Nicolás Maduro dinamita las primarias opositoras con una jugada fulminante sobre la justicia electoral

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, en el Palacio de Miraflores, en Caracas. (Jesus Vargas/dpa)
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, en el Palacio de Miraflores, en Caracas. (Jesus Vargas/dpa) - Créditos: @Jesus Vargas

CARACAS.– El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, considerado por el oficialismo “el mejor en dos décadas” pese a que el chavismo mantenía una mayoría de tres rectores revolucionarios frente a dos opositores, saltó hecho añicos cuatro meses antes de las elecciones primarias opositoras. El Parlamento bolivariano forzó el cambio de los cinco rectores titulares y los diez suplentes en una operación política fulminante ordenada por el Palacio de Miraflores que incumple la legalidad venezolana. Una vez más.

La Asamblea Nacional chavista adelantó que había aceptado la renuncia de los rectores oficialistas, en referencia a su presidente, Pedro Calzadilla, además de Alexis Corredor y Tania D’Amelio. El entorno de los dos rectores opositores, Roberto Picón y Enrique Márquez, aseguró que ellos no habían renunciado a su cargo, aunque la jugada que adelantaba el chavismo era evidente.

El presidente Nicolás Maduro, en Caracas. (YURI CORTEZ / AFP)
El presidente Nicolás Maduro, en Caracas. (YURI CORTEZ / AFP) - Créditos: @YURI CORTEZ

El pleno de la Asamblea revolucionaria lo confirmó este jueves. “Debe salir de manera urgente la conformación de un nuevo CNE como está establecido en la ley y la Constitución”, sentenció Jorge Rodríguez, presidente del órgano legislativo y “mano izquierda” de Maduro. De esta forma se confirmaba la destitución de los rectores opositores, pese a que el CNE es considerado un poder independiente del Ejecutivo y el Legislativo.

Rodríguez anunció también quiénes serán los candidatos que conforman una comisión preliminar encargada de decidir el Comité de Postulaciones, que a su vez señalará a los nuevos magistrados. A la cabeza aparece Cilia Flores, mujer del presidente y la principal operadora política del madurismo dentro de la revolución.

“Ahora van a nombrar lo que les dé la gana, como parte de su agenda de desmovilización del voto”, certificó Luis Florido, coordinador de la Comisión Internacional de la Plataforma Unitaria. La semana pasada, la Comisión Nacional de Primaria, encargada de llevar a buen puerto la elección del rival que se enfrente a Maduro en 2024 y que desde ayer se declaró en sesión permanente, había alcanzado un acuerdo con el ya extinto CNE para que asistiera técnicamente este proceso autónomo en el interior del país.

Para los votantes en el exterior, de un universo de entre cuatro y cinco millones de electores, se pondrá en marcha una aplicación para ejercer el derecho a voto en 81 ciudades de distintos países, sin participación gubernamental.

Nos agarró de sorpresa pese a que suponíamos que el régimen en algún momento iba a tomar la decisión de cambiar a la directiva; era una espada de Damocles desde hace varios meses. Sabíamos que iban a pedir la cabeza de Picón y Márquez”, dijo a la nacion el experto electoral Jesús Castellanos.

Nervios en la cúpula del poder

El malestar del Palacio de Miraflores procedía de la doble victoria opositora en las regionales de Barinas, tierra natal de los Chávez. El primer triunfo de Freddy Superlano (candidato hoy de Voluntad Popular en sustitución del exiliado Juan Guaidó) en noviembre de 2021 fue boicoteado por el chavismo, que ordenó repetir las elecciones en febrero del año siguiente. El ganador entonces también fue opositor, Sergio Garrido, pese a que varios jerarcas del chavismo querían imponer a su candidato, el repudiado Jorge Arreaza, que fuera yerno del comandante supremo y canciller de Maduro.

Fue en ese momento cuando las dudas en el CNE comenzaron a calar en el chavismo. “Automáticamente, esta maniobra dinamita que el CNE apoye técnicamente las primarias. La Comisión va a tener que organizar el proceso por ella misma con todo lo que significa. Además, está claro que de cara a las presidenciales de 2024 al régimen no le interesaba mantener el actual CNE. Fue potable para unas elecciones locales que no los ponían en mucho riesgo, pero ahora va a buscar una directiva que desmotive a la oposición, genere fricciones internas y frustración en la población”, dijo Castellanos a LA NACION.

Nicolás Maduro, en el Palacio de Miraflores. (YURI CORTEZ / AFP)
Nicolás Maduro, en el Palacio de Miraflores. (YURI CORTEZ / AFP) - Créditos: @YURI CORTEZ

La configuración del CNE dinamitado por Maduro se consiguió durante los diálogos entre gobierno y la oposición, con el visto bueno de la comunidad internacional.

Ya lo dejó bastante claro la semana pasada Diosdado Cabello, número dos de la revolución: “Ni por las buenas ni por las malas nos vamos de acá nosotros”. La puesta en marcha de las primarias opositoras ha desencadenado la furia de la revolución bolivariana, no sólo con la eliminación del actual CNE, también con la violencia empleada contra dirigentes opositores, en especial contra Henrique Capriles, abanderado de la centrista Primero Justicia, agredido por las brigadas de choque chavista.

Desde el primer día, Maduro se guardó la carta de acabar con el proceso de las primarias cuando estime conveniente, cuando ya ha hecho saber de forma pública y privada que al menos gobernará hasta 2030. La disyuntiva es evidente: permitir un proceso que necesita para su blanqueo internacional, pero que lo incomoda por las críticas que suscita y por el rearme que supone para sus enemigos políticos.

Los venezolanos entienden este proceso como una forma de resistencia ante la dictadura, convertido en el escaparate del autoritarismo del régimen. Además ha llevado a la calle, a través de mítines, recorridos y proselitismo, la crítica a la gestión de gobierno. Un foro inédito de aspiración democrática en medio de una dictadura, una trayectoria peligrosa para Miraflores”, dijo a LA NACION el sociólogo Gianni Finco.

Los primeros mítines muy numerosos de María Corina Machado y algunos de Capriles no gustaron al chavismo, lo que también provocó la “contraprogramación” en las calles para demostrar un músculo popular que hace años dejó de existir. Radicales chavistas atacaron este jueves el acto de Machado en Cojedes.

El chavismo se sabe minoría y la realidad se lo demuestra a diario. Las elecciones realizadas hace una semana en la Universidad Central de Venezuela (UCV), la mayor casa pública de estudios del país y un emblema del corazón democrático de la sociedad venezolana, volvieron a ratificar que no tiene posibilidades en un proceso con todas las garantías: la candidatura revolucionaria quedó séptima entre las ocho que se presentaban.