El naufragio no toca fondo para los Marlins. Uno de los grandes verdugos de Miami agita su látigo en Atlanta

Max Fried tiene el número de los Marlins. Atlanta tiene la cuenta completa de Miami. Tal parece que no existe manera de que los floridanos puedan derrotar a los del estado vecino, pero cuando lanza el zurdo es como si no existiera la más mínima esperanza.

Decir que Fried maniató a los visitantes no hace justicia a lo que realmente sucedió el martes en la noche, porque el pitcher redujo al mínimo una ofensiva renqueante en un juego completo para que los Bravos se impusieran por pizarra 5-0 en el Truist Park, convertido en una cámara de tortura para los dirigidos de Skip Schumaker.

Históricamente, Fried ha sido un verdugo de los peces al punto de sumar su quinta victoria consecutiva en sus últimas seis actuaciones, pero esto era algo que se veía venir, pues por estos días la ofensiva de los inquilinos de La Pequeña Habana apenas produce.

Baste decir que Fried se superó a sí mismo contra Miami (6-19) pues en su primera actuación contra los peces en la actual temporada solo había permitido una carrera, con cuatro imparables, una base por bolas y cuatro ponches en 6.1 episodios de faena.

En esta ocasión Fried caminó toda la ruta sin permitir anotaciones, con tres anémicos sencillos, seis ponches y sin regalar pasaportes, mientras mostraba un dominio de todos sus lanzamientos, desde las rectas de dos costuras o los envíos de rompimiento.

Si a eso se le suma que los Marlins ocupan el puesto 25 en carreras por partido en las Mayores, son 25tos en promedio de bateo, 28vos en OBP y en porcentaje de slugging, queda bien claro el cuadro patético de un equipo que no encuentra la manera de salir del túnel y ha recibido dos blanqueadas consecutivas.

También habría que decir que Trevor Rogers no pudo ni siquiera llevarse una apertura de calidad y que, incluso, vivió una regresión pues en su salida anterior había admitido una carrera contra los Gigantes en 5.2 capítulos, pero ahora le anotaron cinco, aunque solo tres fueron limpias a su cuenta en igual números de entradas.

Rogers tuvo dos episodios conflictivos, el segundo cuando un doble de Michael Harris y un elevado de sacrificio de David Fletcher sumaron las dos primeras del encuentro antes de que otro sacrificio de Travis d’Arnaud y un jonrón de Adam Duvall trajeran tres más en el sexto.

Y así las cosas, los peces vieron como la posibilidad de ganar una serie se les escapaba entre las manos y solo les queda evitar que les pasen la escoba por encima, algo que desafortunadamente es muy posible de la manera en que están sucediendo las cosas en Atlanta.