Un paciente con Párkinson vuelve a moverse libremente tras el implante de células cultivadas

Un paciente con Párkinson vuelve a moverse libremente tras el implante de células cultivadas

Investigadores de la Universidad de Lund en Suecia han implantado con éxito siete millones de células cerebrales cultivadas en un laboratorio en un paciente con la enfermedad de Parkinson. Thomas Matsson, residente en Suecia, ha sido el primero del mundo en probar el método hace aproximadamente un año.

A Matsson le diagnosticaron Párkinson cuando tenía apenas 42 años. Durante los últimos 17 años, se ha sentido como si caminara sobre un jarabe, dice.

"El señor P (la enfermedad) me tiraba del cuello hacia un lado cuando yo iba hacia el otro", dice Matsson. Hoy, el hombre vuelve a reconocer los olores y puede incluso practicar deportes como el patinaje, el esquí, el pádel y el golf.

"El jarabe ha desaparecido. Tengo mis siete millones de células y ahora empiezan a funcionar", afirma Matsson y añade que ha reducido su dosis de la medicación para el Párkinson. "Antes todo era lento y todo era difícil", apunta. "Ser capaz de patinar cuando llevas 20 años con Párkinson, creo que no lo hace mucha gente", asegura.

¿Cómo funciona el tratamiento?

La enfermedad de Párkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta el movimiento debido principalmente a la pérdida de células productoras de dopamina, un neurotransmisor que ayuda a transmitir las señales que controlan el movimiento y la coordinación.

La terapia celular ideada por investigadores de la Universidad de Lund consiste en exponer células madre de óvulos fecundados a factores de crecimiento y señales que recibirían normalmente durante el desarrollo embrionario para dirigirlas a convertirse en células dopaminérgicas inmaduras.

A continuación, las células se implantan en una zona de 4 mm en el centro del cerebro del paciente, la más cercana al tronco cerebral, para sustituir a las células dopaminérgicas que han perdido los enfermos de Párkinson. Unos meses después, empiezan a enviar fibras nerviosas y a producir dopamina.

"La visión es que podría administrarse como tratamiento único y la esperanza es que los pacientes puedan reducir su medicación, evitar los efectos secundarios del tratamiento farmacológico y obtener a largo plazo un buen efecto motor de las células de por vida", declaró a la emisora sueca 'SVT' Gesine Paul-Visse, jefa de Neurología del Hospital Universitario de Skaane, y profesora adjunta de la Universidad de Lund, en 2023, cuando comenzaron los primeros ensayos.

El interés de los pacientes ha sido increíble

Sin embargo, la operación a la que se sometió Matsson tuvo efectos secundarios inesperados. El paciente no se sintió bien inmediatamente al despertar de la intervención de 13 horas y sufrió una psicosis durante 10 días. "Entre otras cosas, me escapé de la sala dos veces. La segunda vez fue la Policía la que me trajo de vuelta. No es algo que quiera volver a experimentar. En absoluto", afirma Matsson.

Se desconoce si fue un efecto de la larga exposición a la anestesia o si tuvo que ver con la adaptación de su cerebro a las nuevas células cerebrales.

Riesgo de formación de tumores cerebrales

Hasta la fecha, cinco pacientes han sido operados con células cultivadas en laboratorio. Pronto, otros tres pacientes recibirán una dosis doble, con 14 millones de células cerebrales cada uno.

"Siempre existe un riesgo teórico de que se formen tumores, que probablemente aumentará si se implanta un mayor número de células cerebrales", explica Paul-Visse y añade que "también existe el riesgo de sobremedicación, es decir, de producir demasiada dopamina en el cerebro. Creo que este riesgo es extremadamente bajo".

Si todo va bien con los ocho primeros pacientes, el equipo de investigación continuará con estudios más amplios en colaboración con una empresa farmacéutica.

"El interés de los pacientes ha sido increíble. Incluso hay pacientes que viven en el extranjero a los que les habría gustado trasladarse a Suecia para participar en este estudio. Y tuvimos que informar a todos los pacientes de que el reclutamiento para este estudio estaba cerrado", explica Paul-Visse.

Mientras tanto, el paciente Matsson dice estar 110% seguro de que el equipo de investigación tendrá éxito. "Estoy absolutamente convencido, ¡al 110%! Y espero que estos científicos obtengan finalmente su justa recompensa", añadió.

La esperanza es que las células cultivadas estén disponibles como medicamento en todo el mundo en un plazo de siete a diez años. "Hay esperanza. Absolutamente, la hay", dijo Paul-Visse como mensaje a las personas que viven con la enfermedad de Párkinson.