Olímpyccas, un programa para empoderar a futuras promesas del fútbol femenino ecuatoriano

Quito, 22 ago (EFE).- El club de fútbol femenino ecuatoriano Ñañas presentó este jueves en Quito el programa Olímpyccas, una iniciativa que busca empoderar y formar a las jóvenes promesas en este deporte para apostar por su desarrollo profesional y romper con los estereotipos de género.

“Olímpyccas nace de la ilusión de muchas niñas y jóvenes ecuatorianas de ser futbolistas profesionales”, explicó a EFE Fernanda Vásconez, exfutbolista y fundadora del Ñañas, quien matizó que con esta iniciativa no sólo se busca “abrir una escuela de fútbol”, sino que también “romper muchos estereotipos y barreras mentales”.

En Ecuador, menos del 3 % de las escuelas de fútbol están dirigidas a niñas y mujeres, y por cada niño que deja de practicar este deporte son dos las niñas que se alejan de esta disciplina debido a la falta de apoyo familiar y social, según datos aportados por el club Ñañas y Pycca, empresa financiadora del programa.

Olímpyccas, que se propone ser un motor de cambio, inicia este viernes el periodo de inscripciones de cara a las pruebas deportivas a jóvenes de entre 14 y 16 años, en las ciudades de Quito y Guayaquil, las más pobladas del país.

Formación deportiva, emocional y social

De entre las deportistas inscritas, se preseleccionará a 30 y a finales de año se anunciarán los nombres de las cuatro jóvenes promesas, quienes durante cuatro años podrán jugar con el Ñañas en la Superliga Femenina, la máxima categoría en el país andino.

Asimismo, estas cuatro adolescentes tendrán cubiertos todos los gastos de alojamiento, transporte, alimentación, salud y educación.

“Lo primero es cumplir con todas las necesidades básicas que puedan tener las jugadoras”, explicó Vásconez, sabedora de que además de los estereotipos de género, la realidad socioeconómica de las familias aleja a muchas niñas del deporte.

“Pero aparte de eso, el segundo eje es la formación deportiva y emocional (...), y el tercero, es el componente social”, continuó.

Este último eje, que se basa en la capacitación en valores sociales y de equidad, persigue que las seleccionadas “se conviertan en mujeres ejemplo para que puedan dar un mensaje de empoderamiento a la sociedad”, dijo la exfutbolista, quien antes de fundar el Ñañas jugó en las ligas profesionales de Colombia, Argentina, Suiza y Estados Unidos.

Creer en las jugadoras e invertir en ellas

Vásconez remarcó en la necesidad de dejar de apoyar a las mujeres para pasar a creer en ellas: “¡Creer en cada una de estas jugadoras es poderosísimo!”, exclamó.

En este sentido, llamó a la sociedad a confiar en ellas para que éstas puedan creer también en sí mismas, ya que -como apuntó la fundadora del Ñañas- "la primera barrera que enfrentan las deportistas es pensar que no serán capaces de lograr lo que se propongan".

“En nuestro subconsciente se ha quedado grabado, durante muchos años, que hacer algo mal es hacerlo como una mujer, y eso incide en nuestro crecimiento”, dijo.

Asimismo, la exfutbolista expresó la urgencia de invertir en el deporte femenino porque, como aseguró, los clubes que albergan equipos femeninos no tienen la capacidad económica suficiente para progresar.

Érika López, una joven promesa del Ñañas

La entrenadora del equipo, la española Susú Cores, lamentó en declaraciones a EFE que aún queda mucho por avanzar en derechos en el fútbol femenino.

Y apuntó que para progresar hay que “empezar la casa por el tejado”, es decir, primero hay que llenar las vitrinas de trofeos para después llamar la atención de patrocinadores.

No obstante, Cores se mostró esperanzada e inspirada por jóvenes promesas como Érika López, una quinceañera manabita que ya forma parte de la plantilla y que ha llegado con muchísimo talento y con un gran futuro.

López señaló que la ecuatoriana Mayra Olvera o la española Alexia Putellas son algunas de sus grandes referentes, y aseguró que trabaja con constancia para “lograr ser como ellas o mucho más”.

Además, la joven jugadora expresó que el equipo y las futuras compañeras que están por llegar, seguramente lucharán por conquistar más espacios: “Vamos a romper muchas más barreras”, concluyó.

Ane Amondarain

(c) Agencia EFE