Yahoo Noticias Muñoz Ledo, el Otro Porfirio de la Historia de México
“No elimino la idea de que yo cometí errores, excesos, sí, porque yo no me medí; yo no tuve, por mi propio carácter, el privilegio del disimulo que era muy propio del gobierno”.
Con motivo de la muerte este 9 de julio de 2023 de Porfirio Muñoz Ledo (Ciudad de México, 1933), la frase anterior contesta a lo que tantos se preguntarían acerca de él. ¿Por qué rebelde?, ¿por qué inconforme?, ¿por qué no se callaba?
Enérgico, empecinado, irritable, déspota pero indudablemente impulsor, modelador, constructor de muchas de las causas del México contemporáneo.
¡Cuánto se puede decir ahora que Porfirio Muñoz Ledo ha partido!
Algo de la biografía de Muñoz Ledo
Preparadísimo -algo a lo que estaba llamado por lo elevado de su inteligencia-, académico, analista, teórico. Pertenecía a un sector de políticos que no es de los improvisados, que no es de los que solamente –ojalá— han leído la Biblia, tampoco tecnócrata, sino ilustrado y realizador. Cualidades escasas en la clase mencionada.
La carrera que llevó no parecía tener principio, pues la inició muy joven, y parecía no tener fin: estaba en pie de lucha.
Ningún actor político vistió la camiseta de tantos partidos políticos como él.
Dirigió al PRI, fundó y dirigió al PRD, estuvo en el Consejo de Morena, representó al Gobierno panista de Fox, fue candidato presidencial por el (hoy desaparecido del mapa político) PARM. Muy probablemente no por ser un vulgar chapulín, sino por no encontrar buenos interlocutores en quienes hallaran eco su agudeza y su amplia visión de las cosas.
En la administración pública paseó su clarividencia –y sus maneras. Ocupó todo tipo de puestos sirviendo a ella dentro y fuera del país. En su currículum si acaso hay un cargo que no ocupó, la presidencia de la república.
Primero en interpelar al presidente, y en su día
Se antoja recordar pasajes de su inabarcable trayectoria: diversos, como su personalidad…
Las fuerzas progresistas del país, representadas de alguna manera en el Frente Democrático Nacional, delataban fraude electoral en 1988 donde resultaba ganador Carlos Salinas de Gortari… En ese entorno se celebraba el día del presidente, el del informe presidencial: Muñoz Ledo mandó tal práctica al basurero de la historia al interpelar a Miguel de la Madrid en plena lectura del informe. Los legisladores del PAN –entre ellos Vicente Fox — exhibían boletas electorales; los legisladores del Frente, siguiendo al de la voz, abandonaron el recinto.
No fue la única vez que se lanzó contra un presidente, cuando a Enrique Peña Nieto se le descubrió que avalara el espionaje a particulares, pidió para él juicio político (donde el juzgado pierde su cargo), sustentando en toda forma la procedencia legal de la medida.
En el caso presente fue a la inversa, si bien hoy en día ya no comulgaban: entregó, como presidente del Congreso de la Unión, la banda presidencial a Andrés Manuel López Obrador.
La Corriente Democrática del PRI
En los años ochenta, finalizando el sexenio de Miguel de la Madrid y con vistas a las elecciones, provocó el primer gran desgajamiento del PRI con su salida de ese instituto exigiendo democracia interna.
Lo acompañaron Ifigenia Martínez y Rodolfo González Guevara entre otros, y alguien que, por cierto, no estuvo desde los albores de la ruptura: Cuauhtémoc Cárdenas.
El grupo San Ángel
Jorge G. Castañeda, Adolfo Aguilar Zínzer y Demetrio Sodi convocaron (1994) desde el barrio de San Ángel en la Ciudad de México a un grupo muy representativo de mexicanos para impulsar la transición del país: de un priismo septuagenario en el poder a una alternancia por la vía electoral (esto de la vía cobra mayor sentido porque se acababa de levantar en el estado de Chiapas un grupo indígena pero por la vía armada. Con los primeros estuvo, pues, Porfirio.
Académicos, como Sergio Aguayo y Lorenzo Meyer; los políticos Manuel Camacho, Manuel J. Clouthier y Santiago Creel; escritores, como Monsiváis y Carlos Fuentes; filósofos, como Luis Villoro; Agustín Basave y González Pedrero, entre otros ideólogos… la lista de sus elementos es larga y muy interesante, aunque a ratos nos hace dudar: Elba Esther Gordillo también figuró, y muy activamente.
En el año 2000 vieron coronados sus esfuerzos: Fox presidente, Castañeda canciller, Creel en Gobernación y Aguilar Zínser Comisionado Nacional de Seguridad. Porfirio Muñoz Ledo iría a la Misión Permanente ante la Unión Europea.
La generación de “Medio siglo”
Carlos Fuentes y Carlos Monsiváis ya habían militado junto a él antes. Fue en sus años estudiantiles en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México; solo que ahí en el terreno académico y en lo cultural con la revista “Medio Siglo”.
De ahí salieron influyentes personajes, dedicados a la política y a la cultura.
Apunte final
Demócrata, aunque de desplantes autoritarios; diplomático, aunque grosero; con una gran autoestima, pero sensible a los demás; temible por sus prontos verbales, pero analítico; dueño de asombrosa memoria, aunque después condene lo que él mismo practicó; lo cierto es que su figura es sal y chispa en la política mexicana y que ahora que se ha ido para siempre jamás, lo vamos a extrañar.
Curiosidades
-Como representante de México ante el Consejo de Seguridad de la ONU y más tarde su presidente, votó en reiteradas ocasiones contra la posición de los Estados Unidos.
-Con el cambio de gobierno, TV Mexiquense dejaba fuera de su programación los programas de Fausto Zapata y de Muñoz Ledo. Zapata, consecuente, se fue a su casa. Porfirio peleó. Su programa permaneció.
-Inclinado a poner apodos: a un secretario de Gobernación, Patrocinio González Blanco Garrido, lo llamó “patrosimio”, pero este no se quedó callado y no encontró otra forma que ubicarlo dentro de una orientación sexual distinta a la que le conocimos. Al canciller Bernardo Sepúlveda, tomando en cuenta su porte circunspecto, lo llamó en plena sesión del poder legislativo “el maniquí”. En los tiempos de la campaña electoral donde triunfó Vicente Fox, por su gran estatura (física), lo llamó “el alto vacío”.
