Odesa recibe un intenso bombardeo tras las celebraciones del Día de la Victoria en Rusia

Bombardeo de Odesa

Por Pavel Polityuk y Jonathan Landay

KIEV/JÁRKOV, Ucrania (Reuters) - Edificios de Odesa estaban en ruinas el martes, un día después de que las fuerzas del Kremlin bombardearan el puerto del sur de Ucrania con misiles y que el presidente ruso, Vladimir Putin, encabezara las desafiantes celebraciones para conmemorar la victoria soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial.

Aunque Putin guardó silencio sobre los planes de una escalada en Ucrania, los combates no cesaron con un renovado empuje de las fuerzas rusas el lunes para derrotar a las últimas tropas ucranianas que resistían en una acería en la arruinada Mariúpol.

"Están luchando por la Madre Patria, por su futuro, para que nadie olvide las lecciones de la Segunda Guerra Mundial. Para que no haya lugar en el mundo para verdugos, castigadores y nazis", dijo Putin.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en su propio discurso del lunes, prometió que los ucranianos triunfarían.

"En el Día de la Victoria sobre el nazismo, luchamos por una nueva victoria. El camino hacia ella es difícil, pero no tenemos ninguna duda de que venceremos", dijo Zelenski.

En Odesa, el principal puerto del mar Negro para la exportación de productos agrícolas, una persona murió y cinco resultaron heridas cuando siete misiles impactaron en un centro comercial y un depósito, dijeron las fuerzas armadas de Ucrania en Facebook.

Las imágenes de vídeo del lugar de los hechos mostraban a los bomberos y a los equipos de rescate peinando los montones de escombros y rociando los restos aún humeantes.

Ucrania —un importante productor de maíz y trigo— y sus aliados han intensificado los esfuerzos para desbloquear los puertos o proporcionar rutas alternativas para la exportación de grano, trigo y maíz.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, visitó Odesa el lunes, instando después a una respuesta global para ayudar a Ucrania.

Una reunión en Odesa entre Michel y el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, se vio interrumpida por el ataque con misiles, lo que obligó a los dos a acudir a un refugio antiaéreo, según la cuenta oficial de Twitter de Shmyhal.

En la ciudad de Bogodukhov, al noroeste de Járkov, cuatro personas murieron y varias casas fueron destruidas por los ataques rusos, informaron los medios locales citando a responsables de Járkov.

En algunas regiones del este de Ucrania, Luhansk, Járkov y Dnipro, se podían escuchar sirenas de ataque aéreo a primera hora del martes.

El Ministerio de Defensa ucraniano dijo que las fuerzas rusas respaldadas por tanques y artillería estaban llevando a cabo "operaciones de asalto" en la planta Azovstal de Mariúpol, donde cientos de defensores ucranianos han resistido durante meses de asedio.

Mariúpol se encuentra entre la península de Crimea, tomada por Moscú en 2014 y partes del este de Ucrania bajo el control de los separatistas respaldados por Rusia. La captura de la ciudad permitiría a Moscú unir ambas zonas.

DESINFORMACIÓN REVISIONISTA

Más de 5,5 millones de ucranianos han huido de su país desde la invasión rusa del 24 de febrero, según Naciones Unidas, que la ha calificado como la crisis de refugiados de mayor crecimiento en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

Sin embargo, las ganancias de Moscú tras la invasión han sido, en el mejor de los casos, lentas, y apenas ha conseguido nada más que una franja de territorio en el sur y avances marginales en el este.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que le preocupaba que Putin "no tenga una salida en este momento, y estoy tratando de averiguar qué hacemos al respecto".

Las fuentes dicen que los legisladores demócratas de Estados Unidos han acordado una propuesta de ayuda de 40.000 millones de dólares para Ucrania, que incluye un nuevo paquete masivo de armas.

La Casa Blanca había calificado anteriormente las declaraciones de Putin durante su discurso del Día de la Victoria como "historia revisionista que tomó la forma de desinformación".

La victoria soviética en la Segunda Guerra Mundial ha adquirido un estatus casi religioso en Rusia bajo el mandato de Putin, que ha invocado el recuerdo de la "Gran Guerra Patriótica" a lo largo de lo que él llama una "operación militar especial" en Ucrania.

Los países occidentales consideran que se trata de una falsa analogía para justificar una agresión no provocada.

"No puede haber un día de victoria, sino de deshonra y seguramente de derrota en Ucrania", dijo el secretario de Defensa británico, Ben Wallace.

En Polonia, el embajador ruso fue rodeado por manifestantes en una ceremonia conmemorativa y rociado con pintura roja. El embajador, Serguéi Andréyev, con la cara empapada y la camisa manchada, dijo estar "orgulloso de mi país y de mi presidente".

Refugiada en una estación de metro de Járkov —la segunda ciudad ucraniana, mayoritariamente rusófona, que ha sido bombardeada sin descanso desde los primeros días de la guerra—, Vira Mykhailivna, de 90 años, puso entre sus manos las mejillas manchadas de lágrimas.

"No pensé que esto pudiera pasarnos nunca", dijo. "Este día fue una vez una gran celebración".

(Información adicional de Oleksandr Kozhukhar en Leópólis, Ronald Popeski en Winnipeg, Lidia Kelly en Melbourne y las redacciones de Reuters; escrito por Rami Ayyub y Lincoln Feast; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)