Netanyahu gana elecciones en Israel tras fuerte viraje a la derecha

Por Luke Baker y Jeffrey Heller JERUSALÉN (Reuters) - El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ganó el miércoles en las elecciones después de virar con fuerza hacia la derecha en los últimos días de la campaña, una estrategia que incluyó el abandono de un compromiso de negociar un Estado palestino. En los últimos cuatro días de la campaña electoral, Netanyahu hizo una serie de promesas diseñadas para apuntalar a su base del partido Likud y atraer a votantes de otros partidos de derecha y nacionalistas. Se comprometió a continuar la construcción de asentamientos en los territorios ocupados y dijo que si era elegido, no habría un Estado palestino. Con el 99,5 por ciento de los votos escrutados, el Likud ganó entre 29 y 30 escaños en la Knesset de 120 miembros, derrotando cómodamente a la Unión Sionista de oposición, que conquistó 24 asientos, dijeron el Comité Electoral Central de Israel y medios de comunicación locales. Una lista unida de partidos árabes se ubicó en tercer lugar. El resultado electoral representa una victoria dramática e inesperada, luego de que los últimos sondeos de opinión publicados cuatro días antes de la votación mostraron que la Unión Sionista tenía una ventaja de cuatro escaños sobre el Likud. Aunque Netanyahu aún debe formar una coalición para permanecer en el poder, su victoria garantiza que se le dará la primera oportunidad para formar un Gobierno y, si lo consigue, se convertiría en el líder que ha estado más tiempo en el poder en la historia de Israel. Pero las promesas que hizo para atraer a votantes ultranacionalistas en los últimos días de campaña, echando por la borda en la práctica el objetivo de una solución al conflicto de Oriente Medio que contemple la coexistencia de dos estados, podría tener profundas consecuencias. COALICIÓN En un comunicado, el Likud dijo que Netanyahu pretende formar un nuevo Gobierno en cuestión de semanas, y que ha iniciado negociaciones con el partido pro-colonos Hogar Judío, liderado por Naftali Bennett, el partido centrista Kulanu y grupos ultraortodoxos. "La realidad no nos está esperando", dijo Netanyahu. "Los ciudadanos de Israel esperan que organicemos rápidamente un liderazgo que trabaje para ellos respecto a la seguridad, la economía y la sociedad como nos comprometimos a hacer - y lo haremos", agregó. Isaac Herzog, el líder de la Unión Sionista, reconoció la derrota y dijo que había llamado a Netanyahu para felicitarlo. La Bolsa de Tel Aviv no reaccionó mayormente a la victoria de Netanyahu y el índice referencial Tel Aviv 100 subió sesión. El jefe de los negociadores palestinos en las conversaciones de paz con Israel que colapsaron en abril, Saeb Erekat, dijo a través de un comunicado que el triunfo de Netanyahu demostró "el éxito de una campaña basada en asentamientos, racismo, apartheid y la negación de los derechos fundamentales del pueblo palestino". Durante buena parte de la campaña, Netanyahu se concentró en temas de seguridad y en la amenaza del programa nuclear iraní, temas que no parecieron interesar mucho a los electores. El enfoque de la Unión Sionista en temas socioeconómicos, incluyendo la escasez de viviendas y el alto costo de la vida en Israel, pareció generar mucho más interés en el electorado. Desde el punto de vista palestino, los resultados son muy preocupantes pues aumentan las posibilidades de más expansión de los asentamientos en tierras que quieren para establecer su propio Estado en la Cisjordania ocupada y en Jerusalén Oriental, además de Gaza. (Escrito por Luke Baker. Reporte adicional de Steve Scheer y Ari Rabinovitch. Editado en español por Carlos Aliaga/Patricio Abusleme)