El equipo de fútbol que viste a refugiados en Grecia

GRA316. Eibar (Guipúzcoa), 29/10/2017.- Los jugadores del Eibar, (i-d) Sergi Enrich, el japonés Takashi Inui y Anaitz Arbilla, celebran el primer gol del equipo armero durante el encuentro correspondiente a la décima jornada de primera división que disputan ante el Levante en el estadio Ipurua de la localidad eibarresa. EFE/Juan Herrero.
GRA316. Eibar (Guipúzcoa), 29/10/2017.- Los jugadores del Eibar, (i-d) Sergi Enrich, el japonés Takashi Inui y Anaitz Arbilla, celebran el primer gol del equipo armero durante el encuentro correspondiente a la décima jornada de primera división que disputan ante el Levante en el estadio Ipurua de la localidad eibarresa. EFE/Juan Herrero.

El Éibar, a través de su fundación Eibar Fundazioa, ha mandado toda la ropa ‘en stock’ de la pasada campaña a Grecia como parte de un programa de apoyo a los refugiados sirios. A través de la asociación de intervención social Koloreak Haizean, la ropa ha llegado a campos de refugiados en Atenas y Skaramagas.

Como bien apunta la propia fundación, este gesto es sólo una acción más dentro de la participación del club en programas de ayuda a colectivos de refugiados a través de la campaña internacional #WelcomeRefugees, en la que participa muy activamente.

En mayo, el equipo armero junto con su patrocinador Wilko impulsaron, ya, la campaña ‘Fútbol Sin Fronteras’. La iniciativa abogaba por la integración de las familias de Oriente Próximo que han huído de su país de origen.

El Éibar es un club que siempre se ha mostrado socialmente comprometido. El pasado mes, sin ir más lejos, donó íntegramente la taquilla del partido de Copa del Rey frente al Celta a las personas afectadas por los incendios de Galicia.

Afortunadamente, el equipo vasco no es el único que ha llevado a cabo campañas de solidarización con los refugiados de Oriente Próximo. En 2015, la UEFA, la Federación Alemana de Fútbol y el gobierno germano, a petición de los clubes de fútbol, lanzaron la iniciativa ‘1-0 für ein Willkommen’ (1-0 por una bienvenida), basada en dar becas a los clubes para facilitar la entrada de refugiados a sus equipos.

Sin embargo, siguiendo a Vice Sports, el caso del FC Lampedusa es único. Nació de la voluntad de tres amigas del barrio hamburgués de Sankt Pauli que, cansadas de ver a centenares de refugiados en la estación de tren de su ciudad, decidieron fundar un club como forma de integración social y reivindicativa de la igualdad.

Son muchos los que aportan a diferentes causas sociales a través del deporte, pero esperemos que cada vez sean más.

Por Borja González

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