La oposición francesa dice al "arrogante" Macron que debe comprometerse para ganar apoyos

El presidente francés se reúne con el jefe del partido conservador Les Republicains

Por Michel Rose y Ingrid Melander

PARÍS, 21 jun (Reuters) - Los líderes de la oposición francesa dijeron el martes al atribulado presidente Emmanuel Macron que no le harán la vida fácil en su intento de evitar una parálisis política tras el revés electoral de este fin de semana en el Parlamento.

Macron debería cesar a su primera ministra, dijeron algunos opositores, además de revisar sus planes de reforma y abandonar su enfoque verticalista del poder.

Tras disfrutar de un control total sobre el parlamento durante los últimos cinco años, Macron necesita ahora el apoyo de los opositores, ya que los votantes descontentos con la inflación y su percibida indiferencia eligieron el domingo una asamblea sin mayoría.

No será fácil. El resultado de las elecciones puede anunciar una era de inestabilidad política no vista en décadas en Francia.

"Le dije al presidente que estaba fuera de lugar un acuerdo de coalición, eso sería una traición a nuestros votantes", dijo Christian Jacob, líder de los conservadores Les Republicains, tras reunirse con Macron, a quien calificó antes de "arrogante".

Les Republicains son el lugar más obvio para que Macron encuentre apoyo. Su plataforma económica es compatible en gran medida con la del mandatario, incluidos sus planes de aumentar la edad de jubilación en tres años, hasta los 65.

Sin embargo, los conservadores, entre cuyos expresidentes se encuentran Nicolas Sarkozy y Jacques Chirac, han descartado hasta ahora un pacto formal de coalición al estilo alemán.

Aun así, Jacob dijo que su partido será "responsable", abriendo aparentemente la puerta a complicadas negociaciones proyecto a proyecto. No obstante, destacó que, incluso en ese caso, le corresponde a Macron hacer el esfuerzo de asumir sus propuestas.

Jean-Luc Melenchon, que unió a la izquierda en una alianza que obtuvo el segundo mayor número de diputados, dijo a los medios que la primera ministra Elisabeth Borne tenía que irse.

"Estamos perdiendo el tiempo", dijo sin rodeos, en una señal de lo combativo que piensa ser su bando.

El Elíseo dijo que Borne presentó su dimisión, pero que Macron la rechazó para que el gobierno pueda seguir trabajando. Sin embargo, la redacción del comunicado del Elíseo daba a entender que podría ser sólo un indulto temporal, en un momento en el que hay mucho en el aire.

Marine Le Pen, cuya Agrupación Nacional de extrema derecha cuenta ahora con 89 diputados, frente a los ocho de la anterior legislatura, subrayó que Macron debe escuchar lo que su partido tiene que decir y "no puede continuar la política que ha llevado (hasta ahora)".

Olivier Faure, líder del Parti Socialiste, que se unió al bloque de izquierda Nupes antes de las elecciones, dijo que su partido podría respaldar algunas propuestas políticas, pero sólo si Macron asume sus ideas.

"Hemos tenido un periodo llamado jupiteriano en el que el presidente decidía solo y en el que no rendía cuentas a nadie", dijo Faure a la prensa. "A partir de ahora (...) está obligado a aceptar un mayor papel del Parlamento (...) y es saludable que rinda cuentas, que negocie, que busque puntos de acuerdo".

Si Macron no consigue los apoyos necesarios para que se aprueben las leyes, Francia podría enfrentar un largo periodo de bloqueo político que podría obligarle más adelante a convocar unas elecciones anticipadas, una eventualidad que Manuel Bompard, legislador del partido de Melenchon, pronosticó que ocurrirá "tarde o temprano".

Una fuente del gobierno dijo que a Macron no le interesa convocar unas elecciones anticipadas ahora, pero que "es una carta a jugar en caso de que el país se paralice".

(Reporte adicional de Dominique Vidalon, Ingrid Melander y John Irish; escrito por Ingrid Melander y Richard Lough; editado en español por Carlos Serrano)