Municipios urbanos más pobres de México priorizaron la entrega de apoyos para enfrentar la pandemia

ILUSTRACIÓN: Ojo Público / Claudia Calderón
ILUSTRACIÓN: Ojo Público / Claudia Calderón

Para hacer frente a la emergencia sanitaria por COVID-19 por la que atravesó México durante 2020 —y antes de que las vacunas llegaran a territorio nacional—, los municipios urbanos donde vive el mayor número de personas en condición de pobreza apostaron por redireccionar su presupuesto para entregar ayudas económicas y en especie a su población. En contraste, los municipios urbanos con menor número de personas en condición de pobreza ocuparon sus recursos para hacer intervenciones en los inmuebles de su propiedad, así como para equiparlos con compra de materiales y herramientas.

Como parte de una investigación de la Red de Periodistas de América Latina para la Transparencia y la Anticorrupción (Red Palta), coordinada por Ojo Público, Animal Político revisó las cuentas públicas de los cinco municipios urbanos donde viven más personas en pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval). La revisión reveló que el mayor presupuesto que las autoridades de esas localidades debieron ajustar tuvo que ver con la entrega de ayudas sociales. En algunos casos, este rubro tuvo incrementos de más del 200% respecto de los montos autorizados al inicio del año.

En tanto, tras revisar el comportamiento del gasto público en los municipios con menor número de personas en condición de pobreza, se detectó que durante 2020 y 2022 el presupuesto destinado a las ayudas sociales no incrementó. En algunos casos, incluso disminuyó.

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Vales, despensas, kits de higiene…

León, en Guanajuato; Ecatepec y Nezahualcóyotl, en el Estado de México; Iztapalapa, en la CDMX, y Puebla, capital del estado del mismo nombre, fueron los municipios urbanos con alto número de personas pobres que se analizaron y en los que también se observó que la obra pública —a pesar de las restricciones a las actividades productivas— no se detuvo en el primer año de la pandemia. En los casos en los que hubo recortes de presupuesto, fue en las obras en inmuebles propiedad de los gobiernos municipales, una situación completamente distinta a lo que se advirtió en algunos municipios con menor población en condición de pobreza, que durante la pandemia aprovecharon para equipar sus oficinas.

En el caso de León, el municipio urbano donde vive la mayor cantidad de personas en condición de pobreza (816 mil 934 personas, el 47% de su población), los recursos públicos destinados a los apoyos sociales y a la obra pública se duplicaron en 2020, al pasar de 79 millones 137 mil pesos a 123 millones 247 mil pesos en el rubro de ayudas sociales, y de los 544 millones 170 mil pesos a los mil 145 millones 133 mil pesos en obra pública.

“Debido a la contingencia debimos destinar recursos públicos a la prevención para frenar los contagios, pero también a apoyar a quienes resultaron más afectados por las consecuencias de la enfermedad”, informó el gobierno de León.

En este municipio, además de redireccionar recursos para la atención de la emergencia como el reducir el dinero contemplado al pago de viáticos o de servicios básicos —resultado del cierre temporal de oficinas y centros de trabajo—, se creó un Fondo de Contingencias al que se destinaron 51 millones 952 mil 141 pesos entre 2020 y 2021.

Quienes se dedicaban al comercio formal y emprendedores fueron algunos de los ciudadanos que recibieron apoyos económicos para ayudarlos a no cerrar sus negocios.

A los ganaderos del municipio, en tanto, se les entregaron apoyos de 7 mil 500 pesos para la adquisición de alimentos, productos veterinarios e insumos a fin de que mantuvieran la salud de sus animales y evitar pérdidas. Asimismo, se apoyó a mil negocios rurales con la entrega de mil 500 pesos.

En tanto, en obra pública se priorizó la construcción de vivienda en unidades habitacionales. Entre 2020 y 2021, se concluyeron proyectos con un total de 333 viviendas.

Donde también el presupuesto destinado a las ayudas sociales se duplicó fue en el municipio de Ecatepec, donde el 48% de su población vive en condición de pobreza.

Solo en 2020, el presupuesto para esta partida pasó de los 32 millones 363 mil pesos a los 107 millones 891 mil pesos, es decir, un incremento del 230%.

Para atender la emergencia sanitaria, el gobierno de Ecatepec puso en marcha el Plan Ehécatl, 30 acciones contra la pandemia del COVID-19, el cual incluyó, entre otros puntos, la entrega de paquetes básicos para las familias.

“El cabildo de Ecatepec aprobó la reconducción de 90 millones de pesos del presupuesto municipal para apoyar a la población durante la emergencia sanitaria por el COVID-19. Del total, 33 millones de pesos se canalizaron para la adquisición de Paquetes Básicos Familiares, que contienen productos de la canasta alimentaria, y 42 millones de pesos para Kits de Higiene”, informó el municipio.

Además, se destinaron recursos para la compra de 100 mil paquetes alimentarios y 300 mil kits de higiene y limpieza a familias de comunidades vulnerables, para lo que se aprobó redireccionar recursos por más de 75 millones de pesos. 

La priorización en la entrega de apoyos sociales en especie también se observó en la alcaldía de Iztapalapa, donde las autoridades brindaron apoyos funerarios a familias de la demarcación y se puso en marcha la acción social Mercado, Comunidad, Abasto y Alimentación (Mercomuna), a través de la cual se entregaban vales por 350 pesos a las familias para que con ellos adquirieran productos de primera necesidad en negocios de barrio. El objetivo era apoyar a la población con esta ayuda social para que tuviera alimentación y, a la par, que los dueños de las tienditas de las colonias pudieran seguir vendiendo y surtiendo sus negocios.

Entrega de apoyos del programa Mercomuma. FOTO: Alcaldía Iztapalapa
Entrega de apoyos del programa Mercomuma. FOTO: Alcaldía Iztapalapa

También en esta alcaldía, la más poblada de la CDMX con más de 1.8 millones de habitantes, se observó que durante 2020 su gobierno tuvo que redireccionar 313 millones 748 mil pesos de los programas y proyectos planeados para ese año.

De acuerdo con los reportes de la cuenta pública, entre las inversiones que tuvieron que suspenderse en 2020 se encuentra la construcción de pozos de absorción y la construcción de infraestructura de salud.

Lo que sí se construyó, por ejemplo, fueron tres Unidades de Transformación y Organización para la Inclusión y la Armonía Social (UTOPIAS), un proyecto idéntico al desarrollado por el Gobierno de la CDMX bajo el nombre de PILARES. Estos no tuvieron presupuesto asignado al inicio del año fiscal, pero durante el año recibieron, en conjunto, 112 millones de pesos.

Remodelación y equipamiento de oficinas

En los municipios con menor número de personas en situación de pobreza, la pandemia se vivió de forma distinta en términos de gasto pues, aunque se redujeron partidas como los viáticos, en las obras públicas y sus bienes inmuebles no pararon.

En la alcaldía de Benito Juárez, en la Ciudad de México, por ejemplo, se observó que los recursos destinados a la protección social pasaron de los 83 millones 657 mil pesos a los 39 millones 449 mil pesos entre 2019 y 2021.

Durante 2020, en Benito Juárez, por ejemplo, se dio mantenimiento a los mercados públicos con una inversión de 29 millones de pesos, pero también se destinaron alrededor de 50 millones de pesos —que no habían sido aprobados en el paquete presupuestal— para remodelar el edificio sede de la alcaldía, el inmueble denominado Soluciones y hasta para la colocación de un elevador.

Medidas de prevención de contagios. FOTO: Alcaldía Benito Juárez
Medidas de prevención de contagios. FOTO: Alcaldía Benito Juárez

En tanto, en el municipio de San Pedro Garza García, en Nuevo León, se confirmó que, a pesar de la emergencia sanitaria —y aunque se redireccionaron recursos para otros fines— la obra pública se realizó sin interrupción.

Durante 2020, particularmente se observó la pavimentación de calles y la construcción de banquetas y cruces seguros como prioridad.

Si bien durante la emergencia sanitaria la prioridad fue la atención en materia de salud, los municipios poco pudieron hacer pues, aunque cuentan con un presupuesto destinado a la salud, no cuentan con total facultad para proveer servicios en la materia, sino que más bien hacen trabajo de concientización como campañas de sanitación de espacios públicos, entrega de insumos para limpieza en el hogar e higiene personal, gel antibacterial y cubrebocas, así como la instalación de filtros sanitarios.

La misma situación se advierte en materia de educación, pues se trata de un derecho y servicio que garantizan las autoridades federales y estatales, no las municipales. Los municipios pueden construir escuelas o aulas de educación, pero son las autoridades federales y estatales quienes se hacen cargo de ellas, por lo que de forma cotidiana los municipios solo llevan a cabo labores menores, como la construcción de alguna barda o la pinta de las escuelas.