Expapa Benedicto, héroe para los católicos conservadores, muere a los 95 años

Por Philip Pullella y Crispian Balmer

CIUDAD DEL VATICANO, 31 dic (Reuters) -El expapa Benedicto, el primer pontífice en 600 años en renunciar y un abanderado de los conservadores que anhelaban una Iglesia más tradicional, falleció el sábado, poniendo fin a un período extraordinario en el que dos hombres vestidos de blanco vivían en el Vaticano.

Benedicto, de 95 años, murió en antiguo monasterio donde había vivido desde su sorpresiva renuncia en 2013.

En su primer comentario público después de la muerte, el papa Francisco dijo que la Iglesia y el mundo habían perdido a una persona noble y amable.

Las campanas repicaron en la Ciudad del Vaticano cuando la noticia de su muerte, que siguió a un rápido deterioro de su salud durante la Navidad, se extendió a los fieles en un día de invierno inusualmente cálido y soleado. Muchos fueron a rezar a la plaza de San Pedro al enterarse de la noticia.

"Ahora solo tendremos un Papa. Debo decir que el Papa Ratzinger fue un Papa carismático, humilde pero sobre todo un gran teólogo", dijo la turista francesa Emilie Gaillard, usando el apellido de Benedicto.

El Vaticano informó que su cuerpo será velado a partir del lunes en la Basílica de San Pedro y que el papa Francisco presidirá su funeral el jueves por la mañana en la misma plaza donde Benedicto, el entonces cardenal Joseph Ratzinger, pronunció la misa fúnebre de su predecesor, el papa Juan Pablo II, en 2005.

"Con dolor les comunico que el Papa emérito, Benedicto XVI, ha fallecido hoy a las 9:34 en el Monasterio Mater Ecclesiae del Vaticano", dijo el portavoz del Vaticano Matteo Bruni. "Siguiendo el deseo del Papa Emérito, el funeral se llevará a cabo en señal de sencillez", señaló Bruni, y agregó que el servicio sería "solemne y sobrio".

El Vaticano tiene rituales minuciosamente elaborados para lo que sucede después de la muerte de un papa en ejercicio, pero ninguno conocido públicamente para un expapa, una de las muchas complicaciones creadas por la renuncia de Benedicto XVI.

Informó que las delegaciones oficiales de gobiernos en el funeral se limitarían a las de Alemania e Italia. Otros dignatarios podrían asistir a título privado.

El miércoles el papa Francisco reveló durante su audiencia general semanal que su predecesor estaba "muy enfermo". Bruni dijo que había recibido sus últimos ritos, antiguamente conocidos como "extremaunción" y ahora llamados "la unción de los enfermos", el mismo día.

Los líderes no tardaron en enviar sus condolencias por Benedicto, quien fue el primer papa alemán en 1.000 años.

"Lamentamos la muerte de nuestro Papa bávaro", dijo Markus Söder, ministro presidente del estado natal de Benedicto. El canciller alemán Olaf Scholz afirmó en Twitter que el mundo había perdido "una figura formativa de la Iglesia Católica".

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, elogió a Benedicto como "un gran hombre que la historia no olvidará", mientras que el presidente polaco, Andrzej Duda, lo llamó "uno de los más grandes teólogos de los siglos XX y XXI".

El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que Benedicto "trabajó con toda su alma e inteligencia por un mundo más fraterno".

El rey Carlos de Gran Bretaña dijo que recordaba con cariño su reunión con Benedicto XVI y destacó "sus esfuerzos constantes para promover la paz y la buena voluntad entre todas las personas, y para fortalecer la relación entre la Comunión Anglicana mundial y la Iglesia Católica Romana".

ESCÁNDALOS Y FUGAS

Durante casi 25 años, como cardenal Joseph Ratzinger, Benedicto fue el poderoso jefe de la oficina doctrinal del Vaticano, entonces conocida como Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) y considerado uno de los más grandes teólogos de la Iglesia.

En ese papel, aplastó la disidencia de los teólogos de la liberación, diciendo que estaban mezclando el pensamiento marxista y el cristianismo.

Fue elegido papa el 19 de abril de 2005 para suceder al muy popular papa Juan Pablo II, quien ejerció durante 27 años. Los cardenales lo eligieron entre ellos buscando continuidad y lo que uno llamó "un par de manos seguras".

Los escándalos de abuso infantil acosaron a la mayor parte de su papado, pero se le atribuye haber impulsado el proceso para disciplinar o expulsar a los sacerdotes depredadores después de una actitud más relajada bajo su predecesor.

Pero el propio Benedicto reconoció que era un administrador débil y dijo que mostró una "falta de determinación en el gobierno y la toma de decisiones" durante su papado de ocho años, que estuvo marcado por pasos en falso, particularmente en las relaciones con el Islam y el judaísmo.

El año previo a su renuncia estuvo dominado por el escándalo "Vatileaks", en el que documentos papales privados aparecieron en los medios, exponiendo un Vaticano disfuncional dividido por conflictos internos, corrupción y disputas.

DOS "PAPAS", UN VATICANO

Anunció que renunciaba en latín en una reunión de cardenales de rutina. Muchos no tenían idea de lo que había dicho y pasó un tiempo antes de que la noticia se comprendiera. Él mismo dijo que ya no era lo suficientemente fuerte para liderar la Iglesia debido a su "edad avanzada".

Después de su renuncia se instaló en un convento reformado en los terrenos del Vaticano y eligió el título de "papa emérito".

Aunque dijo que permanecería "oculto del mundo" en su retiro, Benedicto a veces causó controversia y sembró la confusión a través de sus escritos y entrevistas.

Pese a que rara vez apareció en público, los conservadores católicos veían al expapa como su abanderado y algunos ultratradicionalistas incluso se negaron a reconocer a Francisco como un pontífice legítimo.

Han criticado a Francisco por su actitud más acogedora hacia los miembros de la comunidad LGBTQ+ y hacia los católicos que se divorciaron y volvieron a casarse fuera de la Iglesia, afirmando que ambos socavan los valores tradicionales.

A pesar de las dificultades que surgieron por tener dos hombres vestidos de blanco en El Vaticano, Francisco desarrolló una relación cálida con Benedicto y dijo que era como tener un abuelo viviendo en la casa.

(Escrito por Crispian Balmer; Reporte adicional de Angelo Amante; Editado en español por Javier López de Lérida y Manuel Farías)