FOTOS: la otra cara de la guerra contra el Estado Islámico en Irak
Las familias se escondían y acurrucaban en la oscuridad de los sótanos mientras la guerra entre las fuerzas del gobierno iraquí y los milicianos del Estado Islámico hacía estragos en una encarnizada batalla por el control de las calles de Mosul.
En la superficie, los soldados de la división de respuesta rápida del gobierno de Irak se movían de casa en casa aprovechando las mismas grietas abiertas en las paredes por los milicianos de Estado Islámico en la defensa de su último bastión en el oeste de la ciudad.
Los callejones los condujeron por habitaciones y jardines hasta una cocina en cuyo fogón había una olla con un guiso de lentejas. Estas escenas de la vida doméstica ilustran un caos creciente producido por una guerra que se intensifica a medida que las fuerzas iraquíes avanzan.
“Es extraño y aterrador”, eso dijo una joven apenas visible en la oscuridad del sótano debajo de su casa en el barrio de Josaq. Se escondió ahí tras haber dado a luz a su hija hace 72 días. “Rara vez subo las escaleras”, dice.
En la primera fase de la ofensiva, las fuerzas iraquíes avanzaron rápidamente para capturar de nuevo la mitad oeste de Mosul, recuperaron el aeropuerto y penetraron las defensas del Estado Islámico en la ciudad en cuestión de días.
Ahora, en su avance por barrios residenciales donde se encuentran atrapados no menos de 750.000 civiles, están encontrando una mayor resistencia.
La derrota de Estado Islámico en Mosul supondría el aplastamiento del flanco iraquí del califato proclamado por su líder Abu Bakr al-Baghdadi en 2014 abarcando vastas zonas de Irak y de la vecina Siria (Isabel Coles / Reuters).