Yahoo Noticias Seis metros y 3000 kilos de chatarra. Para qué se usará el Transformer perdido en la provincia de Buenos Aires
La trompa del Citröen Ami 8 se distingue en el pecho detrás de dos puños enlatados que sostienen con firmeza una espada de más de cinco metros de altura que se clava en el piso de cemento. El resto de la carrocería de esa pieza de colección sirve para envolver los brazos, las piernas y los pies de esa magnífica escultura de metal realizada con los restos de una planta metalúrgica que fue desmantelada y que replica la figura de Optimus Prime, el robot de la zaga Transformers que descansa en un depósito de chatarra de Mar del Plata.
El líder de las fuerzas Autobot no bajó de las tierras de Cybertron, sino que fue ensamblado en Tandil por un grupo de herreros que le dieron forma a los seis metros de altura en los que depositaron más de tres toneladas de hierro. Codos, rodillas y otras articulaciones hechas con llantas de vehículos, los gemelos confeccionados con garrafas, el torso cosido con engranajes y rulemanes y una enorme espada de chapa e incrustaciones de herraduras y tuercas, sostenidas por dos manos que se cruzan por delante del pecho.
El gigante de metal no es una réplica exacta del cybertroniano, definido como una especie extraterrestre de formas de vida robóticas modulares inteligentes y autoconfigurables, que combina evolución biológica e ingeniería tecnológica; o, en otras palabras, un robot que se transforma en camión o un camión que se transforma en robot para luchar contra los malos. El robot marplatense es rígido, no se mueve por sí solo, tampoco se convierte en un semirremolque y los colores son diferentes. Pero la atracción que provoca es enorme, como su majestuosa estructura metálica.
Optimus Prime fue el héroe de ficción en las películas Transformers (2007), Transformers, la venganza de los caídos (2009), Transformers: la oscuridad de la luna (2011), Transformers: La Era de la Extinción (2014) y Transformers: el último caballero (2017). A diferencia de ese robot, que es azul y rojo, en el Optimus Prime de la costa predomina el naranja que se combina con el negro. “Elegimos esos colores por son los mismos que identifica a la empresa desde que se fundó”, cuenta Fernando Ale, de Depósito Juncal, un emprendimiento familiar de más de 70 años que se dedica al reciclado de metales ferrosos y no ferrosos.
En uno de los predios de la firma, en las afueras de Mar del Plata, se encuentra esta escultura que fue confeccionada en los talleres de Herreros del Arte, un grupo de herreros de Tandil que construyen figuras de gran tamaño como dinosaurios o de porte similar. Pero, ¿cómo llega Optimus Prime a Tandil y luego a Mar del Plata? La explicación tiene una cronología y comienza con el desmantelamiento de una planta en Tandil y una historia familiar que fue creciendo movilizada por la curiosidad.
Lo cuenta mejor Fernando, el tercer eslabón de una generación de recicladores de metales que quieren dejar una impronta en la ciudad balnearia. “Mi viejo desarmó un predio metalúrgico y cada vez que viajaba desde Mar del Plata a Tandil pasaba por el taller de los Herreros del Arte, que tenían esas figuras gigantes de dinosaurios. Así le prendió la idea. Es una forma de dejar registro del laburo que se hizo ahí”, explica el joven.
A medida que la planta se iba desarmando algunas partes iban a parar al taller de los herreros, como el Citröen Ami 8 que le da la impronta al Transformer. La escultura se terminó poco antes de la pandemia de coronavirus y ahí quedó, arrumbada en un rincón del taller. Hasta que hace unos meses, en una muestra industrial en Tandil, fue exhibida y cobró vida hasta llegar a Mar del Plata.
“No tuvimos que seguir ninguna regla puntual para la construcción del Transformer. Primero se armó un boceto para definir qué cosas iban en qué lugar y después se hizo un esqueleto de metal para ir sumándole chatarra. Generalmente nosotros buscamos chatarra, si es de auto, mejor, y lo que se encuentra, se pone. Se va improvisando mucho, es bastante libre porque nadie te puede decir si está mal hecho. En cambio, para los dinosaurios hay que seguir reglas y deben quedar igual las proporciones y tamaños”, explica Octavio Delatorre, uno de los constructores de Optimus Prime junto a Ramiro Tribiño.
El armado de la escultura demandó cuatro meses y fue necesario armar andamios, usar escaleras, grúas y conseguir herramientas especiales. El marplatense se convirtió en el tercer ejemplar de este tipo aunque los Herreros del Arte ellos suelen trabajar figuras de gran porte, principalmente de dinosaurios, que se encuentran en el Parque del Origen, en Tandil. El año próximo se sumará un Argentinosaurus de 45 metros de largo, 19 de alto y 12.000 kilos de peso.
Atracción
“Está en uno de nuestros depósitos, en un predio privado, pero se acerca mucha gente a tomarse fotos o hacer videos. Nos sobrepasó el tema”, admite Fernando ante el interés que despertó Optimus Prime. La intención de la familia es colocarla en un sector donde sí pueda acceder el público junto a una plazoleta del reciclado “para que los niños tomen conciencia de la importancia de la economía circular”.
La exposición en Tandil y algunas publicaciones en medios locales de alcance nacional colocaron al Transformer marplatense en la agenda viral y hasta política: la familia de recicladores recibió una propuesta de la Municipalidad de General Pueyrredon para colocar a la escultura de metal en un campo tecnológico para darle mayor visibilidad.
“Les dijimos ´gracias, pero no´ porque lo armamos para mis sobrinos y la familia. Es cierto que tuvo un impacto muy grande para la gente y en algún momento lo colocaremos en un sitio de mayor acceso para que lo puedan visitar, quizás llevarlo a un espacio donde recibir colegios y hacer una ruta del reciclado”, cuenta Fernando que, además, generó una plataforma llamada Metal Red para facilitar el descarte de chatarra a aquellas personas que necesiten contratar como servicio.
Para que Optimus Prime pueda estar en contacto más cercano con la gente, la familia Ale espera terminar de acondicionarlo. Por estos días están esperando que un escenógrafo y diseñador concluya la confección de un juego de luces de neón para que brille en la oscuridad. Ahí sí, estará listo.
