Obama vuelve al escenario que lo lanzó a la fama para ungir con su mística a Kamala Harris
CHICAGO.- Barack Obama se metió una vez en problemas por elogiar demasiado a Kamala Harris. Corría 2013 y Obama, por entonces presidente, dijo en un evento para recaudar fondos en San Francisco que Harris era brillante, dedicada, dura y también “la fiscal general más guapa del país, por lejos”. El comentario desató una virulenta reacción en las redes, y Obama tuvo que llamar a Harris para disculparse. Lejos de la polémica, el episodio es apenas una anécdota en la historia de una alianza política de dos décadas que ahora se encontró con su objetivo definitivo: frenar para siempre a Donald Trump, y llevar a la primera mujer al Salón Oval de la Casa Blanca.
Barack y Michelle Obama llevarán esta noche su estrellato al escenario de la segunda noche de la Convención Nacional Demócrata para apuntalar a Harris ante la multitud reunida en el United Center de Chicago, y millones de norteamericanos que miraron en los televisores desde sus casas. El destacado papel de los Obama en la convención –coparon el prime time– buscó trasladar la mística de su histórica campaña de 2008 a la nueva cruzada demócrata, liderada ahora por Harris, que busca la primera mujer presidente de Estados Unidos. Un hito que Obama imaginó, hace ocho años, para Hillary Clinton. Esa vez, al igual que ahora, Joe Biden quedó relegado.
“Siento que estaba escrito. Obama empezó acá y fue el primer candidato presidencial afroamericano, y ahora volvemos otra vez con Kamala”, dijo Veronica Robinson, 54 años, de Alabama. “Es como si fuera el destino”, se entusiasmó.
El entusiasmo y la energía que se palpan en el ambiente de la convención en Chicago ha llevado a muchos demócratas a trazar un paralelismo nostálgico entre la campaña de Harris y el camino de Obama a la Casa Blanca. Al igual que en 2008, Estados Unidos puede hacer historia al elegir a la primera mujer, afroamericana, hija de inmigrantes de Jamaica y la India. Un hilo une ambas campañas: el vínculo entre Obama y Harris, forjado a lo largo de las últimas dos décadas.
Historia de una alianza
Harris y Obama se conocieron en 2004, en el inicio de sus carreras políticas. Harris era fiscal de distrito de San Francisco, California, y Obama era senador estatal por Illinois, en campaña para una banca en el Senado. Ese año, Obama saltó a la fama con su discurso en la apertura de la convención demócrata que nominó a John Kerry. Cuatro años más tarde, cuando Obama decidió lanzarse en busca de la presidencia, Harris lo respaldó de entrada y viajó a Iowa para golpear puertas como voluntaria para su campaña. Una foto de 2007 que volvió a circular esta semana en las redes muestra a Harris en el acto de lanzamiento de la campaña presidencial de Obama, en Springfield, Illinois, en medio del público, como un simpatizante más. Ese temprano respaldo de Harris sembró la semilla de una relación que, ahora, puede terminar de torcer el destino de Estados Unidos, y el mundo.
“La llaman la Barack Obama mujer”, la bautizó la periodista Gwen Ifill, en una aparición televisiva a principios de 2009, cuando Harris ya comenzaba a perfilarse como una estrella ascendente en el partido.
Obama respaldó después a Harris en sus dos campañas en California, la primera para ser Fiscal General, y la segunda para una banca en el Senado. Ya en Washington, Harris buscó el consejo de Obama para su primera campaña presidencial, en 2019. Pero esa campaña terminó en un fiasco: sin un mensaje, una organización o una estrategia claras, Harris desangró recursos y se vio forzada a bajarse en diciembre, antes del primer voto en Iowa. Biden la resucitó políticamente al elegirla como su vicepresidenta, “la mejor decisión que tomé en de toda mi carrera política”, dijo el presidente en su discurso de despedida.
Silencio sugestivo
Obama mantuvo un sugestivo silencio en medio de la brutal campaña de presión a Biden para que renunciara a su reelección. Lo respaldó luego de su desastroso debate con Trump, pero después se llamó a silencio mientras un coro creciente de voces en el Partido Demócrata pedía que Biden, a quien ha llamado “su hermano”, se retirara. La campaña de Biden salió a responder públicamente a las críticas a Biden de Dan Pfeiffer y Jon Favreau, dos asesores de Obama en su época de la Casa Blanca. Y Obama estuvo en contacto con Pelosi, la gran arquitecta detrás de la inédita estrategia para correr a Biden.
Ahora, Obama se comprometió a hacer lo que sea necesario para que Harris gane. Uno de sus estrategas políticos, David Plouffe, ya se sumó al equipo de Harris, y muy probablemente no será el único.
Robert Darrow, un delegado de Luisiana, dijo que la campaña de Obama y la de Harris están unidas por la misma misión. Al participar de su primera convención, recordó la elección de 2008, y volvió a hablar de alegría y esperanza, una electricidad en el aire que parecía esquiva.
“Estoy eufórico”, dijo. “Es histórico participar en esta convención, esta convención en particular, es un nuevo día. Hay alegría y esperanza en la política”, afirmó.