Nació sin manos y a los 10 años de edad ganó un premio de escritura

Sara Hinesley estudia en el colegio privado, St. John’s Regional Catholic School. (Cathryn Hinelsey)
Sara Hinesley estudia en el colegio privado, St. John’s Regional Catholic School. (Cathryn Hinelsey)

La constancia tiene nombre y apellidos en el caso de Sara Hinesley, una niña de 10 años de edad que ha demostrado que no hay barreras que las que uno mismo quiera poner.

Nació sin manos y esta semana salió ganadora en Estados Unidos de un concurso nacional de escritura a mano por el que se embolsó 500 dólares. Además de delinear letras de maravilla, la pequeña pinta, dibuja, colorea e incluso hace esculturas en arcilla sin la opción de usar unos de dedos que ella no tiene. No sólo eso, sino que según publica The Washington Post, cuando aprendió en cursiva pronunció una palabras que la engrandecen más aún.

“Es fácil”, afirmó Hinesley.

Probablemente a esa edad y acostumbrada a operar sin manos, no es completamente consciente de por qué ha causado tanto revuelo el que haya ganado un concurso sobre una habilidad que para ella no es complicada.

Sara Hinesley durante una entrevista para CBS Baltimore.
Sara Hinesley durante una entrevista para CBS Baltimore.

“Nunca la escuché decir ‘no puedo’,” señaló Cheryl Churrilla, su profesora de tercer grado, a la publicación estadounidense. “Es una pequeña estrella de rock. Puede con absolutamente todo lo que le eches y se esfuerza como la que más”, agregó.

Residente en Maryland tras llegar procedente de China cuando tenía seis años de edad, Hinesley estudia en el colegio privado, St. John’s Regional Catholic School. Sus padres la adoptaron y cuando aterrizó en EEUU ya sabía escribir en mandarín. Aprendió inglés con soltura y rapidez. Pocos años después de su llegada, salió vencedora del premio Nicholas Maxim, un galardón que cada año ganan dos niños con necesidades especiales. Todos los años hay alguna historia de un pequeño o pequeña que deja boquiabiertos al resto de los mortales con la manera en la que superan sus impedimentos.

Para escribir, Hinesley coloca el lápiz entre sus muñones y comienza a darle forma a las letras con mucho esmero.

“Me gusta cómo se forman las palabras, es como crear una pieza de arte”, confesó. Es tal la labor que la satisfacción tiene un matiz desconocido para los que automáticamente agarramos papel y lápiz y delineamos letras casi sin pensar.

Así escribe su nombre Sara Hinesley. CBS Baltimore.
Así escribe su nombre Sara Hinesley. CBS Baltimore.

Hinesley nunca ha usado ningún artilugio protésico e incluso siempre prefiere no recibir ayuda en sus quehaceres diarios. Su prioridad es la de aprender, aunque lleve su tiempo. Su madre, Cathryn Hinelsey recalcó incluso su soltura cuando corta papeles con las tijeras.

“Es muy independiente, sabe que puede hacer lo que se proponga y luego encuentra la manera de hacerlo. Así es como vive”, apuntó su progenitora. “Aprendimos muy rápido a confiar en su juicio y a dejar que haga las cosas a su manera. Se mueve por la vida de esta manera y nunca parece que tenga una discapacidad porque tiene una actitud de que puede hacer todo”, argumentó su madre. “Es un ejemplo de perseverancia y espíritu humano. Todos los días quedo alucinada con las cosas que es capaz de hace. Nunca evita los obstáculos, sino que encuentra la manera de completar las tareas”.

La manera de afrontar la realidad de esta niña de 10 años de edad es, sin duda, una inspiración para superar los obstáculos con determinación.