Nación de inmigración: una cruda serie documental que no hace concesiones

Nación de inmigración (Estados Unidos, 2020). Dirección: Christina Clusiau, Shaul Schwarz. Género: documental. Disponible: en Netflix. Nuestra opinión: muy buena

El tema de la política inmigratoria de los Estados Unidos es tan complejo y polémico como sus consecuencias humanitarias. Desde que el gobierno de Donald Trump aplicó la tolerancia cero para tratar con los inmigrantes que ingresan ilegalmente a ese país, los medios de comunicación exponen los resultados de dicha política. La serie documental de seis episodios que Netflix estrena hoy intenta abarcar todo el amplio espectro del estado actual de esa política.

El esfuerzo de los directores por cubrir tanto terreno incluye un acceso inédito al departamento encargado del cumplimiento de las leyes inmigratorias. Desde los primeros episodios, las cámaras siguen de cerca a los oficiales en pleno operativo en la ciudad de Nueva York. Muestran como, presionados y alentados por sus jefes, los agentes manipulan la ley para tener acceso a sus "objetivos", y cómo festejan cada nuevo encarcelamiento como si se tratara de goles de su equipo favorito, además del modo en que justifican su labor con un pragmatismo que hace eco en el concepto de la banalidad del mal de Hanna Arendt.

De hecho, en uno de los episodios, un investigador de Arizona en un raro momento de autoconciencia captado por las cámaras explica que para hacer bien su trabajo debe dejar de lado sus sentimientos personales sobre los inmigrantes. "Que probablemente haya sido lo que se decían los nazis, ¿no?", dice para luego confirmar que cree en mantener controladas las fronteras de su país.

Cruda y contundente, la serie le pone nombre, apellido y, sobre todo humanidad a muchas de las historias sobre padres separados de sus hijos, a los relatos de esos otros hijos obligados a vivir con el miedo constante de ser deportados, y revela cuestiones menos conocidas sobre cómo funciona el control de inmigrantes ilegales que no están detenidos. En algunos casos también viaja al país de origen de algunos de los inmigrantes para aportar el contexto de sus decisiones, que suelen faltar cuando se cuentan sus experiencias. Y, sobre todo, expone un entramado burocrático tan despiadado como efectivo para quienes lo llevan adelante.

Claro que uno de los puntos más interesantes de Nación de inmigración es el foco en muchos de esos oficiales que, convencidos que deben cumplir las órdenes del gobierno, también llegan a discernir que ellos mismos son nada más que peones en el juego de las disputas políticas y partidarias. Que muchos de ellos provengan además de familias de inmigrantes le agrega un nuevo matiz a todo el entramado que la serie documental despliega sin hacer concesiones ni perder de vista las violaciones a los derechos humanos que atraviesan cada uno de los episodios.