Niñas en el altar: la glamurosa (y variopinta) moda de los vestidos de primera comunión

La vanidad se impone a la modestia en lo que a vestidos de comunión se refiere. Las niñas que llevan hasta tres años preparándose para su primera eucaristía desean lucir preciosas al entrar a la iglesia donde recibirán uno de los sacramentos de iniciación más importantes del catolicismo.

Las familias católicas ahora tienen más opciones a la hora de elegir el vestido de primera comunión de sus niñas. (Foto Taller 99 de Caritas).
Las familias católicas ahora tienen más opciones a la hora de elegir el vestido de primera comunión de sus niñas. (Foto Taller 99 de Caritas).

La industria de la moda ha respondido al reto de un exigente mercado de madres, que quieren resaltar el protagonismo de sus hijas con un vestido de ensueño y ofrece opciones que van desde los trajes confeccionados a la medida, las ventas por catálogos online, los talleres de bajo costo, hasta el alquiler de atuendos completos.

Algunas familias eligen el camino de la tradición y optan por modificar los vestidos heredados de tías, primas y abuelas. En esos casos, el vestido permanece intacto con algunas modificaciones necesarias para adaptarse a la fisionomía y personalidad de la niña, además de la incorporación de lazos y accesorios.

Los accesorios son una parte importante del atuendo. Las coronas con pequeñas con flores se consiguen a partir de los 18 dólares y los zapatos entre 20 dólares y 200 dólares.
Los accesorios son una parte importante del atuendo. Las coronas con pequeñas con flores se consiguen a partir de los 18 dólares y los zapatos entre 20 dólares y 200 dólares.

El sueño de lucir un vestido glamuroso no es algo nuevo. Las madres que hoy buscan el traje perfecto para sus hijas también pasaron por el mismo proceso, aunque las posibilidades eran más limitadas.

“Mi madre me llevó a Madrid y me compró un vestido blanco hermoso, porque no tengo hermanas mayores y mis primas eran demasiado grandes para heredar su traje. Y como tampoco tengo hermanas menores, mi madre luego me hizo una falda de fiesta con esa tela”, dijo la madrileña Ana Gil con una sonrisa en los labios al recordar su primera comunión.

Los misales se pueden encargar a diseñadores particulares o comprar en tiendas de artículos religiosos por unos 20 dólares. (Foto @soyjeyna)
Los misales se pueden encargar a diseñadores particulares o comprar en tiendas de artículos religiosos por unos 20 dólares. (Foto @soyjeyna)

Algunos sacerdotes ponen límites a la imaginación de su congregación y enfatizan que lo importante del acto no es el atuendo sino el sacramento que marca un hito para los católicos al recibir por primera vez “el cuerpo y la sangre de Cristo”.

Eva Vime cuenta que el día de su primera comunión “aprovechó” el traje de su hermana mayor. “Y recuerdo que como era una parroquia que no deseaba quitar el protagonismo a lo que es el acto religioso advertía que el vestido debía ser corto y sin abalorios”.

Hecho a la medida

El corazón de Dayana Díaz latía fuerte en la víspera de su primera comunión. Antes de dormir repasó los principales preceptos de la religión católica, rezó una oración y dio una última mirada al traje blanco de organza que vestiría para la ceremonia religiosa dominical en Panamá.

A la mañana siguiente se colocó los calcetines color perla, un fondo y su vestido largo, con mangas de encajes hasta la mitad del antebrazo. Su madre la ayudó a cerrar los botones en la espalda y a amarrar el gran lazo que reposa en la parte de atrás de su cintura.

A pesar de los esfuerzos de sus preparadores de la catequesis de subrayar la necesidad de abrazar una vida austera y sin pretensiones, Dayana, que acababa de cumplir 10 años, recuerda que se sentía como una princesa al llegar a la iglesia con el traje confeccionado exclusivamente para ella.

El costo del traje de Dayana, contando la tela, los hilos, el diseño y la hechura, sumó unos 500 dólares.

Tiendas exclusivas

En Estados Unidos, la moda que cuenta con el apoyo de las grandes cadenas de televisión termina siendo una tendencia difícil de ignorar para las madres católicas que disfrutan de las grandes celebraciones.

Algunas tiendas especializadas en moda infantil han adaptado la idea del reality show “Say Yes To The Dress” del canal TLC para atraer a la clientela que busca vestidos de primera comunión.

Modelo clásico de de la boutique infantil <span>Buttons & Bows .</span>
Modelo clásico de de la boutique infantil Buttons & Bows .

Ahora niñas de hasta siete años van acompañadas por sus madres y abuelas a exclusivas boutiques como Buttons and Bows para elegir su gala de primera comunión, que puede costar desde 50 hasta 1.200 dólares.

“Anotamos el colegio donde asiste la pequeña, de dónde viene, y nos aseguramos que ninguna otra chica tiene el mismo vestido”, dijo la dueña a Ivette Parra. “Ellas quieren ser únicas. Es una gran producción. Es como una boda; las pequeñas desean sentirse especiales. Quiere usar su tiara, sus guantes y su velo”.

El vestido de la abuela

Vanessa Hrin será la 16ª niña de su familia que vestirá el traje que su abuela Dolores Permiciaro cosió el traje para la primera comunión de su mamá Pauta Hrin.

El vestido está en perfecto estado, aunque hace años le cayó un aguacero, y en otra oportunidad se manchó con una copa de helado de chocolate, informó el diario St Louis Review.

“Desde la primera comunión de Paula el 9 de mayo de 1959, en la Iglesia de los Santos Inocentes, las tres hermanas menores de Paula, su hija, siete sobrinas, una bisnieta y tres nietas han vestido el traje satinado”, explicó la publicación.

Todos los nombres y fechas de las primeras comuniones están bordadas en la parte interior del lazo que amarra en su cintura.

Conciencia social

Para los que se quieren integrar en la onda humanitaria como el príncipe Harry y su prometida, Meghan Markle, pueden comprar su vestido en el Taller 99, que es una empresa española de inserción social radicada en Madrid.

El Taller 99 apoyado por Caritas ofrece vestidos nuevos a precios accesibles.
El Taller 99 apoyado por Caritas ofrece vestidos nuevos a precios accesibles.

Esto significa que al menos un 50 por ciento de la plantilla son personas en riesgo de inserción social. Están ahí por un tiempo limitado, máximo de 2 años, y se les enseña técnicas de confección textil y piel.

La tienda de Caritas Madrid tienen un catálogo de vestidos para este 2018 y su precio ronda los 80 euros (98 dólares).

Alquiler

La idea de Cristina Oficialdegui con Bonmikids es muy clara: alquilar vestidos de alta calidad a bajos precios.

“Porque el alquiler no está reñido con la calidad y el servicio, queremos ayudarte a encontrar lo que buscas, al mejor precio posible y con la comodidad de recibirlo y devolverlo desde tu casa.”

El servicio se realiza completamente en línea y los vestidos son enviados a cualquier parte de España. El coste de alquilar un vestido de primera comunión rondarían los 50 euros (61 dólares).

Bonmikids diseña y produce los vestidos que ofrece en alquiler.
Bonmikids diseña y produce los vestidos que ofrece en alquiler.