‘Nikolas fue envenenado en el útero’. La abogada del agresor de la escuela de Parkland argumenta a favor de la vida

Con la esperanza de influir en los jurados contra la pena de muerte, el equipo de defensa del agresor de la escuela de Parkland, Nikolas Cruz, comenzó por el principio: cuando su madre biológica estaba embarazada y en las calles.

“Las vitaminas prenatales de Nikolas Cruz consistían en Colt 45, Cisco Bum Wine, cocaína, crack y cigarrillos”, dijo la abogada defensora Melisa McNeill a los jurados el lunes por la mañana, afirmando que fue víctima del trastorno del espectro alcohólico fetal.

Añadió: “Nikolas fue envenenado en el útero. Tuvo daños cerebrales”.

Los jurados escucharon que desde su nacimiento, Cruz se convirtió en un niño violento y problemático, criado por una madre adoptiva de Parkland que solo accedió de mala gana a buscarle servicios de salud mental. A lo largo de los años, los educadores informaron de su alarmante comportamiento — arrebatos contra estudiantes y maestros, su fijación con las armas, sus cortes en la piel—, pero no lo mantuvieron en una escuela especial para niños en riesgo ni lo sometieron a una evaluación psiquiátrica.

Y a pesar de todas las advertencias, dijo, todo culminó cuando la madre de Cruz lo llevó a comprar su “primera pistola de verdad” después de cumplir los 18 años. Al año siguiente, Cruz tomó un Uber para ir a su antigua escuela, la secundaria Marjory Stoneman Douglas, y disparó fatalmente contra 17 alumnos y empleados con un rifle estilo AR-15.

Más de un mes después de que comenzara el juicio para la sentencia de Cruz, el equipo de la defensa no rehuyó su responsabilidad en la brutal masacre. Pero comenzó a presentar su narrativa a los jurados, mostrando a Cruz como un niño condenado por un cerebro dañado en el útero a quien repetidamente le falló una madre adoptiva y el sistema educativo.

“Al contarles la historia de Nikolas, al contarles los capítulos de su vida, les daremos razones a favor de la vida”, dijo McNeill a los jurados durante su declaración inicial.

La defensa comenzó más de un mes después de que se iniciara el juicio de sentencia para Cruz por la masacre del 14 de febrero de 2018, que asombró al sur de la Florida y al país. El otoño pasado, Cruz se declaró culpable de 17 cargos de homicidio en primer grado e intento de homicidio, preparando el escenario para la fase de sentencia del juicio.

El jurado de 12 personas solo está decidiendo si condena a Cruz a la pena de muerte o a pena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. El jurado debe ser unánime a la hora de imponer la muerte.

A lo largo de los primeros 12 días de testimonio, los fiscales presentaron de forma cruda y gráfica el tiroteo escolar más letal de la Florida.

Decenas de estudiantes y empleados —17 de los cuales resultaron heridos por las balas de Cruz— contaron a los jurados sus desgarradoras historias de supervivencia. Los jurados observaron un video de vigilancia en que se veía a Cruz disparando metódicamente a los estudiantes en los pasillos de dos pisos del edificio de primer año y disparando ráfagas a través de las ventanas de las puertas de las aulas. También vieron las fotos de la autopsia de las espantosas heridas sufridas por los 17 alumnos y educadores asesinados.

Escucharon a los afligidos familiares de las víctimas asesinadas, y cómo las muertes destruyeron lazos familiares e indujeron años de pesadillas y ansiedad. El caso concluyó con una visita del jurado al edificio, congelada en el tiempo, con el suelo manchado de sangre seca, los pasillos llenos de cristales rotos y los regalos de San Valentín abandonados en los pupitres.

Agentes judiciales salen de las vagonetas que transportaron a los miembros del jurado a la Secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, el jueves 4 de agosto de 2022.
Agentes judiciales salen de las vagonetas que transportaron a los miembros del jurado a la Secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida, el jueves 4 de agosto de 2022.

El Estado concluyó su exposición del caso el 4 de agosto. Después de una semana de descanso, los abogados iban a celebrar varias audiencias la semana pasada para que el juez decidiera si permitía a los jurados considerar la controvertida tecnología de “mapeo cerebral “ que la defensa esperaba que pudiera ayudar a explicar su daño cerebral.

Danielle Woodard, la hija de la madre biológica del agresor de la Secundaria Marjory Stoneman Douglas, Nikolas Cruz, se emociona mientras testifica en la fase de penalización del juicio de Cruz en el Tribunal del Condado Broward en Fort Lauderdale, el lunes 22 de agosto de 2022. Cruz se declaró previamente culpable de los 17 cargos de homicidio premeditado y 17 cargos de intento de homicidio en la masacre de 2018.

Pero la Oficina de Defensores Públicos, en una acción de último minuto, decidió abandonar su esfuerzo.

Se espera que la presentación de la defensa dure varias semanas, y pudiera ser seguido por un caso de refutación de la fiscalía.

Parte del caso se centrará en la madre biológica de Cruz, Brenda Woodard, una prostituta adicta al alcohol y al crack durante la década de 1990. Aceptó dar en adopción a Cruz —y posteriormente a otro hijo, Zachary— a Lynda y Roger Cruz, de Parkland.

La hermana biológica de Cruz, Danielle Woodard, testificó el lunes que, cuando era niña, a menudo veía a su madre beber mientras estaba embarazada de su hermanito. “Nikolas se estaba desarrollando en un vientre contaminado”, dijo Danielle Woodard a los jurados.

Una ex amiga de Brenda Woodard, Caroline Deakins, también testificó que solía trabajar en la calle con la mujer, que nunca quiso a Cruz y acudió a un abogado para tramitar una adopción privada. “Lo siento Nikolas, pero así fue”, dijo Deakins a Cruz en el tribunal.

También el lunes, un ex maestra de preescolar de una escuela del Condado Broward testificó sobre los retrasos en el desarrollo de Cruz y su agresividad, como empujar y arañar a otros niños en clase.