de un mes

Filas de pasajeros en busca de información sobre sus vuelos en Aeroparque
Filas de pasajeros en busca de información sobre sus vuelos en Aeroparque - Créditos: @Santiago Filipuzzi

Caos, enojo e incertidumbre. Esas son las sensaciones que atraviesan los pasajeros, en su mayoría de Aerolíneas Argentinas, ante el paro aeronáutico que comenzó al mediodía y que se extenderá hasta las 12 del sábado y que afectará a 319 vuelos de la línea de bandera y a unos 37.000 usuarios. Esta es la séptima medida de fuerza que la Asociación Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) y a la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) realiza en menos de un mes por un reclamo salarial a la compañía estatal.

En este contexto, en las últimas horas se sumó a la protesta personal de servicios de rampa, por lo que también podría perjudicar aquellos que compraron sus pasajes con empresas low cost como Flybondi y JetSmart. Fue por ello que la primera de estas dos empresas anunció que trasladó sus vuelos de Aeroparque a Ezeiza, a partir de este mediodía, por al menos 24 horas. “Flybondi informa que en el marco de la conflictividad gremial y ante la falta de confirmación de la normal prestación del servicio de rampa en Aeroparque, trasladará su operación a partir de las 12 horas del mediodía del viernes 13, hasta el mediodía del sábado 14″, precisó la compañía a través de un comunicado.

En tanto, Jetsmart informó que la medida afecta a 2600 pasajeros de 14 vuelos internacionales y de cabotaje que debieron ser reprogramados. Latam advirtió que, por la protesta del personal de Intercargo, se demora la entrega de equipaje y se registran retrasos en la salida de los servicios desde Aeroparque.

Se estima que habrá 319 cancelaciones en Aerolíneas
Se estima que habrá 319 cancelaciones en Aerolíneas - Créditos: @Santiago Filipuzzi

Casi dos horas después de que comenzó la medida, las filas de pasajeros parecían interminables frente al mostrador de servicio al cliente de Aerolíneas. Había usuarios con expresiones de cansancio y frustración y chicos que no paraban de llorar. A pesar de la espera, la hilera nunca avanzaba. Así, las valijas, todas etiquetadas con los respectivos tickets de embarque, se acumulaban en el espacio asignado; era como una fortaleza de equipajes uno al lado del otro. Los ánimos se caldeaban y el malestar era palpable en el ambiente, donde cada minuto prolongaba la desesperación de quienes ansiaban una respuesta rápida que parecía no llegar.

Una pareja de canadienses, Mary y Robert Richards, ambos de 60 años, llegó ala Argentina con un motivo muy especial: cumplir una promesa que habían postergado durante décadas. Su sueño era recorrer la tierra donde los bisabuelos de Mary, inmigrantes europeos, se habían asentado hacía más de un siglo. Para celebrar su aniversario de casados número 35, decidieron rendir homenaje a sus raíces con la visita de los lugares que marcaron la historia de su familia, en especial Ushuaia, el destino más esperado de su travesía.

Sin embargo, el paro truncó sus planes. “Íbamos a viajar a Ushuaia mañana. Era el lugar más esperado del recorrido. Habíamos reservado todo con antelación, pero ahora no sabemos si vamos a poder ir. Nos sentimos atrapados”, explicó Robert en diálogo con LA NACIÓN, mientras aguardaban respuestas.

“Tenía mi vuelo a Puebla para hoy, pero todas los vuelos están cancelados”, comentó Manuel Quispe, un pasajero peruano de 54 años. Llegó a Buenos Aires desde Córdoba. Y explicó que se enteró del paro, mientras asistía a una misa en esa ciudad. Por eso, decidió adelantar su viaje: “Me quedé sin opciones. Si hubiera salido temprano de Córdoba, habría llegado con tiempo, pero ahora no sé dónde voy a dormir”, agregó, visiblemente preocupado por la urgencia de su viaje, mientras esperaba estar en Lima en las próximas horas.

Ana Martínez, una pasajera peruana, contó a LA NACION la complicada situación que vivió tras la cancelación de su vuelo: “Íbamos de Montevideo a Buenos Aires y luego a Lima, pero nos cancelaron el segundo tramo”. Aunque Aerolíneas les notificó por correo electrónico y les reprogramó el servicio para mañana, tuvo que buscar una alternativa. “Tuve que comprar otro pasaje porque tengo que llegar hoy a Lima por un tema personal”, comentó.

Las pantallas que están sobre los counters del check -in de Aerolíneas muestran un mensaje contundente: “Cancelaciones y demoras por medida gremial de pilotos y tripulantes”. El aviso, que también apareció en inglés, confirmó lo que muchos pasajeros ya intuían al ver la mayoría de los vuelos cancelados.

Los mensajes en la zona de check-in de Aerolíneas Argentinas
Los mensajes en la zona de check-in de Aerolíneas Argentinas

Un equipo de esgrima de Chile, integrado por adolescentes, estaba varado y, con la desesperación de no tener respuestas claras sobre la reprogramación de su vuelo.

El caso de Florencia Alvarez era dramático. Visiblemente furiosa, expresó su malestar: “Nos hicieron despachar [las valijas], ¿para qué? Sabían perfectamente que no iban a salir los vuelos. Juegan con el tiempo de la gente. Quiero volver a casa, vine acá para internar a mi mamá que está enferma. En Resistencia no tienen los tratamientos que necesita para su cáncer y esto solo agrava la situación”, manifestó a LA NACIÓN, entre lágrimas y frustración.

Horas previas

La protesta comenzó a sentirse horas antes de que comenzara. Así en Aeroparque Jorge Newbery, alrededor de las 9.30, los pasajeros, aún con semblantes tranquilos, se disponían a embarcar en medio de un flujo que parecía normal. La fila en los counters de Aerolíneas daba dos vueltas, pero la espera transcurría sin contratiempos. Sin embargo, las pantallas que informan sobre el estado de los vuelos comenzaban a teñirse de rojo. Hasta esa hora, eran 15 los servicios de Aerolíneas que fueron cancelados.

Incertidumbre en los momentos previos al comienzo del paro en Aeroparque
Incertidumbre en los momentos previos al comienzo del paro en Aeroparque - Créditos: @Santiago Filipuzzi

En el sector de atención al cliente de Aerolíneas, para ese entonces, los pasajeros comenzaban a agruparse, confundidos sobre dónde debían ingresar a las filas. Poco a poco, los usuarios de los vuelos cancelados empezaban a aparecer. Con el paso de los minutos, la hilera se iba alargando y los usuarios mostraban inquietud. Una mujer, que llevaba varias valijas, se reunía con otras dos pasajeras para compartir el malestar. “Recién me entero que mi vuelo a Iguazú está cancelado”, comentó Fabiola Almaraz, visiblemente preocupada. “Mi hija y mi nieto de tres años están por llegar, y la verdad no sé cómo decirles que el vuelo está cancelado. Por eso vine a reclamar. Tengo todas las vacaciones pagadas”, expresó a LA NACIÓN.

En el sector de Flybondi, las repercusiones por el paro en Aerolíneas Argentinas comenzaban a sentirse alrededor de las 10.30. Un hombre, visiblemente molesto, se acercó al mostrador para exigir que le consiguieran un vuelo, porque el suyo había sido cancelado. Tras recibir la noticia de que no había más servicios disponibles, salió enfurecido, insultando y tirando al piso las cintas de Aeropuertos Argentina que delimitaban las hileras, mientras se alejaba del sector.

En medio de las cancelaciones y demoras en Aeroparque, Pablo Zelis, entrenador del equipo de fútbol Agencia Deportiva Patagonia, relató su experiencia a LA NACIÓN, mientras uno de sus jugadores, visiblemente afectado, lloraba a su lado. “Nosotros venimos de Comodoro Rivadavia. Somos un equipo que vino a Buenos Aires a jugar a modo de prueba. Teníamos que volver el miércoles, pero nos cancelaron el vuelo, y ahora, de nuevo, nos lo suspendieron”, explicó. Estaba programado para las 12.30, pero fue cancelado. “Nos dicen que lo reprograman para el 17. Son cuatro días más que debemos quedarnos acá. Nos ofrecen traslado, alojamiento y pensión completa, pero tengo menores a cargo, y el seguro ya se venció. Si a alguno le pasa algo, el responsable soy yo. Y si les pasa algo, la empresa no se hace cargo. La situación es muy complicada, y los chicos quieren volver a sus casas con sus padres”, expresó, mientras intentaba calmar a su jugador.

Alrededor de las 11, en las pantallas ya se registran 28 vuelos cancelados de Aerolíneas Argentinas. El primero a las 12 y el último a las 16.40. Entre ellos, el único servicio de otra empresa, Flybondi, que aparecía en rojo era uno hacia Corrientes a las 15.30. Mientras tanto, el sector de embarque se encontraba prácticamente vacío, sin presencia de pasajeros.

En el sector de despacho de equipaje de Aerolíneas Argentinas, los pasajeros se agrupaban en largas filas, algunos con sus valijas envueltas en plástico protector, mientras la incertidumbre crecía. A pesar de la cantidad de personas esperando, en los mostradores no había empleados que pudieran ofrecer asistencia, lo que generaba un ambiente de frustración y malestar entre quienes buscaban orientación.

En Ezeiza

En el aeropuerto internacional de Ezeiza, la situación era más calma. “Viajamos a las 12.15 con Flybondi a Posadas y nos vinimos tres horas antes como si fuera un vuelo internacional por miedo a que se cancele o pase algo. Hace días que venimos siguiendo el tema de los paros y rezábamos que no nos toque a nosotros. Pero cayó justo. Por suerte parece que esta todo bien”, señaló Mariana Arguañaraz, de 55 años, que estaba en la terminal para tomar un servicio de cabotaje porque la aerolínea trasladó todas las operaciones a Ezeiza.

El sector de check in de Aerolíneas en Ezeiza, vacío
El sector de check in de Aerolíneas en Ezeiza, vacío - Créditos: @Ricardo Pristupluk

Como siempre, están los que llegan desde el exterior y se encuentran con la medida de fuerza que les impide viajar a su provincia. Ese fue el caso de Tamara Sánchez, de 29 años, que llegó de Londres y debe ir a Tucumán. “La realidad es que no sé qué voy a hacer. Estoy llamando a una amiga que vive en Buenos Aires a ver si me recibe, sino voy a tener que pagar la noche de hotel. Que lástima, solo quería llegar a casa”, contó.

Pablo Lisso, de 47 años, llegó desde Río de Janeiro. Señaló que tardaron “demasiado” en entregarle la valija y sospechaba que era por el paro. “Estamos acostumbrados a este tipo de medidas, esperemos que se pueda garantizar el correcto funcionamiento de algo tan esencial como los servicios aéreos. Lo que pasa en el aeropuerto es nuestra primera carta de presentación como país”, opinó.

Pasajeros en busca de información
Pasajeros en busca de información - Créditos: @Ricardo Pristupluk

Desde que empezó el paro de Aerolíneas Argentinas, en el Aeropuerto Internacional Ingeniero Aeronáutico Ambrosio Taravella, de Córdoba, hubo cinco partidas canceladas. En el caso de los arribos, la cifra es la misma. Esos números alcanzan a alrededor del 30% del total de los vuelos. Los pasajeros que están afectados por la medida realizan reclamos en los mostradores de las compañías. En algunos casos, son reubicados, pero la mayoría tiene que cambiar el pasaje directamente. Muchos buscan alternativas para viajar como averiguar salidas en colectivo o incluso consultan los precios de remises. La mayor parte de los vuelos afectados son con salidas a la ciudad de Buenos Aires. De las partidas internacionales la que resta en el día es a Santiago de Chile y figura en horario.

Desde Aerolíneas Argentinas detallaron que los pasajeros cuyos vuelos se vean afectados podrán modificarlos de manera anticipada en el sitio web o a través de la agencia donde los adquirieron. “En la web, deben ingresar el código de reserva en la opción ‘mi reserva’, luego seleccionar ‘opciones de cambio’, elegir los nuevos vuelos según disponibilidad y, finalmente, confirmar la elección. El nuevo itinerario será enviado por correo electrónico bajo el mismo código de reserva”, explicaron.

Además, afirmaron que no habrá penalidades para aquellos que tengan tickets emitidos para volar entre hoy y el sábado y opten por cambiar la fecha.

Fuentes de Aerolíneas indicaron además que el costo económico de la huelga superará los 2,5 millones de dólares producto de la pérdida de ventas, multas, compensaciones, hotelería, traslados, comidas y gastos derivados. Del total de afectados, unas 28.000 personas tenían planeados viajes dentro del país, 5500 a destinos regionales y 3500 al Caribe, Estados Unidos y Europa.

Con la colaboración de Gabriela Origlia (desde Córdoba)