Yahoo Noticias Pallasos en Rebeldía y artistas llevan apoyo y sonrisas desde México hasta Palestina
El brazo de una joven se lanza sobre un aro, segundos antes de que éste se eleve hacia el techo mientras que ella da vueltas y estira su cuerpo en la circunferencia del aro. Detrás de ella, en la poca luz del recinto, hay una bandera extendida con los colores negro, rojo, verde y blanco.
Es la bandera de Palestina que presencia una gala circense: un desfile de mexicanos y un gallego comprometidos con apoyar al pueblo palestino mediante las risas y el arte.
A las afueras de Tepoztlán, en el espacio cultural Casa Tecmilco, se reunieron el 15 de agosto un grupo de artistas circenses mexicanos para apoyar el proyecto del fundador de Pallasos en Rebeldía, el gallego Iván Prado, y sumarse a los esfuerzos pro-palestinos.
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La organización Pallasos en Rebeldía estuvo colaborando con colectivos mexicanos durante un mes impartiendo talleres y realizando galas en estados como Hidalgo, Morelos y Ciudad de México para recaudar fondos destinados a ayudar a los palestinos.
Pese a la amenaza de lluvia, el pequeño recinto se llenó con más de 50 personas que reían con las interpretaciones del payaso mexicano Aziz Gual, quien colaboró para la creación del Proyecto Circo del Mundo de Cirque du Soleil en México; así como miembros de la asociación Cirko De Mente.
Con un grito de “Tercera llamada, ¡comenzamos!”, la noche abrazó a los asistentes, las luces de color anunciaron la llegada del primer acto, y dio inicio la Gala por Palestina.
Pallasos en Rebeldía nace entre aplausos, bajo el fuego enemigo
Pallasos en Rebeldía nació durante un ataque de bombas, durante la Segunda Intifada en el año 2002, en la cual palestinos se rebelaron contra la ocupación israelí.
Iván Prado, gallego de nacimiento y clown (payaso), se encontraba junto con otros dos compañeros payasos en una escuela del campamento de refugiados palestinos, donde realizaban una función para brindar alegría a las infancias del asentamiento en Jabalia.
De acuerdo con información de la agencia de las Naciones Unidas, que administra el campamento de Jabalia, éste tiene una población de 119,540 personas, entre las cuales se encuentran familias con niñas y niños. Ahí se encontraban los artistas circenses cuando empezaron a escuchar el sonido de un mortero.
“Éramos tres payasos que no sabían dónde esconderse ni qué hacer, cuál era nuestro lugar, y lo que pasó fue que yo abrí la puerta mientras nos estábamos cambiando y pintando, y escuché cómo los niños y las niñas estaban en pie, embravecidas, cantando y aplaudiendo para mitigar el sonido de las bombas, porque el bombardeo israelí era su cotidianidad, pero un espectáculo de payasos era algo excepcional y por lo tanto no iban a salir huyendo”, compartió el fundador de Pallasos en Rebeldía.
Fue así que comenzó a formarse la organización, que durante más de 20 años ha colaborado con artistas de todo el mundo para llevar risas a las infancias palestinas ahora en el campamento de Aida, al igual que recaudar fondos en otros países para apoyar a los refugiados.
Pallasos se inspiró en las comunidades zapatistas de Chiapas
En 1995, siete años antes del origen de Pallasos en Rebeldía, Prado se encontraba en Chiapas apoyando al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en quienes se inspiró para iniciar labores activistas desde el arte circense primero en Galicia y posteriormente en Palestina.
Con ellos mantuvo estrechos lazos, por lo cual el fundador regresó a México pocos días después de su actuación en Gaza del 2002, a visitar a las comunidades indígenas zapatistas y tomar apuntes de cómo estructurar a los artistas como un colectivo.
Para Prado, México es el sitio del origen y segundo nacimiento de Pallasos en Rebeldía debido al movimiento zapatista, y a la fecha hay artistas que pertenecen a la organización o colaboran desde sus propios colectivos.
Este, dijo, es el motivo por el cual durante un mes decidieron implementar diversos talleres, exposiciones y galas con el apoyo de artistas mexicanos.
“Para nosotros era muy importante venir a costurar aquí la posibilidad de que el circo, el teatro y el arte mexicano recuerden que se pueden poner al servicio de la humanidad, y en contra de la barbarie”, expuso.
“Nuestra meta, en esta gira de Pallaseando México por Palestina, es costurar distintas resistencias, distintas expresiones artísticas y espacios con el pueblo palestino (…), generar una red, obviamente generar recursos económicos, pero también y sobre todo generar conciencia en la población mexicana”.
“El arte no puede salvar el mundo, pero sí puede salvar mi mundo”: artistas
En un cuarto de Casa Tecmilco, antes de la función, se reunieron los artistas de la gala circense, entre ellos las aerialistas Hannia García y Mar Rivas; y Andrea Peláez, cofundadora y codirectora de Cirko De Mente.
La asociación, dijo Peláez, tiene un largo historial de activismo social y decidió formar parte de la gira de Pallasos en Rebeldía en México, particularmente en la Gala por Palestina.
Una de sus integrantes es Hannia, quien hace danza aérea en aro y straps desde los 15 años de edad. Este arte le permite sentirse libre y hoy es el medio por el cual se pudo sumar al activismo en favor de Palestina.
“Tal vez el arte no puede salvar el mundo, pero sí puede salvar mi mundo, y yo creo que en el momento que estás compartiendo tu arte con las personas puedes llegar a esos pequeños mundo, también”, compartió.
“Tal vez yo, como individual, no puedo hacer demasiado por Palestina, pero puedo sumar un poquito para lo que está sucediendo y para ayudar a las personas que están allá, sin recursos ni nada. Todo lo que se junte acá es un pequeño granito de arena para poder ayudar allá”.
Como ella, Mar también se desempeña en la disciplina aérea pero desde la disciplina de suspensión capilar; en otras palabras, se suspende en el aire con su cabello. Las artes escénicas permiten compartir un discurso positivo, de amor y empatía, consideró la artista mexicana, y es su forma de apoyar causas sociales alrededor del mundo.
“No importa que estemos en México, que es una zona tan lejana, sigue siendo súper importante que no nos quedemos callados por Palestina y por muchísimas otras situaciones del mundo”.
Llevar la magia desde Casa Tecmilco hasta Palestina
Con esta misión, las artistas compartieron escenario junto con Leonardo Constantini, Bruno Guglielmone, Óscar Oliveros, Aziz Gual, Juampi e Iván Prado en medio de risas, malabares, brincos y chistes.
A pesar de estar a casi 12,500 kilómetros de distancia, la meta fue clara pues en palabras de Prado, esa noche se mandaron aplausos y magia hasta las infancias de Gaza. “Sin Gaza, no hay futuro para Palestina; y sin Palestina, no hay futuro para la humanidad”, resaltó el Pallaso en Rebeldía.
“Hoy, aquí, de alguna manera, hemos prendido esa vela”, dijo con una bandera palestina en las manos. “De alguna manera, estos colores hoy representan el futuro y la semilla de la vida. ¡Viva Palestina libre!”.
