El papa Francisco pide perdón por los sacerdotes que abusaron de niños

El papa Francisco pidió perdón el viernes por el daño causado por los sacerdotes que abusaron de niños, en una de sus declaraciones más fuertes hasta el momento sobre la crisis de abuso sexual en la Iglesia católica. En la imagen, el papa Francisco pasea durante una audiencia especial en el Vaticano, el 10 de abril de 2014. REUTERS/Max Rossi

Por Naomi O’Leary CIUDAD DEL VATICANO (Reuters) - El papa Francisco pidió perdón el viernes por el daño causado por los sacerdotes que abusaron de niños, en una de sus declaraciones más contundentes hasta el momento sobre la crisis de abuso sexual en la Iglesia católica. El pontífice nacido en Argentina dijo que la Iglesia tenía que tomar una posición más firme que antes contra el escándalo que la ha perseguido por más de dos décadas. "Me siento interpelado a hacerme cargo de todo el mal que algunos sacerdotes -bastantes, bastantes en número, no en comparación con la totalidad-, hacerme cargo y a pedir perdón del daño que han hecho por los abusos sexuales de los", dijo a miembros de un grupo de defensa de los derechos de los menores. "La Iglesia es consciente de este daño, que es un daño personal, moral (...) Y no vamos a dar un paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de estos problemas y a las sanciones que se deben poner. Al contrario, creo que debemos ser muy fuertes, con los chicos no se juega", añadió el Papa en comentarios sin preparar. Sus declaraciones, originalmente en español, fueron traducidas y difundidas por el servicio de noticias de la Radio del Vaticano. Francisco no especificó si las "sanciones" serían impuestas por la Iglesia o si involucrarían a las autoridades de la justicia civil. Grupos próximos a las víctimas criticaron al Papa en los últimos meses por no tomar una posición lo suficientemente contundente sobre el tema y por no reunirse en Italia ni en un viaje a Brasil durante julio del año pasado con quienes padecieron abuso sexual. En febrero, el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas acusó al Vaticano de hacer la vista gorda sistemáticamente a décadas de abuso y de intentar encubrir delitos sexuales. El Vaticano anunció en diciembre la creación de un nuevo grupo dedicado a ayudar a la Iglesia a luchar contra el abuso, aunque los sus componentes no se nombraron hasta finales del pasado mes de marzo. El duro informe instó a la Iglesia a entregar inmediatamente sus registros sobre abuso de decenas de miles de niños, a remover a cualquier sospechoso de abuso de su cargo y a remitir el asunto a las autoridades judiciales civiles. SÓLO PALABRAS" Las críticas sobre que Francisco no tomó una posición lo suficientemente contundente respecto al tema y no se reunió en Italia ni en un viaje a Brasil durante julio del año pasado con quienes sufrieron abusos sexuales, son una poco frecuente mancha negra en la imagen positiva del Pontífice en sus 13 meses de papado. La Red de Supervivientes de Víctimas de Abusos por Sacerdotes (SNAP por su siglas en inglés), que aboga por la protección de los niños e insta a una mayor transparencia en la Iglesia, dijo el viernes que las palabras de Francisco debían ser recibidas con cautela. "Rogamos a los católicos del mundo: asómbrense por los hechos, no por las palabras. Hasta que el Papa tome una acción decisiva que proteja a los niños, sean escépticos y estén atentos", dijo la directora de SNAP, Barbara Dorris. "Esta debe ser la primera vez que un Papa habla de sanciones contra los sacerdotes cómplices. Pero eso es todo lo que son: palabras", agregó. La Iglesia ha sido acusada de perdonar las acciones de sacerdotes que trasladaron a probados abusadores de parroquia en parroquia, permitiendo que sus abusos continuaran. Bajo la dirección de Francisco, el Vaticano anunció en diciembre la creación de un nuevo grupo dedicado a ayudar a la Iglesia a luchar contra el abuso. Sus miembros fueron designados a finales de marzo. Entre los clérigos y laicos que integran este grupo se encuentra Marie Collins, una víctimas de abusos en la década de 1960 en Irlanda que ha luchado por la protección de los niños y por la justicia para las víctimas. Los litigios por abuso infantil le han costado a la Iglesia católica unos 3.000 millones de dólares en juicios solamente en Estados Unidos, y han puesto en jaque la autoridad moral de sus líderes.