Otto Sonnenholzner, el exvicepresidente que busca tomar las riendas de Ecuador

Quito, 16 ago (EFE).- El candidato presidencial ecuatorian Otto Sonnenholzner, quien fue vicepresidente del país durante dieciocho meses, busca tomar las riendas del país andino hasta mayo de 2025 al frente del Gobierno de transición que resulte electo en los comicios generales extraordinarios del próximo 20 de agosto, o en una eventual segunda vuelta, el 15 de octubre.

Sonnenholzner, de cuarenta años, fue vicepresidente con Lenín Moreno entre diciembre de 2018 y junio de 2020, y con 35 años vivió desde el Ejecutivo dos de los episodios más críticos de la historia reciente del país: un violento paro nacional por demandas económicas en octubre de 2019 y los momentos más trágicos de la pandemia de covid-19.

Sin encasillarse en ideologías, pero apoyado por los grupos políticos Suma (centroderecha) y Avanza (centroizquierda), este candidato de ascendencia alemana quiere suceder al conservador Guillermo Lasso, quien en mayo pasado acortó su período tras disolver la Asamblea echando mano de un recurso político conocido como "muerte cruzada", convocando eleccionnes anticipadamente para evitar que el Legislativo votara su destitución.

"Ésta es una candidatura ciudadana enfocada a resolver problemas", dice Sonnenholzner, quien se declaraa partidario de "unir por objetivos y no dividir por ideologías".

Economista, graduado en la Universidad Internacional de Schiller, Sonnenholzner estudió también en las universidades alemanas Ludwig Maximilian, de Múnich, y en la de Passau, y fue designado por el Foro Económico Mundial en 2010 como uno de los Jóvenes Líderes Mundiales de América Latina.

Esta es la primera vez que este magíster en Administración Pública por la Harvard Kennedy School se enfrenta a elecciones populares, pues a la Vicepresidencia llegó por designación, tras la renuncia de María Alejandra Vicuña.

LUCHA CONTRA LA INSEGURIDAD

La mayor preocupación de los ecuatorianos es el ambiente de inseguridad sin precedentes que se vive en el país. "El tráfico y consumo de drogas se han convertido en un fenómeno que engulle la convivencia. Las fuerzas del orden se sienten impotentes ante el avance delincuencial, fomentando así una sociedad temerosa", denuncia en su programa electoral.

A su juicio, el "sicariato, perpetrado incluso por menores de edad, se ha vuelto pan de todos los días", mientras que "los casos de feminicidio han aumentado en medio de una crisis de violencia intrafamiliar y un sistema de justicia deficiente que permite la impunidad".

Por eso, la lucha contra la inseguridad es el eje principal de la campaña de Sonnenholzner, un empresario que fue conductor de programa radiofónico de entrevistas y que se desempeñó como presidente de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusores desde la provincia del Guayas, una de las más afectadas por el crimen.

Sonnenholzner tiene un plan afincado en cuatro puntos para combatir la inseguridad: el control de cárceles (los reclusos muertos en motines se cuentan por centenares cada año), la aplicación de información de inteligencia para el control de las armas, la asignación de garantías para los funcionarios de Justicia y el respaldo a la fuerza pública.

Para cumplirlo calcula que necesitará unos 300 millones de dólares, que invertirá en sistemas de tecnología, en reforzar los controles en las fronteras y en la construcción de cárceles, entre otros.

TRANSPARENCIA Y DOLARIZACIÓN

Entre los principios que inspiran su propuesta electoral destacan la transparencia y combate a la corrupción.

"La corrupción niega el desarrollo, dinamitando los lazos de una sociedad y socavando el aparato estatal", señala Sonnenholzner, defensor de un proyecto para aplicar el "control patrimonial" en el combate al narcotráfico y la corrupción.

Convencido de que se debe reforzar la dolarización -en vigor desde el 2000 en Ecuador-, este aspirante presidencial considera crucial la inversión pública para generar empleo.

Asimismo, aboga por mejorar la gestión de ingresos y financiación a través de la eficiencia y efectividad en la gestión tributaria, y recuperar el rol del Estado en la inversión responsable los recursos públicos en servicios sociales e infraestructura.

REACTIVAR INVERSIÓN

De igual manera, defiende impulsar la reactivación de la inversión privada para apalancar el crecimiento y mejorar las condiciones educativas y de sanidad para los casi 18 millones de ecuatorianos.

En temas ambientales, propone políticas y regulaciones que garanticen la conservación y uso responsable de recursos renovables, como bosques, agua y biodiversidad; y la gestión responsable de los recursos no renovables, enre ellos, el petróleo y los minerales, para minimizar los impactos ambientales y promover la equidad en la distribución de los beneficios económicos derivados de su explotación.

Con su candidata a vicepresidenta, Erika Paredes, una licenciada en asuntos internacionales con mención en comercio exterior, Sonnenholzner -que habla español, inglés y alemán- apuesta por una apertura al mundo "con pragmatismo", convencido de que "Ecuador necesita a todos los países que puedan ayudar, a todos los mercados donde pueda entrar", pero rechaza los sistemas políticos de Venezuela y Nicaragiua, que no duda en calificar de "dictaduras".

Susana Madera

(c) Agencia EFE