Por el mundo: Natalia Oreiro contó si su hijo le pide, o no, un hermanito

Natalia junto a Ricardo Mollo. La pareja está a poco tiempo de cumplir las dos décadas.
Fuente: LA NACION

En la versión 2020 de Por el mundo, sin poder viajar a otros países, Marley y su equipo dedican los domingos a visitar los hogares de distintos famosos. Y esta vez fue el turno de Natalia Oreiro, que recibió al conductor en una pequeña casa rodante propiedad de su hijo, Atahualpa.

Con un barbijo muy canchero que incluía un protector ocular, la actriz y cantante charló con Marley sobre la importancia del documental, Nasha Natasha, en el que se muestra el vínculo tan único que la une a Rusia, y con los obsequios que suelen hacerle sus fans: "El ruso tiene una relación con los regalos muy especial, no es el hecho de regalarte algo físico, sino que lo hacen con sus manos, porque sienten que un pedacito de ellos se queda con vos. Cada vez que viajo a Rusia vuelvo con cinco valijas". También contó que entre otras cosas, el largometraje hace foco en una gira que impactó de manera muy profunda en su vida personal: "En el documental se ve lo que sentimos todas las madres que trabajamos y nos alejamos de nuestra familia, un sentimiento de culpa, pero también de querer realizarnos como profesionales".

Con respecto a cómo transcurren sus días en cuarentena, Oreiro expresó: "Yo agradezco tener la posibilidad de estar con Ata. Él está pasando esta situación tan dura emocionalmente bien, y en ese sentido sabemos que somos privilegiados, porque hay gente a la que le está costando mucho".

Más adelante, el diálogo viró hacia la relación de Natalia con su pareja, el músico Ricardo Mollo, y sobre ese vínculo expresó: "Hace 19 años que estamos juntos, es una bocha. Nos casamos en Brasil, así que estamos casados para la ley brasilera, pero acá me dijeron que tenía que volver a casarme. Y creo en eso de elegirse todos los días, lo otro es una formalidad. En su momento fue un acto romántico, nos casó el capitán de un barco. Es muy loco cómo pasan los años, y él es un ser muy especial".

Marley le preguntó cómo se conocieron, y ella explicó que todo comenzó en una clase de yoga que compartieron, y que marcó el comienzo primero de una amistad, y luego de un romance. Por otra parte, ambos recordaron cuando al comienzo de esa relación, los medios insistían en que ellos eran de mundos muy distintos, y sobre eso Natalia reflexionó: "El amor es el amor independiente de la vocación de cada persona. En nuestro caso, nos llevamos muy bien, él es una gran persona, y eso es fundamental. Su energía, su luz, él es re buen papá. Nunca entendí mucho esa cosas de dos mundos, tenemos una diferencia de edad significativa quizá".

Con respecto a la llegada de Atahualpa, Natalia contó que esa decisión fue después de once años de pareja: "A Ata lo pensamos un montón, hoy no me imagino mi vida sin él, pero antes no me imaginaba siendo mamá. Es contradictorio, pero yo estaba bien, y pensé que quizá no era una búsqueda. Pensaba que quizá era así, y en un momento quiso venir y fue alucinante. Creo que está bueno continuar siendo la misma persona, a mí él me enseña todos los días a disfrutar de la vida, mi hijo me enseña a disfrutar de cosas que me había olvidado". Con respecto a la posibilidad de un hermanito o hermanita, entre risas la cantante confesó: "Creo que terminamos con Atahualpa. Él no quiere un hermanito, le gusta estar así".

Netflix: Nasha Natasha encuadra con asombro el carisma de Natalia Oreiro

Por último, Marley le preguntó sobre su cuenta de Instagram, que abrió en las últimas semanas, y Oreiro confesó que surgió de manera muy espontánea:"Soy una flogger, aunque pensaba que no era lo mío. Soy una instagramer, estoy en la pomada total. Lo que me gusta de eso es poder comunicarme con las personas que me siguen por mis trabajos como actriz y cantante. Un día estaba lustrando mi casa, y me grabé diciendo "ya la limpie" y lo subí, no lo pensé. Y ahora estoy ahí".