La oposición bielorrusa está lista para actuar ante los rumores sobre la salud de Lukashenko

La líder de la oposición bielorrusa exiliada Sviatlana Tsikhanouskaya

Por Andrew Osborn

LONDRES (Reuters) - La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Sviatlana Tsikhanouskaya, dijo el lunes a sus seguidores que estuvieran preparados para aprovechar cualquier oportunidad de convertir su país en una democracia, mientras continuan las especulaciones sobre la salud del presidente Alexander Lukashenko.

Poco después de su mensaje a los partidarios a través de Twitter, un canal de noticias estatal bielorruso publicó una foto de Lukashenko en lo que dijo era un centro de mando militar en lo que sería su primera aparición pública en casi una semana.

El canal de Telegram Pul Pervovo, un medio estatal que informa sobre las actividades de Lukashenko, dijo que estaba trabajando en una base de mando de la fuerza aérea central. En la foto aparece con un vendaje en la mano izquierda.

Lukashenko, de 68 años, que en una ocasión declaró a Reuters que era "el último y único dictador de Europa", ha gobernado Bielorrusia con mano de hierro desde 1994, utilizando sus fuerzas de seguridad para intimidar, atacar y encarcelar a sus oponentes u obligarles a huir al extranjero.

Firme aliado de Rusia, antes del lunes Lukashenko no había aparecido en público desde el 9 de mayo, cuando pasó revista al desfile militar anual de Rusia en la Plaza Roja de Moscú como invitado del presidente Vladimir Putin.

Lukashenko,con aspecto cansado y algo inestable, lucía un vendaje en la mano derecha y no acudió a un almuerzo ofrecido por Putin. También se desvió de su tradicional paseo posterior al desfile y, en su lugar, fue conducido a un acto cercano.

Las especulaciones sobre su estado de salud se intensificaron el domingo, cuando Lukashenko faltó a una ceremonia en Minsk en medio de informaciones no confirmadas de los medios de comunicación que afirmaban que había sido hospitalizado. Su lugar fue ocupado por el primer ministro Roman Golovchenko. La oficina de Lukashenko no ha querido hacer comentarios sobre su ausencia.

Truculento pero viejo aliado de Moscú, Lukashenko se ha vuelto más dependiente de Rusia en materia de energía y préstamos desde la invasión rusa de Ucrania el año pasado, cuando permitió que las fuerzas rusas utilizaran su país como plataforma de lanzamiento de lo que Moscú denominó su "operación militar especial."

Tsikhanouskaya, que huyó por su propia seguridad en 2020 de Bielorrusia cuando estallaron enormes protestas callejeras contra Lukashenko sólo para ser finalmente aplastadas, y cuyo marido se encuentra en la cárcel, dijo el lunes que la oposición tenía que estar preparada para cualquier escenario.

"Hay muchos rumores sobre la salud del dictador Lukashenko", tuiteó Tsikhanouskaya a sus seguidores.

ESTAR BIEN PREPARADOS

"Para nosotros sólo significa una cosa: debemos estar bien preparados para cualquier escenario. Para encaminar a Bielorrusia por la senda de la democracia y evitar que Rusia interfiera. Necesitamos que la comunidad internacional sea proactiva y rápida".

Lukashenko tacha a los opositores internos de subversivos y traidores orquestados por Occidente.

Según la Constitución, si Lukashenko queda incapacitado y no puede gobernar, su cargo pasa en calidad de interino al presidente de la cámara alta del Parlamento -el Consejo de la República- hasta que se celebren nuevas elecciones.

La actual presidenta es Natalya Kochanova, de 62 años, antigua jefa de gabinete de Lukashenko.

Andriy Yusov, portavoz de la agencia de inteligencia militar ucraniana, afirmó en declaraciones televisadas que Kiev tenía información sobre la salud de Lukashenko, pero dijo que no haría comentarios por diversos motivos.

(Reporte de Andrew Osborn; información adicional de Dan Peleschuk en Kiev; edición de Mark Heinrich, editado en español por José Muñoz)