Operativo: heridos, evacuaciones y la amenaza de una sustancia tóxica, el día que Mendoza simuló un terremoto devastador

Las fuerzas armadas de la Argentina y de Chile participaron de en un simulacro sísmico en Mendoza para fortalecer la coordinación ante desastres naturales
Las fuerzas armadas de la Argentina y de Chile participaron de en un simulacro sísmico en Mendoza para fortalecer la coordinación ante desastres naturales - Créditos: @Marcelo Aguilar

MENDOZA.- El caos es total. Hace siete días esta ciudad se sacudió con una violencia pocas veces registrada. El sismo fue de 7.5 en la escala de Richter. Ahora, las Fuerzas Armadas y los servicios de emergencias están trabajando a toda máquina en una carrera contra el tiempo que está repleta de obstáculos. La pista de aterrizaje del aeropuerto se encuentra destrozada, hay una fisura en el dique de Potrerillos, colapsaron un sinfín de edificios y puentes y un camión que circulaba con sustancias tóxicas volcó y está perdiendo el contenido de su carga.

Bajo esta hipótesis de catástrofe, hoy se realizó aquí una nueva jornada del ejercicio Solidaridad 2022, un operativo que se hace cada tres años entre las Fuerzas Armadas de la Argentina y las de Chile para fortalecer la coordinación militar ante una catástrofe natural, como la de un terremoto. La actividad comenzó anteayer y finalizará mañana.

El simulacro contó con un gran despliegue de las Fuerzas Armadas y diversos equipos de rescate
El simulacro contó con un gran despliegue de las Fuerzas Armadas y diversos equipos de rescate - Créditos: @Marcelo Aguilar

En el ejercicio binacional estuvieron el ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, y el subsecretario de Defensa del país trasandino, Gabriel Garpar, entre otros funcionarios y autoridades militares. El operativo corresponde a la ejecución del Plan Anual de Ejercicios Combinados aprobado por la ley N°27.688 y está enmarcado en el denominado Acuerdo sobre Cooperación en Materia de Catástrofes que ambos países suscribieron en1997.

Estas prácticas son cruciales, señalan las autoridades, porque Mendoza es una zona sísmica situada sobre más de 10 fallas geológicas activas. Entre ellas, las que representan un mayor riesgo son la de Cal y la de Barrancas. De hecho, hace solo cuatro días se registró un sismo de magnitud 5.4 en la escala de Richter en esta ciudad, según la información emitida por el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES).

No poder aterrizar, uno de los mayores obstáculos

Durante la simulación, el comandante del componente aeroespacial de la zona de emergencia, el comodoro Matías Orefice, explicó que, ante el bloqueo de la pista de aterrizaje del aeropuerto que generó el sismo, los aviones Hércules del Ejército tienen que proveer los suministros sin tocar el suelo.

El simulacro contó con la presencia del ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, y el subsecretario de Defensa del país trasandino, Gabriel Garpar
El simulacro contó con la presencia del ministro de Defensa argentino, Jorge Taiana, y el subsecretario de Defensa del país trasandino, Gabriel Garpar - Créditos: @Marcelo Aguilar

Para ello, ataron las cargas a un paracaídas. Ese paquete fue previamente seleccionado por un centro de comando que es el que define las prioridades en plena emergencia. Los contenedores cargados de suministros pueden pesar hasta 16 toneladas, aunque para el simulacro las cargaron con 1000 litros de agua.

A lo lejos se divisaba el Hércules que descendió lentamente y desde su bodega soltó tres enormes cajas que cayeron sobre el suelo. Una vez en tierra, un operario las acondicionó para engancharlas a un helicóptero que las trasladaría hasta su destino final.

Un derrumbe, el escenario más temido

Una fábrica abandonada en Luján de Cuyo fue durante el simulacro un refugio para personas en situación de calle que quedó hecho pedazos. Los servicios de emergencias estimaban que había 20 personas atrapadas entre las rocas y los caños.

Para su rescate, el Ejército, la Cruz Roja y los bomberos de Luján de Cuyo trabajaron con diversos equipos de rescatistas para evacuar a los heridos. La simulación parecía real. Había actores con sangre de utilería en el rostro que descendían de un techo, junto con un rescatista. Otros sobrevivientes salieron del pozo de un ascensor. Había perros que olfateaban los escombros y parlantes a todo volumen con los sonidos típicos de una catástrofe: sirenas y gritos. Sin embargo, en un momento los rescatistas pidieron mantener la zona en silencio. “Somos el Ejército, ¿hay alguien ahí?”, preguntaba uno de los agentes en busca de alguna señal de vida.

Los rescatistas evacuaron heridos en distintos escenarios
Los rescatistas evacuaron heridos en distintos escenarios - Créditos: @Marcelo Aguilar

Una de las personas que participó del simulacro, en el rol de víctima, fue Karina Vázquez, que trabaja en la Municipalidad de Luján de Cuyo. Ella estaba con el rostro “ensangrentado y lleno de polvo”. Su compromiso con la situación hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas: “Me parece muy bueno este ejercicio. Cuando me dijeron que necesitaban ayuda para el simulacro, no dudé en sumarme”.

A pocos metros de allí, se había montado un hospital de campaña con salas de internación y quirófanos. Ahí se puede intubar a un paciente, frenar una hemorragia o realizar intervenciones más complejas en medio del desastre.

El operativo contó con la presencia de varias fuerzas de rescate, la Cruz Roja y los bomberos de Luján de Cuyo
El operativo contó con la presencia de varias fuerzas de rescate, la Cruz Roja y los bomberos de Luján de Cuyo - Créditos: @Marcelo Aguilar

A varios kilómetros de ese hospital que se levantó para la ocasión, en el Centro Cívico de la capital provincial, que está frente a la casa de la gobernación y de los tribunales provinciales y federales, había un centro de comando donde se desarrollaba un trabajo entre agencias. Si ocurriera un desastre natural, ese puesto de control sería clave para sobreponerse a la tragedia porque desde ahí se coordinarían buena parte de las acciones. Por ejemplo, esta tarde se plantearon hipótesis que iban desde la falta de agua y la pérdida del orden público, hasta un colapso del sistema cloacal de la ciudad.

El riesgo de las sustancias tóxicas

Un humo amarillo y muy dañino para la salud se liberaba a través del tanque roto de un camión que transportaba una sustancia tóxica cuando, de pronto, fue sorprendido por el terremoto. Los bomberos de Luján de Cuyo esparcieron una espuma para bloquear la fuga, mientras que miembros de la División Química, Bacteriológica y Nuclear del Ejército (QBN) se encargaba de descontaminar a los heridos para luego brindarles primeros auxilios y, por último, trasladarlos al hospital.

 La División Química, Bactereológica y Nuclear del Ejército (QBN) se encargó de descontaminar a los heridos luego de un accidente con un camión que transportaba una carga tóxica
La División Química, Bactereológica y Nuclear del Ejército (QBN) se encargó de descontaminar a los heridos luego de un accidente con un camión que transportaba una carga tóxica - Créditos: @Marcelo Aguilar

Los miembros de la QBN tenían trajes antifiltraciones que previenen el ingreso de líquidos y también de gases tóxicos. Ellos se acercaban al camión para sellarlo y otros miembros del equipo, también protegidos de pies a cabeza y con máscaras de oxígeno, rociaban a los heridos con un líquido descontaminante. A los que estaban en una camilla los apoyaban en una cinta transportadora de metal y los desinfectaban.

El agua y los evacuados, dos puntos clave en una catástrofe

El gigantesco Parque San Martín, el más importante de la ciudad de Mendoza, también se encontraba absolutamente militarizado. Allí desplegaron el centro de evacuados.

El primer paso lo realizaba la Cruz Roja Argentina. Personal de ese cuerpo le tomaba los datos a todos los que llegaban y luego los hacían pasar a unas carpas donde miembros del Ejército les suministraba un colchón y unas mantas. Luego las listas de nombres se difundirían en los medios de comunicación para que los familiares pudieran saber dónde estaban sus seres queridos.

Cerca de las carpas de evacuados había unos canastos que rebalsan de sachets de medio litro de agua. A cada evacuado le entregaban uno de esos paquetes.

Para el operativo se montaron múltiples hospitales de campaña
Para el operativo se montaron múltiples hospitales de campaña - Créditos: @Marcelo Aguilar

Para que no faltara agua, el Ejército diseñó y fabricó una planta potabilizadora móvil que, a su vez, también empacaba el agua en las pequeñas bolsas de plástico. La máquina se trasladó hasta la zona del desastre y se la conectó a una fuente de agua superficial.

“El agua pasa de la fuente a unos piletones donde se le vierten químicos para que las partículas más grandes se vayan al fondo. Una vez que eso sucede, se espera dos o tres horas, el agua pasa por la planta potabilizadora, luego a través de unas membranas de ósmosis inversa y, por último, se las expone el líquido a unos filtros UV. De ese modo, queda apta para el consumo humano. Esta máquina tiene la capacidad para empacar 1500 sachets de medio litro por hora.”, describió la mayor Romina Soldad.

Al finalizar la jornada del operativo, Taiana señaló que el operativo era de gran relevancia de cara a una tragedia que podría suceder en cualquier momento. “Esto ayuda a coordinar tareas entre las Fuerzas Armadas en una situación de catástrofe natural. Por su gran capacidad logística y de despliegue, las Fuerzas Armadas pueden ayudar mucho en estos hechos y por eso, la importancia de estos ejercicios. Estamos muy contentos de recibir a la delegación chilena para concretar este ejercicio conjunto que se realiza hace varios años y colabora a generar interoperabilidad, mediante un entrenamiento complejo de coordinación de mandos y desplazamiento de cada fuerza”, señaló.