Los pacientes con TDAH sufren síndrome de abstinencia y desesperanza en medio del desabasto de Adderall

Snezhana Kostornova, a quien en los últimos dos meses le ha costado trabajo conseguir el Adderall, en Miami, Florida, el 11 de noviembre de 2022. (Eva Marie Uzcategui/The New York Times)
Snezhana Kostornova, a quien en los últimos dos meses le ha costado trabajo conseguir el Adderall, en Miami, Florida, el 11 de noviembre de 2022. (Eva Marie Uzcategui/The New York Times)

Este verano, para cuando Michael Kenneally se vio dando vueltas frente a la farmacia CVS en Cambridge Massachusetts, ya se había hecho amigo del farmacéutico. A Kenneally, de 48 años, le habían dicho varias veces que no le podían surtir la receta de Adderall. Durante un periodo de 25 días, siguió intentándolo, tanto por teléfono como en persona.

Kenneally había estado tomando durante 25 años ese medicamento para tratar su trastorno por déficit de atención con hiperactividad, o TDAH. “He estado tomándolo tanto tiempo, que me es difícil funcionar sin él”, comentó.

Pero ese día en la farmacia fue la primera vez que se sintió como un drogadicto, comentó. “¿Qué estoy haciendo aquí?”, recordó haber pensado mientras daba vueltas de un lado a otro frente a las puertas de cristal.

Aunque al final sí pudo surtir su receta después de cambiar a entrega por correo, Kenneally se pregunta cada mes si habrá algún otro retraso. En octubre, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) confirmó lo que él y muchos otros pacientes ya habían observado: hay un desabasto de Adderall en todo el país.

El sitio web de la agencia confirma que el desabasto seguirá, pese a que algunos fabricantes sí cuentan con el medicamento. El martes, un portavoz de la FDA mencionó que la agencia esperaba que en los próximos 30 a 60 días se resolvieran los problemas de suministro. Hace más de un año, Teva Pharmaceuticals, uno de los principales fabricantes de Adderall, tuvo dificultades para contratar trabajadores, cosa que provocó demoras. Un portavoz de Teva le dijo a The New York Times que esos retrasos ya se habían resuelto, pero que ahora la empresa estaba teniendo “una mayor la demanda”, lo cual es el motivo principal de que haya pedidos pendientes.

Las tasas de consumo de Adderall han estado aumentando durante 20 años. De 2006 a 2016, se duplicó el uso de estimulantes prescritos para tratar el TDAH. Esta cifra ha aumentado, sobre todo, entre las mujeres adultas que usan el medicamento. En mayo, Margaret Sibley, profesora adjunta de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, le dijo al Times que es posible que más personas hayan buscado este medicamento para el TDAH durante la pandemia con el propósito de sobrellevar el estrés. Las empresas emergentes que dan terapia por internet también han anunciado que pueden diagnosticar TDAH y recetar fármacos enseguida.

A Kenneally, un técnico de procesos en una empresa biofarmacéutica, le preocupa cómo podrá trabajar sin estar medicado. Nos comentó que le llegó una tremenda fatiga tan solo unos días después de no tomar Adderall.

Michael Kenneally, quien durante 25 años ha tomado Adderall para tratar su trastorno por déficit de atención con hiperactividad, en Cambridge, Massachusetts, el 7 de noviembre de 2022.
Michael Kenneally, quien durante 25 años ha tomado Adderall para tratar su trastorno por déficit de atención con hiperactividad, en Cambridge, Massachusetts, el 7 de noviembre de 2022.

“Las personas que dependen del medicamento para ser funcionales, para ir a trabajar, para ser buenas madres o para ir a clases la están pasando mal”, señaló Fairlee C. Fabrett, directora de capacitación y desarrollo de personal en el departamento de niños y adolescentes del Hospital McLean en Massachusetts. “No es algo a lo que se le deba restar importancia”.

Después de que pase un periodo inicial de abstinencia, por lo general de una o dos semanas, los pacientes todavía tendrán que superar lo que sigue, ya que seguirá sin haber Adderall durante un lapso de tiempo indeterminado.

“Manipula tu mente”, comentó Meri Romedy Barbian, una estudiante de cuarto grado en la Universidad de Misisipi que faltó a clases para irse conduciendo por casi dos horas a la única farmacia que encontró que tenía Adderall. “Dices: ‘Dios mío, ¿de verdad dependo tanto de este medicamento?’”.

La abstinencia: un estado como de ‘zombi’

Thomas Mandat, de 24 años, a quien le diagnosticaron TDAH cuando estaba en tercer grado, no ha podido surtir su receta en un mes. Durante las primeras dos semanas sin el fármaco, estaba tan exhausto que no podía ni comer, así que se obligaba a engullir licuados de proteína.

En su tercer día sin el medicamento, se sentó ante su escritorio en una empresa de servicios financieros de Las Vegas y sintió como si tuviera la cabeza llena de lodo. Describió sentirse como en un estado de zombi: “Es como si durmieras ocho horas y sintieras que solo dormiste tres”, comentó.

No todos los pacientes que dejan de golpe el Adderall tienen síndrome de abstinencia, señaló Fabrett. Pero es posible que quienes sí lo presentan, tengan cambios de humor, irritabilidad, falta de apetito y, en casos graves, ideas suicidas. Tal vez también sufran dolores de cabeza, temblores, fatiga intensa y trastornos gastrointestinales, explicó Anish Dube, presidente del Consejo para la Atención de Niños, Adolescentes y sus Familiares en la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.

Brigid Groves, directora ejecutiva de asuntos profesionales y de proceder en la Asociación Estadounidense de Farmacéuticos, explicó que las probabilidades de que los pacientes tengan síntomas de abstinencia aumentan si han estado tomando mayores dosis de Adderall durante más tiempo.

Pero, según Dube, hasta los pacientes que usan dosis bajas de Adderall pueden tener síndrome de abstinencia. Es más probable que el Adderall de acción rápida induzca síntomas de abstinencia que su versión de liberación prolongada, la cual permanece durante más tiempo en el cuerpo, añadió.

Síntomas de reactivación del TDAH

Dube mencionó que, además del síndrome de abstinencia, el TDAH que, en principio, llevó a los pacientes a empezar a tomar el medicamento puede volverse incluso más grave cuando estos suspenden de manera repentina su uso.

Snezhana Kostornova, una estudiante de psicología de 31 años que estuvo tomando Adderall hasta hace dos meses, ha estado luchando contra los síntomas de la reactivación. Hace unas cuantas semanas, estaba lavando ropa en su lavamanos, pero se distrajo para ir a traer jabón; regó su planta y luego se puso a navegar por internet para buscar cortinas hasta que el agua le llegó a los pies. Kostornova comentó que justo estaba intentando superar el desabasto de Adderall poco a poco. A veces usa tapones para los oídos cuando sale de casa porque los ruidos de la calle le estimulan demasiado, lo cual es un síntoma del TDAH.

Kostornova menciona que no sabe bien cómo planear su futuro sin tener una fecha definida de cuándo terminará el desabasto. No sabe si debe postergar su inscripción al posgrado. ¿Debe decirles a los profesores que está en una situación sin salida? Sin el medicamento, es muy desgastante contestar los mensajes de sus amigos y familiares y no sabe si debe explicárselo. “Nada más piensas en qué tanto puedes hacer sin que pierdas la estabilidad”, comentó.

Soluciones provisionales

Según Groves, quienes están pasando por el síndrome de abstinencia no tienen muchas opciones para manejar la depresión y la fatiga que pueden presentarse cuando dejan de tomar Adderall. Mientras tanto, es importante que los pacientes tengan hábitos de salud básicos: estar hidratados, comer alimentos nutritivos, dormir lo suficiente.

Dube mencionó que los pacientes que no pudieran tener acceso al medicamento deben comunicarse de inmediato con su médico y hacer algún plan de acción. Es posible que algunos médicos les recomienden cambiar a otro fármaco para el TDAH, como el Ritalin o el Vyvanse. Sin embargo, no todos van a responder de la misma manera a todos los medicamentos y casi siempre los pacientes ya han probado otras marcas y se han quedado con el Adderall debido a que tiene menos efectos secundarios.

“Es muy difícil cambiar de medicamento cuando encuentras el que te sirve y con el que te sientes bien”, comentó Fabrett. “No es justo que pongamos a nuestros pacientes en una situación en la que tengan que tomar estas decisiones”. Fabrett les recomienda a sus pacientes que piensen en lo que necesitan para superar este desabasto y si vale la pena probar un nuevo medicamento a pesar del riesgo de tener efectos secundarios.

Fabrett mencionó que también podemos hablar con nuestro médico acerca de distribuir o reducir la dosis. Los pacientes pueden explorar alternativas que no involucren medicamentos, como la terapia cognitivo conductual o buscar un asesor especialista en personas con TDAH.

Sin embargo, es importante recordar que estas son soluciones temporales que llevan al paciente de un punto A a un punto B, aseveró Fabrett. “Esto no va a durar para siempre”.

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