Muse: drama y riffs que desatan la Hysteria

CIUDAD DE MÉXICO, enero 23 (EL UNIVERSAL).- "¿Están listos para Muse?", gritó Daniela Villarreal de la banda The Warning, antes de tocar la última canción de su concierto de apertura. "Quiero que se escuche hasta allá atrás México, ¿están listos para Muse?", repitió la cantante, y el público respondió con una bulla envolvente.

A partir de entonces la euforia comenzó, el último momento de calma de la noche fue al finalizar el concierto de las regiomontanas, antes de que Muse apareciera en el escenario del Foro Sol.

El murmullo de las 65 mil personas que se dieron cita en el estadio se convirtió nuevamente en un grito lleno de emoción, como soltando con el aliento tres años de espera para volver a ver a Muse en la capital.

Las luces de los celulares se encendieron para filmar la salida de la banda, y en las gradas todos se pusieron de pie.

Con sus características máscaras Matt Bellamy, Chris Wolstenholme, y Dominic Howard tocaron la primera canción que puso a bailar a todos los asistentes.

"¡Buenas noches Ciudad de México!", gritó Bellamy.

Se iluminó de azul el escenario, y las máscaras quedaron atrás, una guitarra agresiva anunció "Hysteria", uno de los más grandes éxitos de la banda británica, que cerró con el solo de Bellamy quien portaba consigo su característica guitarra Jackson completamente negra.

Con el tema "Psycho", Bellamy y compañía retiraron las chamarras, el vocalista más suelto comenzó a bailar por todo el escenario ante el salto al ritmo del bombo y el bajo del público, que acompañó con las palmas.

La voz dramática de tenor de Bellamy fue acompañada por los fans, que sabían de memoria cada una de las canciones.

"¡Muchas gracias!", gritó Matt en un intento de hablar bien el español.

El tono de ópera contrastaba con los riffs agresivos de la guitarra, y cuando Matt caminaba en el pasillo dispuesto en medio de la zona del público más cercana al escenario una figura inflamable apareció detrás de la banda, lució imponente, pese a tratarse de un escenario secundario al que suelen utilizar en la mayoría de sus presentaciones. Al tiempo que interpretaban "Stockholm syndrome".

Las cabelleras largas se movían en todos sentidos, apenas 10 canciones bastaron para que la gente estuviera completamente inmersa en los sonidos por momentos metaleros, y en otros mucho más psicodélicos.

El concierto aumentó de tono con la guitarra en los tonos más grunge del concierto, provocando que Matt Bellamy azotara su instrumento contra el escenario haciendo valer su récord Guinness de más guitarras destrozadas en una gira, con 140.

El público aplaudió la acción del vocalista, y pronto ya tenía consigo una nueva guitarra, para interpretar la progresiva "Compliance".

En el punto más alto del coro papeles salieron de lo alto del escenario, enmarcando uno de los momentos que la gente más disfrutó, demostrándolo con un grito electrizante.

Matt caminó nuevamente en el pasillo cuando la gente coreaba "Caught contagion", y el simi peluche apareció, el guitarrista lo recogió y lo colocó frente a una de las cámaras que se encontraban debajo de él, para mover la mano del muñeco a modo de saludo.