París inaugura sus Juegos Olímpicos con fastuosa ceremonia en el río Sena
PARÍS (AP) — Presumiendo de su reputación como cuna revolucionaria, París puso en marcha el viernes sus primeros Juegos Olímpicos de Verano en más de un siglo con una fastuosa e inédita ceremonia bajo la lluvia que derrochó fantasía en los márgenes del río Sena.
Aguaceros intermitentes — la primera ceremonia inaugural de unos Juegos Olímpicos de Verano con lluvia en más de 70 años — no desanimó a los deportistas que debieron protegerse con paraguas y ponchos al surcar en embarcaciones las aguas picadas del Sena, una muestra de la tenacidad de la ciudad durante un día que comenzó con un presunto sabotaje a la red ferroviaria de alta de velocidad de Francia.
El inicio de la gala a las 7:30 de la noche despertó la euforia de los espectadores.
“La lluvia no podrá pararnos", declaró LeBron James, el astro estadounidense del baloncesto, cubierto con un poncho junto a la otra abanderada de su país, la tenista Coco Gauff.
Francia decidió realizar una audaz ceremonia, la primera fuera de un estadio. Docenas de gobernantes y dignatarios hicieron acto de presencia y el resto del mundo estaba pendiente de la extravaganza al aire libre que París mostró.
Más de 6.000 deportistas iniciaron el desfile sobre las aguas del Sena, en un recorrido por los lugares más emblemáticos de la ciudad que se concibió para agigantar el ego de los franceses.
Más de tres horas después, el presidente francés Emmanuel Macron declaró inaugurados los Juegos. En un despiste previo, la bandera olímpica con los cinco anillos fue alzada al revés en la plaza de Trocadero frente a la Torre Eiffel.
El último relevo de la llama pasó por monumentos icónicos como el Museo del Louvre e incluyó a leyendas del deportes, como los tenistas Serena Williams y Rafael Nadal hasta que el judoca Teddy Griner y la velocista Marie-José Pérec — dos franceses multicampeones olímpicos — encendieron el pebetero olímpico, transformado en un globo aerostático que iluminó la ciudad de las luces.
En los márgenes del río y desde los balcones, los espectadores reaccionaron fascinados con el paseo de las embarcaciones.
El evento fue estrafalario, con presentaciones pregrabadas y en vivo.
La cantante y actriz Lady Gaga ofreció una actuación al estilo cabaret desde una escalera dorada, fue grabada con antelación. Interpretó la canción francesa “Mon truc en plumes” (Mi cosa en plumas) de Zizi Jeanmaire.
En un divertido video, la leyenda del fútbol Zinedine Zidane apareció llevando el fuego olímpico en un vagón del metro de París. Aya Nakamura, la artista francesa más escuchada en el mundo, cantó su éxito "Djadja” junto a la orquesta de la Guardia Republicana de Francia. La cantante que nació en Malí emergió tras un despliegue de pirotecnia, luciendo un atuendo dorado.
Otro impactante presentación fue la de la banda Gojira al mezclar elementos de ópera y rock pesado. Antecedidos por una recreación de la decapitación de María Antonieta, los miembros de la banda salieron colgados literalmente de un edificio para homenajear a la Revolución Francesa y Los Miserables.
Para cerrar el evento, Celine Dion, de pie frente a la Torre Eiffel, cantó en su primera presentación en vivo desde que la cantante franco-canadiense fue diagnosticada con el llamado síndrome de la persona rígida, un dolencia rara que afecta sus músculos y voz, al final de 2022.
Nada quedó al azar, salvo por dos asteriscos: la seguridad y el clima.
Una serie de ataques vandálicos en la red francesa de trenes de alta velocidad que afectaron el traslado de un cuarto de millón de pasajeros en las primeras horas del viernes puso en máxima alerta a las autoridades francesas, quienes buscan determinar si tienen alguna relación con los Juegos.
Los reportes oficiales indicaron que se produjeron varios incendios y se habían encontrado dispositivos incendiarios cerca de las vías de las líneas de alta velocidad Atlántica, Norte y Este, que conectan París con el resto de Francia y países vecinos.
París, que ha sufrido sangrientos atentados en este siglo, afronta un reto mayor de seguridad debido a la tensión internacional por la guerra de Rusia en Ucrania y el conflicto en Gaza entre Israel y Hamas. También hay alerta por eventuales protestas en medio de un agitado clima político tras las elecciones legislativas de principios de julio.
Unos 45.000 agentes de policías y 10.000 soldados fueron desplegados para garantizar la seguridad de una concurrencia multitudinaria – unos 300.000 espectadores, además de los mandatarios extranjeros invitados.
Aviones caza, drones de vigilancia y helicópteros con francotiradores fueron los únicos autorizados a sobrevolar el cielo de la capital francesa durante la jornada.
La fiesta se realizó pese a la lluvia.
“Desde luego que cuando organizar una gala al aire libre, prefieres tener un clima ideal”, dijo Tony Estanguet, el director del comité organizador de los Juegos, a la radio France Inter. Pero la ceremonia “se elaboró para poder realizarse bajo la lluvia”.
La mexicana Daniela Rodríguez, de 27 años, sonreía y se tomó fotografías junto a sus padres Elías Rodríguez y Alicia Luna con el Sena de fondo a pocos metros del puente Alexandre III.
Hace siete años la jove n había llegado a París para perfeccionar su francés y se cruzó aMacron en un evento promocional de la candidatura de la ciudad para organizar los Juegos. Cuando ganó la postulación, se prometió volver junto a sus padres para vivir la experiencia deportiva.
“Le toqué la mano (a Macron). Unas semanas después les dieron los Juegos Olímpicos. Y ese día dije, ‘esta es una señal’”, relató Rodríguez.
Salvo por la llovizna que los obligó a refugiarse en uno de los locales de comida a la ribera del río antes del comienzo de la ceremonia y deleitarse con unos aperitivos, la familia estaba encantada con el clima de los Juegos y si bien están atentos a las advertencias sobre la seguridad, prefieren disfrutar.
“Un poquito de miedo sientes, pero tristemente te acostumbras”, afirmó Luna.
La diversidad de Francia y su lema nacional “Libertad, Igualdad, Fraternidad” fue el eje temático de la fiesta inaugural diseñada por el laureado director de teatro francés, Thomas Jolly, con 3.500 artistas en escena.
A contramano de las inauguraciones que la precedieron, unos 6.000 atletas desfilaron a bordo de embarcaciones en un recorrido de seis kilómetros sobre el Sena.
Fiel al protocolo olímpico, la primera embarcación trasladó a la delegación de Grecia, cuna de los Juegos antiguos. Fueron seguidos por el equipo de refugiados y luego el resto de las naciones siguiendo el orden del alfabeto francés.
En otra distinción con los Juegos anteriores, París no construyó un parque olímpico en una zona alejada, sino que cada símbolo de la ciudad fue puesto a disposición del evento deportivo.
Macron estuvo acompañado por varios mandatarios y dignatarios extranjeros, entre ellos el primer ministro británico Keir Starmer y el rey Felipe VI de España. De Latinoamérica acudieron los presidentes de Argentina, Javier Milei, y de Colombia, Gustavo Preto.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su contraparte en el conflicto con Ucrania, Volodímir Zelenski, no viajaron a París, como tampoco lo hizo el líder chino, Xi Jinping.
Empapados hasta los tobillos, los amigos chilenos Ignacio Badalo y María Nieves aguardaron estoicamente que la delegación de su país pasara frente a ellos para tomarse una selfie y entonar el clásico “Chi, Chi, le le, viva Chile”.
Ella visiblemente emocionada se secó unas lágrimas. “Estamos mojados como si hubiéramos nadado en el Sena”, se lamentó Badalo. “Pero bueno, ver a nuestros atletas desfilar aquí, en esta maravilla de lugar y frente a nosotros, hizo que valga la pena".