Críticas por la escasa atención de Obama a los derechos humanos en Riad

El presidente estadounidense, Barack Obama (izq), con la doctora Maha Al-Munif, fundadora del Programa Nacional de Seguridad Familiar, en Riad el 29 de marzo de 2014. Munif fue premiada por Estados Unidos por su labor en favor de los derechos humanos (AFP | Saul Loeb)

El presidente estadounidense, Barack Obama, concluyó este sábado una visita en Arabia Saudí destinada a tranquilizarla respecto a Siria e Irán, pero sin hablar de derechos humanos, lo que provocó críticas de organizaciones y militantes. Obama se reunió brevemente con una militante feminista a la que condecoró, el mismo día que las mujeres en el reino ultraconservador se arriesgaban a ser detenidas por desobeceder la prohibición de conducir. Obama abandonó Arabia Saudí tras recibir en un hotel a Maha Al Munif, una activista saudí que milita contra la violencia de género y el maltrato a los niños en Arabia Saudí, a la que entregó un premio del Departamento de Estado que recompensa a las "mujeres valientes". Esta médica dirige el programa nacional para la seguridad de la familia, que fundó en 2005 para luchar contra la violencia conyugal y los malos tratos a los niños. Al Munif no pudo viajar a Washington a comienzos de marzo para recibir su premio. Obama, que posó con la doctora Munif para los fotógrafos, elogió sus esfuerzos "para convencer (a los saudíes) de que se trata de una cuestión que será importante a largo plazo". "Estamos muy muy orgullosos de usted y agradecidos por todo el trabajo que usted realiza aquí", agregó. La víspera el presidente estadounidense habló ampliamente con su anfitrión el rey Abdalá sobre los temas que provocaron fricciones en los últimos meses entre Washington y Riad: la guerra civil en Siria y las negociaciones sobre el programa nuclear iraní, pero no discutió la cuestión de los derechos humanos con su anfitrión, reconoció un alto responsable estadounidense que relató la reunión, pidiendo el anonimato. "Tenemos muchas preocupaciones significativas sobre la situación de los derechos humanos" aseguró el responsable. "A causa del tiempo que pasaron sobre Irán y Siria, no pudieron abordar varios temas, y no solamente los derechos humanos", añadió. El mandatario estadounidense trató de tranquilizar a los sauditas respecto a las intenciones de su país sobre Siria e Irán, afirmando que los intereses estratégicos de Washington y Riad "permanecen ampliamente alineados", según las fuentes oficiales. "La visita del presidente Obama ofrecía una oportunidad crucial para plantear una serie de temas, desde la discriminación contra las mujeres a la represión de activistas de los derechos humanos independientes, o la libertad de expresión y de asamblea", reaccionó un investigador de Amnistía Internacional para Arabia Saudí, Sevag Kechichian, en declaraciones a AFP. "Su fracaso (....) es desalentador y una oportunidad perdida", añadió. Un pequeño grupo de mujeres decidieron enfrentarse a la prohibición de conducir, como hacen una vez al mes. "Conducí mi auto durante un rato en la avenida Olaya en Riad", declaró una de las activistas, Aziza Yusef, a AFP. "Esperábamos que (Obama) recibiría a una delegación de activistas de la sociedad civil", criticó la activista saudí Nasima Al-Sada. Hace tres décadas que las mujeres exigen el derecho a conducir en Arabia Saudí, que aplica una versión extremadamente severa del islam y es el único país en el mundo donde las mujeres no tienen derecho a conducir un vehículo. Obama regresó a Washington luego de una gira de seis días que lo llevó a Holanda, Bélgica, Italia y Arabia Saudita para participar en cumbres y reuniones consagradas fundamentalmente a la situación en Ucrania. En Riad, Obama recibió una llamada telefónica del presidente ruso, Vladimir Putin, para hablar sobre la propuesta norteamericana para resolver la crisis ucraniana.