Negaba el coronavirus y murió infectado tras organizar una fiesta clandestina
Un negacionista del coronavirus murió tras organizar una fiesta clandestina, en la que también falleció otra persona y, al menos, 12 invitados terminaron infectados. Se trata del noruego Hans Kristian Gaarder, de 60 años, quien se había dedicado a difundir una campaña contra el Covid-19 y creía en teorías conspirativas.
Gaarder también había asegurado que la victoria de Joe Biden sobre Donald Trump en Estados Unidos era ilegítima y difundía ideas conspirativas en las redes sociales. El hombre decía que el coronavirus “era un engaño”, por ese motivo invitaba a las personas a seguir con su vida habitual y organizaba fiestas clandestinas en una de sus propiedades en Gran, al norte de Oslo, Noruega.
Según trascendió en los medios locales, el 26 y 27 de marzo, el hombre que también encabezaba campañas antivacunas en sus redes sociales había realizado encuentros ilegales en su granja e invitado a varias personas de su entorno, que terminaron infectadas con la enfermedad.
El municipio de Gran dio la noticia a través de un comunicado y pidió a los residentes que participaron de ella que se hicieran los testeos correspondientes: “Un hombre de unos 60 años, residente en Gran, falleció tras enfermar de coronavirus. A la persona no le hicieron pruebas de coronavirus antes de morir, pero se confirmó posteriormente que estaba infectado con el Covid-19”, indicaron.
En tanto, NRK, un medio de comunicación de ese país, agregó que al menos 12 personas dieron positivo y una mujer falleció por la enfermedad luego de haber concurrido a los encuentros. No obstante, la policía todavía intenta determinar la cantidad y la identidad de los participantes ante la negativa de estos de someterse a un test.
“No sabemos cuántos o quiénes participaron, pero pedimos a todos los participantes que se sometan a una prueba lo antes posible”, dijo la policía local en un comunicado de prensa. Sin embargo, al menos seis municipios registraron contagios relacionados con las personas que asistieron a la reunión.
“Por lo general, cuando rastreamos a personas infectadas obtenemos mucha información completa y correcta sobre sus contactos”, explicó el doctor Are Løken, al cargo de la investigación sanitaria, a NRK. “Aquí, encontramos oposición. No estamos recibiendo la información completa que necesitamos y también se nos ha proporcionado información incorrecta”, sintetizó una fuente de la policía local.