Nadador cubano llega a Miami para cargar las pilas con miras a tres grandes desafíos en aguas abiertas

Todos los años, el nadador cubano de aguas abiertas Nino Fraguela desembarca en Miami para recargar baterías y organizarse con miras a sus próximos grandes desafíos en los mares.

Hace 32 años que Fraguela, nacido en La Habana, vive en París, pero la pretemporada y la planificación las hace en el sur de Florida al lado de su gente.

En esta oportunidad el nadador de 62 años se ha planteado tres grandes retos: el cruce del Estrecho de Gibraltar, entre Marruecos y España; la travesía del Canal del Norte, entre Escocia e Irlanda; y el nado de la Isla de Catalina a San Pedro, en California.

Además del reto personal de mantenerse como un atleta de alto nivel a una edad en que otros prefieren sentarse a ver televisión, Fraguela busca con estas hazañas amplificar su voz en defensa del medio ambiente, en especial los océanos y toda la vida que ahí se encuentra.

Por eso desde hace 10 años trabaja en conjunto con el creador de la fundación Universo Marino, el capitán Manuel Rodríguez Lestón en la planificación de las travesías.

Miami es la sede de esta institución.

“Miami es mi centro neurálgico, necesito estar aquí, ver a mi hermana que vive aquí y a mis amigos”, confesó Fraguela, quien estuvo en el sur de Florida la última semana de marzo en la preparación de sus próximas travesías.

“Organizo los planes en Miami, de aquí parte todo. Me entreno en Miami, visito a mis amigos de Cuba, quienes ahora residen en esta ciudad. Todo eso me da una fuerza espiritual única que me dura el resto del año’’.

Las hazañas no son novedades para Fraguela. Se trata del primer cubano en haber cruzado a nado el Canal de la Mancha y este año espera convertirse en el primer hombre sobre los 62 años en completar la Triple Corona, un evento sancionado por la Asociación Mundial de Aguas Abiertas.

El capitán Manuel Rodríguez Lestón (izq.) y Nino Fraguela en Miami Beach.
El capitán Manuel Rodríguez Lestón (izq.) y Nino Fraguela en Miami Beach.

Fraguela ya completó las dos primeras partes de la tarea.

En septiembre del 2021 cruzó el Canal de la Mancha y el segundo reto lo cumplió en marzo del 2022 luego de nadar bajo los 21 puentes de Manhattan.

Todo estaba previsto para completar la Triple Corona en agosto pasado. Se lanzó al agua desde el Canal de Catalina y cuando llevaba cuatro horas nadando se desató un ciclón, que lo obligó a salir.

En esta oportunidad y con la ayuda del capitán Rodríguez Lestón han planificado su programa para el segundo semestre del año.

En julio próximo hará el recorrido de 19 kilómetros del Canal de la Mancha, una prueba riesgosa que solo se permite hacerse de día por la abundancia de tiburones, orcas y ballenas.

Aprovechando el fervor por los Juegos Olímpicos de París 2024, que se realizarán entre el 26 de julio y el 11 de agosto, Fraguela montará el triatlón Endure Man entre Londres y París.

Fraguela ya hizo este exigente triatlón de 482 kilómetros de recorrido, pero en esta oportunidad su participación será solo como promotor.

Después de esta experiencia, Fraguela se lanzará en agosto venidero a la conquista del Canal del Norte, una prueba muy difícil porque en esa zona el agua es muy fría, apenas alcanza los 14 grados centígrados en el verano, y el recorrido es largo, 34 kilómetros.

En septiembre, el nadador cubano cerrará la temporada en el Océano Pacífico donde intentará lograr el sueño de completar la Triple Corona, con el cruce de 33 kilómetros de la isla de Catalina a San Pedro.

“Al principio hacía estas travesías en busca de una satisfacción personal, para destacar y para ser querido”, confesó Fraguela. “Con el tiempo eso quedó en un segundo plano y comprendí que en todo esto había también un compromiso”.

De primera mano, Fraguela comprobó que el cambio climático es un hecho palpable y sintió que a través de sus travesías podía difundir un mensaje del cuidado de la salud y del planeta.

“Cuando subo a los Alpes cada vez veo menos nieve”, afirmó Fraguela.

“Cuando me lanzo al mar la temperatura del agua cada vez es más elevada. Y lo peor es que cuando me interno en el océano y brilla el sol veo como una película de microplástico que flota en el agua, y ese es ahora el alimento de los peces”.

En 1985, Fraguela se graduó en Bioquímica por la Universidad de La Habana. Empezó a trabajar en su profesión y al año se dio cuenta que eso no era lo suyo. Se volcó al polo acuático y a la natación y ahí sí se sintió cómodo.

Fraguela se casó en La Habana con una dama francesa, con quien tienen tres hijas. A inicios de la década de los años 90, ambos decidieron mudarse a París y empezó una nueva vida.

“Estudié en la Escuela Superior de Deportes de Francia y me convertí en entrenador personal”, comentó.

“Ahora paso seis meses en París y seis meses en Lanzarote, en las Islas Canarias, donde preparo a nadadores y triatletas”.

Su pasión, sin embargo, es nadar y contribuir en alguna medida a difundir la práctica del deporte y a estimular el compromiso con la naturaleza.

“Hemos ido demasiado lejos en el descuido del planeta”, sentenció Fraguela.

“Soy optimista. Creo que la gente tiene la voluntad de dejarle un mundo mejor a sus hijos. Y hay que inculcar el respeto y el amor por los océanos, su fauna y por la nuturaleza en general. Por eso me lanzo al agua en pos que estas hazaña repercutan y tengan un efecto positivo en la gente”.