El Museo de El Carmen dice adiós a sus palmeras canarias

CIUDAD DE MÉXICO, septiembre 23 (EL UNIVERSAL).- Las palmeras canarias (Phoenix canariensis) del Museo de El Carmen, San Ángel han acompañado las escaleras que dan al huerto entre 50 y 70 años. En los años recientes se ha observado, tanto en la Ciudad de México como en otras ciudades, una declinación en la salud y diversas enfermedades en las palmeras en general. En este año sus frondas empezaron a tornarse amarillas y a secarse con una rapidez vertiginosa.

Dado lo anterior, la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el museo, tomaron acciones para buscar a las instituciones que pudieran brindar auxilio; sin embargo, a pesar de los esfuerzos emprendidos, los especímenes murieron. Por ello, el próximo 10 de octubre dichas palmeras serán retiradas por las autoridades competentes, para seguridad de las personas y del inmueble del antiguo Colegio de San Ángel. En su lugar se colocarán árboles frutales, de acuerdo con la vocación del huerto carmelita.

Para su retiro, el Museo de El Carmen cuenta con el dictamen científico de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y la autorización de la alcaldía Álvaro Obregón. El museo agradece a dicha alcaldía, representada por la Dirección General de Sustentabilidad y Cambio Climático y a la Coordinación de Operación Parques y Jardines, su profesionalismo y cuidado, ya que, a su cargo, estará la adecuada remoción de las palmeras.

Es de dominio público que la problemática que aqueja a las palmeras en la capital mexicana viene desde 2011, cuyas primeras investigaciones se iniciaron en 2015, según los registros de la Sedema.

Incluso, dicha dependencia del gobierno capitalino convocó a un estudio llamado "Agentes asociados a la declinación y muerte de las palmeras de la Ciudad de México", donde han colaborado múltiples instituciones públicas y privadas, cuyos resultados se presentarán una vez que dichos estudios finalicen.

Se calcula que las palmeras canarias del Museo de El Carmen, por su altura y grosor, deben haber tenido entre 50 y 70 años. Se encontraban a los lados de las escaleras de lo que fue el Estanque de las Ranas de la extensa huerta carmelita, con base en los relatos de Manuel Payno. En la fecha, en ese sector, hay una fuente y cuatro bancas de piedra.

Es importante mencionar que las palmeras del museo no eran nativas del huerto carmelita, pero al menos durante las últimas décadas han brindado belleza y sombra a quienes les rodearon, además de recuerdos, anécdotas e imágenes.