TEL AVIV.- El parlamento de Israel, el Knesset, aprobó este lunes la modificación de la “cláusula de razonabilidad”, uno de los puntos clave de la reforma judicial del gobierno derechista de Benjamin Netanyahu que provocó fuertes protestas en los últimos meses que han expuesto fisuras sin precedentes en la sociedad israelí.

La iniciativa recibió 64 votos a favor de un total de 120. No hubo votos en contra ni abstenciones porque toda la oposición se retiró de la sala al grito de “vergüenza”.

Este nuevo paso refleja la determinación de Netanyahu y sus aliados de extrema derecha de seguir adelante con el plan, que ha puesto a prueba los delicados lazos sociales que unen al país, ha sacudido la cohesión de su poderoso ejército y ha generado repetidas preocupaciones por parte de su aliado más cercano, Estados Unidos.

Los legisladores oficialistas aprobaron este lunes una medida que impide que los jueces anulen las decisiones del gobierno sobre la base de que son “irrazonables”.

Quienes defienden la medida afirman que el estándar actual de “razonabilidad” otorga a los jueces no electos poderes excesivos sobre la toma de decisiones por parte de funcionarios electos. Pero los críticos del gobierno advierten que eso elimina un elemento clave de los poderes de supervisión de la corte y abre el camino a la corrupción y los nombramientos inadecuados.

Después de la aprobación, el Ministro de Justicia, Yariv Levin, arquitecto del plan, afirmó que el parlamento había dado el “primer paso en un importante proceso histórico” de reforma del sistema judicial.

El ministro de Seguridad Nacional, el ultranacionalista Itamar Ben Gvir, dijo por su parte: “Israel será un poco más democrático, un poco más judío”. “Por supuesto, hay que decirlo, esto es solo el comienzo”, agregó.

La reforma busca cambios drásticos con el objetivo de limitar los poderes del sistema judicial, desde restringir la capacidad de la Corte Suprema para cuestionar decisiones parlamentarias hasta modificar la forma en que se seleccionan los jueces.

Los manifestantes, provenientes de diversos sectores de la sociedad israelí, ven la reforma en general como un intento de acaparar el poder motivado por las quejas personales y políticas de Netanyahu, quien está siendo juzgado por cargos de corrupción, y de sus aliados.

Protestas

Tras la aprobación de la ley, los líderes de las protestas llamaron a la gente que se opone a la reforma a salir a las calles, mientras que el Movimiento para el Gobierno de Calidad, un grupo de la sociedad civil, anunció de inmediato que impugnaría la nueva ley ante la Corte Suprema.

Previamente, manifestantes, muchos de los cuales sienten que los cimientos mismos de su país están siendo erosionados por el plan del gobierno, bloquearon una calle que conduce al parlamento, y grandes cadenas de centros comerciales y algunas estaciones de servicio cerraron sus puertas en protesta.

“¡El estado de Israel está frente a la destrucción y la ruina que está siendo provocada por una pandilla de extremistas y fanáticos. ¡Debemos ir a Jerusalén hoy!”, convocaron en redes sociales los manifestantes.

Aumentando aún más la presión sobre Netanyahu, miles de reservistas militares han declarado su negativa a servir bajo un gobierno que toma medidas que ellos ven como un camino hacia la dictadura. Estas acciones han generado temores de que la preparación del ejército pueda verse comprometida.

Antes de la votación del lunes, el líder de la oposición, Yair Lapid, declaró: “Nos dirigimos hacia el desastre”.

La votación se produjo solo unas horas después de que Netanyahu fuera dado de alta del hospital, donde le habían implantado un marcapasos. Sus médicos informaron el domingo que el procedimiento se había llevado a cabo sin problemas, y el primer ministro declaró en un breve video desde el hospital el domingo por la noche que se sentía bien.

Mensaje desde EE.UU.

Su repentina hospitalización añadió otro giro vertiginoso a una serie de eventos ya dramáticos, que fueron observados de cerca en Washington. La administración Biden ha hablado frecuentemente en contra del gobierno de Netanyahu y su plan de reforma. En una declaración anoche al sitio de noticias Axios, el presidente Joe Biden advirtió contra seguir adelante con los cambios legales que estaban generando tanta división.

“Dada la variedad de amenazas y desafíos que enfrenta Israel en este momento, no tiene sentido que los líderes israelíes se apresuren; el enfoque debería estar en unir a la gente y encontrar consensos”, dijo al sitio.

Biden también ha sido crítico con las medidas del gobierno para profundizar la ocupación de Israel en Cisjordania.

Mientras tanto, los seguidores de Netanyahu se congregaron en el centro de Tel Aviv, normalmente el lugar de protestas antigubernamentales.

Netanyahu había suspendido la reforma en marzo después de una intensa presión por parte de manifestantes y huelgas laborales que paralizaron los vuelos salientes y cerraron partes de la economía. Tras el fracaso de las negociaciones para encontrar un compromiso el mes pasado, anunció que su gobierno seguía adelante con la reforma.

Agencias ANSA y AP